19 Abril 2013
Hondo pesar causó en un vasto sector de la comunidad tucumana el fallecimiento del ingeniero Víctor Hemsy, destacado profesional que desempeñó importantes puestos que sirvieron para afianzar diferentes actividades productivas de la provincia.
Hemsy comenzó su carrera profesional en 1953, y desarrolló actividades técnico-científicas que posibilitaron logros de alto impacto en la región. En 1946, siendo estudiante de la Escuela de Agricultura y Sacarotecnia, integró la comisión que impulsó la creación de la Carrera de Ingeniería Agronómica de la Universidad Nacional de Tucumán, anhelo que se cumplió poco tiempo después.
En momentos difíciles de los inicios de su actividad, después de la creación de la Carrera de Ingeniería Agronómica, contribuyó en forma efectiva junto con sus compañeros de la primera promoción a consolidar los primeros pasos de la Facultad y a posicionarla, más adelante, como una de la más importante del país por la excelencia de sus docentes y la calidad de sus investigadores.
En las décadas del 60 y 70, tuvo un accionar decisivo en procura de impulsar el desarrollo de la soja en la Argentina, ya que por ese entonces esta especie era muy poca conocida en el país.
Sintiéndose convencido de las notables condiciones de la especie y lo que podría representar como alternativa de desarrollo para nuestro territorio, puso en evidencia una decisión visionaria junto con otros profesionales argentinos destacados, quienes sentaron las bases para impulsar el crecimiento de la soja y posicionar a este cultivo como el principal de nuestro país.
En reconocimiento a esta labor pionera, recibió distinciones y cumplió la función de vicepresidente de la Asociación Argentina de la Soja.
En la Eeaoc
En 1976, cuando se desempeñaba como director técnico de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (Eeaoc) diseñó la estructura técnico-científica que aún hoy perdura.
A fines de la década del 70 se transformó en un fuerte impulsor del programa en el país, con el convencimiento de que la bioenergía era una necesidad para el país y el mundo, y una posibilidad cierta para el desarrollo del NOA.
En la década de los 90 fue el mentor y director del Programa de Reconversión de la Agroindustria de la Caña de Azúcar, estructura que brindó la posibilidad de sentar las bases para superar una profunda crisis del sector azucarero tucumano, y darle la perspectiva de emprender un camino de progreso para la principal industria de la provincia.
Como consecuencia del protagonismo que tuvo su labor en el desarrollo agroindustrial de la región, recibió, entre otras, las siguiente distinciones y reconocimientos:
Premio al mérito profesional año 1985, otorgado por el Colegio de Ingenieros Agrónomos y Zootecnistas de Tucumán; premio al mérito sojero año 1987; Investigador Extraordinario de la Eeaoc, en la categoría de Investigador Emérito; presidente del Consejo de Ciencia y Técnica de Tucumán entre 1993 y 1995; Designado Académico de la Academia Nacional de Agronomía y Veterinaria (año 1995); reconocimiento de la Sociedad Argentina de Técnicos de la Caña de Azúcar; designación con el nombre de Ingeniero Agrónomo Víctor Hemsy, al Aula Magna de la Facultad de Agronomía y Zootecnia de la UNT.
En 2011 fue distinguido por las autoridades de la Caja Popular de Ahorros de la Provincia en mérito a su contribución al desarrollo de la región.
Hemsy comenzó su carrera profesional en 1953, y desarrolló actividades técnico-científicas que posibilitaron logros de alto impacto en la región. En 1946, siendo estudiante de la Escuela de Agricultura y Sacarotecnia, integró la comisión que impulsó la creación de la Carrera de Ingeniería Agronómica de la Universidad Nacional de Tucumán, anhelo que se cumplió poco tiempo después.
En momentos difíciles de los inicios de su actividad, después de la creación de la Carrera de Ingeniería Agronómica, contribuyó en forma efectiva junto con sus compañeros de la primera promoción a consolidar los primeros pasos de la Facultad y a posicionarla, más adelante, como una de la más importante del país por la excelencia de sus docentes y la calidad de sus investigadores.
En las décadas del 60 y 70, tuvo un accionar decisivo en procura de impulsar el desarrollo de la soja en la Argentina, ya que por ese entonces esta especie era muy poca conocida en el país.
Sintiéndose convencido de las notables condiciones de la especie y lo que podría representar como alternativa de desarrollo para nuestro territorio, puso en evidencia una decisión visionaria junto con otros profesionales argentinos destacados, quienes sentaron las bases para impulsar el crecimiento de la soja y posicionar a este cultivo como el principal de nuestro país.
En reconocimiento a esta labor pionera, recibió distinciones y cumplió la función de vicepresidente de la Asociación Argentina de la Soja.
En la Eeaoc
En 1976, cuando se desempeñaba como director técnico de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (Eeaoc) diseñó la estructura técnico-científica que aún hoy perdura.
A fines de la década del 70 se transformó en un fuerte impulsor del programa en el país, con el convencimiento de que la bioenergía era una necesidad para el país y el mundo, y una posibilidad cierta para el desarrollo del NOA.
En la década de los 90 fue el mentor y director del Programa de Reconversión de la Agroindustria de la Caña de Azúcar, estructura que brindó la posibilidad de sentar las bases para superar una profunda crisis del sector azucarero tucumano, y darle la perspectiva de emprender un camino de progreso para la principal industria de la provincia.
Como consecuencia del protagonismo que tuvo su labor en el desarrollo agroindustrial de la región, recibió, entre otras, las siguiente distinciones y reconocimientos:
Premio al mérito profesional año 1985, otorgado por el Colegio de Ingenieros Agrónomos y Zootecnistas de Tucumán; premio al mérito sojero año 1987; Investigador Extraordinario de la Eeaoc, en la categoría de Investigador Emérito; presidente del Consejo de Ciencia y Técnica de Tucumán entre 1993 y 1995; Designado Académico de la Academia Nacional de Agronomía y Veterinaria (año 1995); reconocimiento de la Sociedad Argentina de Técnicos de la Caña de Azúcar; designación con el nombre de Ingeniero Agrónomo Víctor Hemsy, al Aula Magna de la Facultad de Agronomía y Zootecnia de la UNT.
En 2011 fue distinguido por las autoridades de la Caja Popular de Ahorros de la Provincia en mérito a su contribución al desarrollo de la región.
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