21 Abril 2013
BUENOS AIRES.- La presidenta, Cristina Fernández de Kirchner, cerró ayer su visita oficial a Venezuela con un tributo al ex presidente Hugo Chávez.
Fernández, quien había viajado a Caracas el jueves en medio de la protesta contra su Gobierno, asistió el viernes a la asunción del sucesor, Nicolás Maduro, y durante la mañana de ayer recorrió el cuartel de montaña, donde el Ejército custodia los restos de Chávez.
Vestida de negro, con mangas largas y anteojos oscuros, la jefa de Estado dejó una orquídea blanca sobre el mármol del sepulcro. La jefa de estado llegó acompañada por el secretario de Legal Técnica, Carlos Zanini; el ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, y el embajador Carlos Cheppi, entre otros funcionarios.
La mandataria visitó a solas el mausoleo y 40 minutos después llegó Maduro, también acompañado por una comitiva oficial.
Tras la recorrida por el edificio, la presidenta recibió una mochila con el merchandising de la reciente campaña electoral. Fernández se calzó durante algunos minutos una gorra con los colores de la bandera venezolana y que, según explicó la televisión oficial de ese país, llevaba "la insignia del 4F, el emblema de la campaña de Maduro". El "4F" alude a la insurrección que encabezó el 4 de febrero de 1992 Chávez contra el gobierno de Carlos Andrés Pérez, lo que cambió la política y abrió el camino para las presidencias sucesivas del militar.
Fernández de Kirchner visitó también una capilla y repasó una muestra fotográfica sobre Chávez.
Antes de volver a Buenos Aires y retomar sus actividades, la jefa de estado publicó una seguidilla de mensajes en Twitter. "Todo aquí, es muy fuerte", consideró y recordó que "cuando terminó el acto de jura" de Maduro, "el médico me recomendó, por mi disfonía, no ir al desfile". Tras relatar que pidió "ir a un baño", explicó que "ahí no tenés que hablar con nadie con quien no quieras hablar. Y de paso descansas. Había sillas y también una chica de maestranza". "Nos distendemos. Leisbeth me muestra dos fotos de su nietita Sofía Victoria. Típica charla de mujeres en un baño", apuntó. (DyN)
Fernández, quien había viajado a Caracas el jueves en medio de la protesta contra su Gobierno, asistió el viernes a la asunción del sucesor, Nicolás Maduro, y durante la mañana de ayer recorrió el cuartel de montaña, donde el Ejército custodia los restos de Chávez.
Vestida de negro, con mangas largas y anteojos oscuros, la jefa de Estado dejó una orquídea blanca sobre el mármol del sepulcro. La jefa de estado llegó acompañada por el secretario de Legal Técnica, Carlos Zanini; el ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, y el embajador Carlos Cheppi, entre otros funcionarios.
La mandataria visitó a solas el mausoleo y 40 minutos después llegó Maduro, también acompañado por una comitiva oficial.
Tras la recorrida por el edificio, la presidenta recibió una mochila con el merchandising de la reciente campaña electoral. Fernández se calzó durante algunos minutos una gorra con los colores de la bandera venezolana y que, según explicó la televisión oficial de ese país, llevaba "la insignia del 4F, el emblema de la campaña de Maduro". El "4F" alude a la insurrección que encabezó el 4 de febrero de 1992 Chávez contra el gobierno de Carlos Andrés Pérez, lo que cambió la política y abrió el camino para las presidencias sucesivas del militar.
Fernández de Kirchner visitó también una capilla y repasó una muestra fotográfica sobre Chávez.
Antes de volver a Buenos Aires y retomar sus actividades, la jefa de estado publicó una seguidilla de mensajes en Twitter. "Todo aquí, es muy fuerte", consideró y recordó que "cuando terminó el acto de jura" de Maduro, "el médico me recomendó, por mi disfonía, no ir al desfile". Tras relatar que pidió "ir a un baño", explicó que "ahí no tenés que hablar con nadie con quien no quieras hablar. Y de paso descansas. Había sillas y también una chica de maestranza". "Nos distendemos. Leisbeth me muestra dos fotos de su nietita Sofía Victoria. Típica charla de mujeres en un baño", apuntó. (DyN)