12 Mayo 2013
Hemos batido todos los récords, pero seguimos mandando al aire gases contaminantes: la concentración de dióxido de carbono (CO2) en la atmósfera alcanzó un nuevo hito, y certifica un calentamiento global de consecuencias vez más preocupantes, según un informe publicado ayer en el diario español "El País".
Esta semana se llegó a 400 partes de CO2 por millón de moléculas, según un informe de la Administración Nacional de Océanos y Atmósfera de EE.UU.
"Si bien no implica una amenaza inmediata para el ser humano -explicó el geoquímico Ralph Keeling del Centro Oceanográfico de San Diego, California y uno de los responsables del informe- es un umbral al que no deberíamos haber llegado". Sostuvo también que nos encontramos "en zona de peligro", especialmente porque no se atisban señales de mejoría. "Durante la civilización humana el dióxido de carbono ha estado en niveles de entre 180 a 280 partes por millón; en poco más de 100 años la especie humana lo ha elevado a 400. No hay ciclo natural en este planeta capaz de hacer algo así tan rápido", añadió Keeling.
No se toma conciencia
"La gente no ve peligros a corto plazo, así que no se asusta; eso es parte del problema. Si miras el largo plazo te das cuenta de la magnitud de lo que estamos haciendo es muy preocupante", insistió Keeling, cuyo padre fue pionero en el estudio del dióxido de carbono.
La gravedad del CO2 radica en que, una vez en la atmósfera, permanece atrapado allí durante miles de años, lo que hace que los cambios climatológicos radiquen en las emisiones acumulativas.
Esta semana se llegó a 400 partes de CO2 por millón de moléculas, según un informe de la Administración Nacional de Océanos y Atmósfera de EE.UU.
"Si bien no implica una amenaza inmediata para el ser humano -explicó el geoquímico Ralph Keeling del Centro Oceanográfico de San Diego, California y uno de los responsables del informe- es un umbral al que no deberíamos haber llegado". Sostuvo también que nos encontramos "en zona de peligro", especialmente porque no se atisban señales de mejoría. "Durante la civilización humana el dióxido de carbono ha estado en niveles de entre 180 a 280 partes por millón; en poco más de 100 años la especie humana lo ha elevado a 400. No hay ciclo natural en este planeta capaz de hacer algo así tan rápido", añadió Keeling.
No se toma conciencia
"La gente no ve peligros a corto plazo, así que no se asusta; eso es parte del problema. Si miras el largo plazo te das cuenta de la magnitud de lo que estamos haciendo es muy preocupante", insistió Keeling, cuyo padre fue pionero en el estudio del dióxido de carbono.
La gravedad del CO2 radica en que, una vez en la atmósfera, permanece atrapado allí durante miles de años, lo que hace que los cambios climatológicos radiquen en las emisiones acumulativas.
Temas
California