Sonría: lo vamos a filmar (y tal vez a multar)

Un equipo de especialistas analiza datos del tránsito en nuestra ciudad con el objetivo de implementar la multa mediante radares y cámaras fotográficas. En febrero, el municipio firmó un convenio con la UTN, quien será protagonista en este proceso. En 60 días se podría poner en marcha una fase de prueba, en la que se advertirá a los infractores pero no se cobrará la multa.

ANTECEDENTE. En 2008 la Municipalidad capitalina probó el uso de radares para reducir la velocidad en avenida Mate de Luna, pero no hizo multas. LA GACETA / FOTO DE ANTONIO FERRONI (ARCHIVO) ANTECEDENTE. En 2008 la Municipalidad capitalina probó el uso de radares para reducir la velocidad en avenida Mate de Luna, pero no hizo multas. LA GACETA / FOTO DE ANTONIO FERRONI (ARCHIVO)
17 Mayo 2013

Dentro de aproximadamente dos meses, cada vez que te subas a tu auto vas a tener que sonreír. O tal vez no tanto, porque van a estar filmándote. En realidad, forografiándote. La Municipalidad de San Miguel de Tucumán está trabajando en la implementación de cámaras y radares para controlar el tránsito en la ciudad, y realizar las temidas y polémicas fotomultas. En una primera etapa, estarán destinados a verificar si los conductores pasan semáforos en rojo y si conducen con exceso de velocidad. En una segunda fase, se agregarán radares móviles para "atrapar" a los vehículos particulares mal estacionados y controlar que los taxis y ómnibus respeten las paradas, entre otras situaciones.

"Antes que nada es necesario aclarar que el nuevo sistema no tiene fines recaudatorios, sino que intenta contribuir a que tengamos una ciudad más ordenada", se escudó Luis Lobo Chaklián, subsecretario de Planificación Urbana de la Municipalidad e informó que el servicio se prestará en colaboración con la Universidad Tecnológica Nacional a través de un convenio firmado en febrero de este año. "La fotomulta forma parte de un plan integral de tránsito. En nuestra ciudad circulan alrededor de 400.000 vehículos por día, de los cuales la mitad lo hace por el área céntrica. El nivel de transgresión a las normas es altísimo, y es algo que nos preocupa. Con este sistema pretendemos agilizar el trámite de las multas, reduciendo el trabajo manual y reemplazándolo por un sistema informático", explicó Lobo Chaklián.

Cómo funciona
En términos generales, el sistema funciona de la siguiente manera: los cinemómetros (nombre técnico de los "radares") fijos y móviles detectan la presunta infracción, toman una serie de fotografías probatorias con los datos del lugar, fecha y hora. Más tarde, un equipo técnico analiza las fotografías tomadas, descartando las que por su calidad no brinden detalles del vehículo, y clasificando por tipo de infracción. Con las imágenes se procede a identificar a los infractores y, por correo, se envía un "paquete" de notificaciones. A partir de recibida la notificación oficial, el conductor tiene un plazo para pagar la multa voluntaria con una reducción del 50% del valor real o bien realizar un descargo sobre la infracción.

"En estos momentos estamos en una primera etapa del programa. Hemos conformado lo que denominamos observatorio vial, en el cual un equipo de especialistas analizamos datos como flujo de tránsito, zonas de conflicto, etcétera. Los datos que disponemos actualmente son los aportados por el municipio, pero en unos diez días recibiremos equipamiento tecnológico para hacer pruebas más precisas", explicó el ingeniero Gustavo Maigua, de la UNT, responsable del proyecto en San Miguel de Tucumán. Según el especialista, aún es muy pronto para adelantar dónde y cuántos radares se instalarán en nuestra ciudad. Todo eso surgirá de una minuciosa evaluación. "Incluso tenemos que tener en cuenta variables como la seguridad del lugar donde instalaremos los equipos, evitando que sufran vandalismo", adelantó.

La ciudad de Salta implementó un sistema similar al que se instalará en Tucumán, también a través de un convenio con la UTN. En este caso se instalaron cuatro radares fijos en los accesos y salidas de la ciudad, más seis equipos móviles operados manualmente, que se pueden utilizar en diferentes zonas críticas. "El sistema es muy similar ya que los procedimientos son regulados por la Cámara de Empresas de Control y Administración de Infracciones de Tránsito. Lo que se hace son pequeños ajustes para adaptar la normativa a las leyes provinciales y/o municipales", señaló Maigua. Al igual que en Salta, al principio se lanzará una etapa de "sensibilización" en la que se notificará a los infractores pero no se cobrará la multa. Después, ¡a pagarla!


 La foto, por sí sola, no valida la infracción

La fotomulta siempre ha sido una medida polémica en todas las ciudades donde se implementó. De la gran cantidad de actas que se labran con los radares, solo unas pocas consiguen cumplir con su objetivo: que el infractor reconozca el error y pague la multa correspondiente. La mayoría de los sancionados reclama la multa y esta suele caer. El motivo principal de invalidación de la infracción es que los organismos de aplicación no siempre cumplen con el debido proceso que indican las leyes. Nuestra provincia y también San Miguel de Tucumán están adheridas a la Ley Nacional de Tránsito N° 24.449, la cual consigna las obligaciones de las autoridades a la hora de marcar una falta.

"La fotomulta por sí sola no es suficiente para validar la infracción. Se necesita que se cumpla con el debido proceso que indica la Ley 24.449", explicó Alfredo Linares, abogado de la Defensoría del Pueblo. Este organismo recibe a diario entre cinco y 10 quejas vinculadas a infracciones a la Ley de Tránsito.

"En primer lugar, es requisito esencial que le informen al infractor la marca y el modelo del cinemómetro (nombre técnico del "radar"). Es preciso que el dispositivo esté homologado y verificado (se controlan anualmente) por el INTI. Si no se cumplen una de estas dos condiciones, la multa cae de inmediato", detalló.

Lo que sigue es que se cumpla con el debido proceso. "Un agente de tránsito debe parar al infractor luego de que ha violado la norma e informarle que lo ha hecho. Esta es la forma de cumplir con el requisito de notificación fehaciente. Además, se le brinda la posibilidad de defenderse. Pero más allá de todo eso, la finalidad de los organismos de tránsito es que el conductor cese en su actividad. De nada sirve que alguien circule a 180 km/h, se le haga la multa, pero que siga manejando a esa velocidad. Si no se informa y no se concientiza al infractor, lo único que se está haciendo es recaudar y ese no es el espíritu de la ley de Tránsito", enfatizó Linares.

Según la experiencia de la Defensoría del Pueblo, los motivos principales por los que caen las multas son dos y en la misma proporción: "por un lado, porque no se cumple con el debido proceso y, por el otro, por una cuestión jurisdiccional. Un municipio no puede instalar radares y multar a conductores en una ruta nacional, por ejemplo", agregó.

Linares no duda de que este nuevo sistema que impulsa la Municipalidad capitalina disparará el número de pedidos de intervención de la Defensoría. "Siguiendo un pensamiento meramente lógico, y teniendo en cuenta la cantidad de reclamos por multa con radares en ruta que recibimos, es muy probable que se incrementen de una manera importante los trámites de este tipo", finalizó.

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OTRAS EXPERIENCIAS


En Bella Vista
Las polémicas cámaras en la ruta 157

En Tucumán, Bella Vista es la única Municipalidad que en los últimos meses ha estado aplicando fotomultas para controlar el tránsito. Las cámaras, ubicadas en los semáforos de la ruta 157 -a la altura de este municipio-, han levantado mucha polémica. Se sancionaron a miles de conductores -la mayoría de las veces de forma irregular- por pasar con luz roja, realizar sobrepasos incorrectos y circular sin luces bajas encendidas. Hasta hace dos años, allí también funcionaba un radar que controlaba la velocidad.

En la ruta 38
Los radares desaparecieron en 2001

Para reducir los choques en la ruta 38, hace más de 10 años varios municipios (Famaillá, Monteros, Lules) colocaron radares para medir la velocidad. Tuvieron que sacarlos en 2001 después de que la Defensoría del Pueblo presentó un recurso de amparo contra el sistema, al cual se cuestionaba por su falta de inconstitucionalidad. Cientos de multas quedaron sin efecto. Se los cuestionaba porque los radares eran administrados por municipios en rutas nacionales, circunstancia que es ilegal.

En la ruta 9
Controles de velocidad, pero sin multas

Los radares de la Agencia Nacional de Seguridad Vial llegaron a la provincia en junio de 2010. Se midió el exceso de velocidad, aunque no se hicieron multas. En la ruta 9 se comprobó que muy pocos conductores respetaban los 110 km/h establecidos para autopistas.

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