Por Gustavo Frías Silva
26 Julio 2013
OBRAS URGENTES. La necesidad de agua es acuciante en el valle de Choromoro, por lo que no debemos dejar pasar ese recurso vital sin emplearlo adecuadamente.
Las inclemencias climáticas que muchas veces la naturaleza nos pone en el camino, las necesidades de lograr una mejor competitividad en el campo y una mejora en el estilo de vida de quienes lo habitan, hacen que las obras de infraestructura rural cobren una gran importancia económica y social en la zona en la cual se desarrollan aquellas actividades productivas.
Las obras de infraestructura rural son vitales para el crecimiento rural en una zona productiva en lo referente a la electrificación rural, caminos, comunicación y distribución del agua de riego, consumo animal y, por supuesto, humano. Las inversiones que se realizan para concretarlas son importantes y el Estado juega un rol fundamental para su ejecución y su puesta en marcha.
No hay lugar a dudas que esas obras tienen un fuerte impacto en la región donde se encuentran ubicadas y cumplen como corresponden el objetivo para la cual fueron ejecutadas.
Desde esta columna, y en forma permanente, se trata la necesidad de estudiar, financiar, invertir y construir diferentes obras indispensables para el productor y su entorno social, con la consecuente producción de bienes y servicios que genera, y la distribución pareja de la riqueza que brinda en todos los eslabones de su producción y comercialización.
El Prosap, el Programa de Servicios Agrícolas Provinciales, que se encuentra bajo la órbita del Ministerio de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación de la Nación, tiene como objetivo fundamental el promover el desarrollo agropecuario en todas las provincias del país a través de las transferencias de recursos de inversión para obras de infraestructura rural.
Tucumán ya fue beneficiado en diferentes regiones con distintas obras de gran importancia para el sistema productivo y por supuesto para el productor a través de créditos que se otorgan desde organismos multilaterales de créditos como el BID (Banco Interamericano de Desarrollo), del BIRF (Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento), de aportes nacionales y de aportes provinciales.
Zonas beneficiadas
Son conocidos los beneficios que otorga este organismo con obras ejecutadas, que aportaron eficiencia en el manejo de riego, mejoras productivas y comerciales, y ayudaron en la calidad de vida de los habitantes de la región debido a que llevó además agua para el consumo domiciliario de los habitantes que viven dentro de la zona beneficiada con el proyecto.
Esto trae a colación lo que informó hace unos días LA GACETA sobre las peripecias que viven los habitantes de diversas poblaciones para conseguir agua para consumo humano, y una de ellas es precisamente Choromoro.
Actualmente esta localidad tiene terminado el estudio y factibilidad del proyecto del Río Choromoro, con una importante inversión en el mejoramiento de su sistema de distribución de agua de riego y en la transferencia de tecnologías de producción acorde con su tipo de producción y época en que vivimos.
Los productores y los habitantes de esa importante cuenca tambera, hortícola y ganadera están preocupados por que la provincia paralizó el trámite administrativo que falta para comenzar la ejecución de este importante proyecto.
El Estado provincial con toda su estructura de administración, obras de infraestructura hídrica y control del agua tiene una gran responsabilidad, y los ejemplos de obras que funcionan correctamente y que fueron inauguradas hace poco con el aporte del Prosap y la Provincia deben servir para continuar en ese camino.
La inversión beneficiará al regadío efectivo de 3.000 hectáreas, de las cuales se podrá regar con presurización permanente más de 800 hectáreas.
El proyecto también prevé hacer eficiente todas las obras de captación del agua del río Choromoro y de ampliar y revestir cerca de 17 km del canal principal de conducción de agua beneficiando a esta localidad y a la de Benjamín Paz aguas arriba y debajo de la ruta nacional N° 9.
Los organismos internacionales de crédito que apoyan al programa que lleva adelante el Prosap ya aprobaron el plan de financiamiento del proyecto Choromoro, y sólo falta que la Provincia, a través de sus autoridades, firme el endeudamiento que le corresponde. Pero al presente, no lo hace.
Las implicancias productivas y el impacto económico que puede generar este proyecto son mayores a lo que se comentó en diversas oportunidades respecto de los proyectos de Lules y Tafí del Valle, ya que esta nueva cuenca está totalmente sub explotada debido a la gran falencia y faltante del recurso agua, en todo su ciclo productivo.
No hay que olvidar los pronósticos que se dieron desde distintas instituciones de que la seca será larga y que se puede dar un ciclo más en la región, lo que transforma a este tipo de proyecto en obras fundamentales, y por lo tanto no debe haber especulación al respeto para realizarla.
Las obras de infraestructura rural son vitales para el crecimiento rural en una zona productiva en lo referente a la electrificación rural, caminos, comunicación y distribución del agua de riego, consumo animal y, por supuesto, humano. Las inversiones que se realizan para concretarlas son importantes y el Estado juega un rol fundamental para su ejecución y su puesta en marcha.
No hay lugar a dudas que esas obras tienen un fuerte impacto en la región donde se encuentran ubicadas y cumplen como corresponden el objetivo para la cual fueron ejecutadas.
Desde esta columna, y en forma permanente, se trata la necesidad de estudiar, financiar, invertir y construir diferentes obras indispensables para el productor y su entorno social, con la consecuente producción de bienes y servicios que genera, y la distribución pareja de la riqueza que brinda en todos los eslabones de su producción y comercialización.
El Prosap, el Programa de Servicios Agrícolas Provinciales, que se encuentra bajo la órbita del Ministerio de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación de la Nación, tiene como objetivo fundamental el promover el desarrollo agropecuario en todas las provincias del país a través de las transferencias de recursos de inversión para obras de infraestructura rural.
Tucumán ya fue beneficiado en diferentes regiones con distintas obras de gran importancia para el sistema productivo y por supuesto para el productor a través de créditos que se otorgan desde organismos multilaterales de créditos como el BID (Banco Interamericano de Desarrollo), del BIRF (Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento), de aportes nacionales y de aportes provinciales.
Zonas beneficiadas
Son conocidos los beneficios que otorga este organismo con obras ejecutadas, que aportaron eficiencia en el manejo de riego, mejoras productivas y comerciales, y ayudaron en la calidad de vida de los habitantes de la región debido a que llevó además agua para el consumo domiciliario de los habitantes que viven dentro de la zona beneficiada con el proyecto.
Esto trae a colación lo que informó hace unos días LA GACETA sobre las peripecias que viven los habitantes de diversas poblaciones para conseguir agua para consumo humano, y una de ellas es precisamente Choromoro.
Actualmente esta localidad tiene terminado el estudio y factibilidad del proyecto del Río Choromoro, con una importante inversión en el mejoramiento de su sistema de distribución de agua de riego y en la transferencia de tecnologías de producción acorde con su tipo de producción y época en que vivimos.
Los productores y los habitantes de esa importante cuenca tambera, hortícola y ganadera están preocupados por que la provincia paralizó el trámite administrativo que falta para comenzar la ejecución de este importante proyecto.
El Estado provincial con toda su estructura de administración, obras de infraestructura hídrica y control del agua tiene una gran responsabilidad, y los ejemplos de obras que funcionan correctamente y que fueron inauguradas hace poco con el aporte del Prosap y la Provincia deben servir para continuar en ese camino.
La inversión beneficiará al regadío efectivo de 3.000 hectáreas, de las cuales se podrá regar con presurización permanente más de 800 hectáreas.
El proyecto también prevé hacer eficiente todas las obras de captación del agua del río Choromoro y de ampliar y revestir cerca de 17 km del canal principal de conducción de agua beneficiando a esta localidad y a la de Benjamín Paz aguas arriba y debajo de la ruta nacional N° 9.
Los organismos internacionales de crédito que apoyan al programa que lleva adelante el Prosap ya aprobaron el plan de financiamiento del proyecto Choromoro, y sólo falta que la Provincia, a través de sus autoridades, firme el endeudamiento que le corresponde. Pero al presente, no lo hace.
Las implicancias productivas y el impacto económico que puede generar este proyecto son mayores a lo que se comentó en diversas oportunidades respecto de los proyectos de Lules y Tafí del Valle, ya que esta nueva cuenca está totalmente sub explotada debido a la gran falencia y faltante del recurso agua, en todo su ciclo productivo.
No hay que olvidar los pronósticos que se dieron desde distintas instituciones de que la seca será larga y que se puede dar un ciclo más en la región, lo que transforma a este tipo de proyecto en obras fundamentales, y por lo tanto no debe haber especulación al respeto para realizarla.
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