02 Agosto 2013
Uno de los factores que, con frecuencia, afecta el normal desarrollo de la zafra azucarera en Tucumán, es la ocurrencia de heladas con distintos niveles de severidad, ya que prácticamente toda el área cañera está expuesta a la ocurrencia de esta adversidad climática, ocasionando efectos negativos sobre los cañaverales y generando importantes pérdidas en la producción de azúcar.
En Tucumán, la ocurrencia de heladas severas provoca pérdidas de la producción de azúcar de entre un 10% y un 25%, derivadas de la reducción de la cantidad de caña y, especialmente, del deterioro de la calidad de la materia prima que se procesa y de las dificultades que el deterioro provoca en la recuperación fabril de azúcar.
Además, el frío limita la disponibilidad de "caña semilla" apta para la realización de las renovaciones.
Los efectos de las bajas temperaturas sobre el cañaveral son variables, y dependen, principalmente, de la intensidad y duración de las heladas, de la localización de los lotes, de la variedad implantada, del nivel de crecimiento y producción y del grado de vuelco.
Grado de severidad
En la tabla adjunta (foto superior) se muestran los efectos provocados por las heladas en el cañaveral, según el grado de severidad de las heladas, en distintos momentos del año, entre julio y octubre de caña año.
El reporte publicado recientemente por la Sección Agrometeorología de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (Eeaoc) de Tucumán, indica la ocurrencia de heladas -de distinta severidad- en prácticamente toda el área cañera de la provincia.
Su incidencia fue bastante generalizada concluyen los investigadores. Resultaron, en general, con daños de mayor importancia los lotes ubicados: a) en el Este y Sur de la provincia; b) los lotes con variedades distintas a LCP 85-384, y c) los cañaverales que presentan un menor nivel de producción y/o volcados.
También, las yemas se han visto dañadas en grado variable por las heladas registrada, desde casos con sólo el brote guía dañado, llegando a situaciones extremas, donde prácticamente todas las yemas resultaron afectadas.
"Semilla" en problemas
Esto hace suponer que muchos de los cañaverales que iban a ser destinados a "caña semilla", pueden haber perdido su condición de "semilleros" y, por lo tanto, deberán ser enviados a la fábrica (a los ingenios).
En función de la intensidad, duración y frecuencia de las heladas registradas, es de esperar importantes daños que afecten su valor como "caña semilla", como así también la calidad de la materia prima para la producción de azúcar.
Nivel de daño
Para conocer, con mayor exactitud, el nivel de daño sufrido por el cañaveral, se recomienda, en este sentido, realizar una monitoreo cuidadoso de los lotes afectados, tanto "semilleros" como "comerciales".
Una forma de evaluar el nivel de daño de los diferentes lotes es a través de la cantidad de entrenudos afectados y su condición de deterioro, para establecer una prioridad de cosecha y para determinar el nivel de despuntado, que resulte más apropiado para optimizar la calidad y minimizar las pérdidas de azúcar.
Organización
Es importante comentar que los efectos negativos pueden llegar a resultar más severos. Como consecuencia del retraso que lleva en estos momentos la zafra, como asimismo la cantidad total de caña disponible para molienda (incremento asociado con la expansión del área cañera registrada estos últimos años).
Tanto el grado de organización de la cosecha, como la planificación de la zafra, pensando en la ocurrencia de heladas, pueden resultar decisivos para disminuir el impacto negativo del frío.
En Tucumán, la ocurrencia de heladas severas provoca pérdidas de la producción de azúcar de entre un 10% y un 25%, derivadas de la reducción de la cantidad de caña y, especialmente, del deterioro de la calidad de la materia prima que se procesa y de las dificultades que el deterioro provoca en la recuperación fabril de azúcar.
Además, el frío limita la disponibilidad de "caña semilla" apta para la realización de las renovaciones.
Los efectos de las bajas temperaturas sobre el cañaveral son variables, y dependen, principalmente, de la intensidad y duración de las heladas, de la localización de los lotes, de la variedad implantada, del nivel de crecimiento y producción y del grado de vuelco.
Grado de severidad
En la tabla adjunta (foto superior) se muestran los efectos provocados por las heladas en el cañaveral, según el grado de severidad de las heladas, en distintos momentos del año, entre julio y octubre de caña año.
El reporte publicado recientemente por la Sección Agrometeorología de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (Eeaoc) de Tucumán, indica la ocurrencia de heladas -de distinta severidad- en prácticamente toda el área cañera de la provincia.
Su incidencia fue bastante generalizada concluyen los investigadores. Resultaron, en general, con daños de mayor importancia los lotes ubicados: a) en el Este y Sur de la provincia; b) los lotes con variedades distintas a LCP 85-384, y c) los cañaverales que presentan un menor nivel de producción y/o volcados.
También, las yemas se han visto dañadas en grado variable por las heladas registrada, desde casos con sólo el brote guía dañado, llegando a situaciones extremas, donde prácticamente todas las yemas resultaron afectadas.
"Semilla" en problemas
Esto hace suponer que muchos de los cañaverales que iban a ser destinados a "caña semilla", pueden haber perdido su condición de "semilleros" y, por lo tanto, deberán ser enviados a la fábrica (a los ingenios).
En función de la intensidad, duración y frecuencia de las heladas registradas, es de esperar importantes daños que afecten su valor como "caña semilla", como así también la calidad de la materia prima para la producción de azúcar.
Nivel de daño
Para conocer, con mayor exactitud, el nivel de daño sufrido por el cañaveral, se recomienda, en este sentido, realizar una monitoreo cuidadoso de los lotes afectados, tanto "semilleros" como "comerciales".
Una forma de evaluar el nivel de daño de los diferentes lotes es a través de la cantidad de entrenudos afectados y su condición de deterioro, para establecer una prioridad de cosecha y para determinar el nivel de despuntado, que resulte más apropiado para optimizar la calidad y minimizar las pérdidas de azúcar.
Organización
Es importante comentar que los efectos negativos pueden llegar a resultar más severos. Como consecuencia del retraso que lleva en estos momentos la zafra, como asimismo la cantidad total de caña disponible para molienda (incremento asociado con la expansión del área cañera registrada estos últimos años).
Tanto el grado de organización de la cosecha, como la planificación de la zafra, pensando en la ocurrencia de heladas, pueden resultar decisivos para disminuir el impacto negativo del frío.
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