Hubo lugar para dos

Cuanto cuesta encontrar a algún jugador que se destaque en un partido tan apretado como el que jugaron Huirapuca y Cardenales. No solo premiarlo, sino también elegirlo por sus virtudes y cómo las utilizó.

Al partido lo ganó Cardenales, pero es difícil no distinguir a un jugador por equipo más cuando el titulo es para dos. Los "purpurados" tenían 11 años sin llevarse el máximo premio y Huirapuca estaba a 10 años de su último logro.

Cuanto peso tenía Eric Odstrcil antes del partido. No solo debía reemplazar a quien por varias temporadas fue el apertura, sino también porque el título ya era una necesidad. "Cuando uno llega a Primera, en algún momento, uno quiere salir campeón y por suerte se dio. Además, pude jugar con un hermano en el mismo equipo", reconoció Odstrcil. "Esto es hermoso porque entrás a la cancha con un grupo de amigos que buscan el mismo objetivo; no tiene precio porque no cualquiera lo puede vivir", agregó.

"El peso de no ser campeón, Cardenales lo traía hace tiempo y esto alivia la carga de tantos años. Se nos tenía que dar porque trabajamos mucho para llegar y siempre estuvimos cerca", explicó, emocionado, Odstrcil.

Macario Villaluenga puso todo desde el comienzo. Tenía en claro que la oportunidad no se podía escapar ante su público. Por eso no llamó la atención que el jugador de Huirapuca, desde el comienzo, estuviera firme, potente e incisivo. Había que tener todas la luces prendidas y en eso Macario no falló.

"Esto es lo mejor que le podemos dar al club. Es el sueño que teníamos y si tuvimos que compartir el título es lo más justo porque es un rival durísimo", detalló el wing concepcionense. A la hora de los reconocimientos, Villaluenga no mezquinó elogios y dijo: "esto es también para los dirigentes, por todo que hacen".

Se cierra la última página del torneo y deja a dos equipos conformes o al menos disfrutando de este título que en el 2013 fue para dos.