El G-20 admitió que la recuperación es lenta

La Presidenta reclamó leyes que organicen el sistema de quiebras internacionalesEn el documento final, los líderes también destacaron avances. Los mandatarios de países desarrollados y emergentes insistieron en la importancia de generar empleo genuino y de combatir la evasión fiscal y la corrupción.

FOTO FAMILIAR. Cristina Fernández posó en la tradicional imagen de la cumbre, junto al resto de los mandatarios. REUTERS FOTO FAMILIAR. Cristina Fernández posó en la tradicional imagen de la cumbre, junto al resto de los mandatarios. REUTERS
07 Septiembre 2013

Romina López de Rosa

Agencia DPA

SAN PETERBURGO, Rusia.- Los líderes del G-20 aprobaron ayer la declaración final de San Petersburgo, en la que destacaron los avances logrados, pero subrayaron que aún queda mucho por hacer, sobre todo en lo relacionado al crecimiento sustentable, a la creación de empleo y a la lucha contra la evasión fiscal. Respecto de esta problemática, los mandatarios que participaron de la reunión acordaron iniciar, a partir de finales de 2015, el intercambio de información de manera automática para evitar las prácticas por las que las empresas multinacionales evitan pagos al fisco, y traslada sus ganancias de un país a otro.

"En un mundo con cada vez menos fronteras es esencial reforzar la cooperación internacional en asuntos impositivos para garantizar la integridad de los sistemas fiscales nacionales y para mantener la confianza en los gobiernos", afirmó el Plan de Acción aprobado por los líderes. La base para el intercambio serán las medidas propuestas en febrero de este año por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), con el propósito de reducir las prácticas fiscales que permitan evadir la tributación que, incluso siendo legales, se consideran ilegítimas por los fondos que restan a los países donde se producen las ganancias.

Sobre la base de este informe, la cumbre del G-20 creó el proyecto G20/OCDE BEPS para diseñar las reformas. Uno de los puntos clave es el establecimiento de retenciones en origen. El grupo económico decidió ampliar sus controles contra el llamado "sector bancario en la sombra", las entidades financieras con funciones similares a los bancos, pero que no están sometidas a los controles que se exige a éstos últimos. Además, los líderes decidieron prorrogar el régimen de rechazo al proteccionismo hasta 2016, una medida que adoptaron en su primera cumbre de 2008, en medio de la crisis financiera. "Nuestra necesidad más urgente es aumentar el ritmo de la recuperación global, generar un mayor crecimiento y mejores empleos, y reforzar los fundamentos de un crecimiento a largo plazo para evitar las políticas que puedan debilitar la recuperación, o que promuevan el crecimiento a expensas de otros países", señaló el texto de la declaración final.

Avances y retrocesos
Los presidentes de las veinte naciones más industrializadas y emergentes destacan los avances que se han producido en Europa y el crecimiento que se registra en Estados Unidos y en Japón, pero identificaron como principales riesgos para el crecimiento el desempleo persistente, en especial entre los jóvenes y la fragmentación de mercados en el Viejo Continente. También reconocieron como riesgos el crecimiento más lento en algunas economías emergentes, que se refleja en algunos casos en la volatilidad de los flujos de capital, de los precios de las materias primas y en condiciones financieras más difíciles.

El documento menciona también el alto endeudamiento de muchos países, la insuficiente inversión privada, el desequilibrio en la demanda global y la incertidumbre en torno a las deliberaciones sobre política fiscal. Por último, el texto también subrayó el papel clave del comercio internacional y pidió avances sustantivos en el marco de la Organización Mundial de Comercio (OMC). La próxima Cumbre del G-20 se celebrará el año que viene en Brisbane, Australia. (DPA)

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Cristina propuso que se regulen las reestructuraciones de deuda

BUENOS AIRES.- La presidenta, Cristina Fernández, volvió a insistir ayer con la necesidad de que se regule el sistema global en materia de reestructuración de deudas soberanas. "Esto se hace más que evidente, todo país organizado jurídicamente tiene un sistema de quiebras de empresas", dijo tras su participación en la Cumbre del G-20, que se desarrolló en Rusia. La mandataria calificó de "muy positivo" el saldo final de las conversaciones llevadas adelante por los países que integran el Grupo, y recalcó los cambios que contiene el documento final respecto de los encuentros anteriores.

Luego, vía Twitter, la Jefa de Estado volvió a proponer que se apruebe "una ley de quiebras internacional" y se refirió a la reestructuración de la deuda argentina. "La gran pregunta es si la Corte Suprema de EEUU decide sobre una deuda reestructurada en 93% y que comprende a acreedores de todo el mundo", publicó. También dio cuenta de la reunión que mantuvo con el primer ministro de Japón, Shinzo Abe, con quien habló sobre la reapertura del canje. "Prácticamente todos los pequeños ahorristas italianos y japoneses quedaron fuera del primer canje de 2005 y, en 2010, ingresaron todos los pequeños bonistas italianos y el 99% de los japoneses", añadió.

Se esperaba ayer que el Gobierno redacte dos nuevas apelaciones ante la Justicia de Nueva York. En la madrugada de hoy vence el plazo legal para que el país le pida a los tres jueces que rechazaron la propuesta, una revisión de esa orden, y al mismo tiempo eleve una solicitud para que el fallo sea estudiado por los 13 magistrado del Distrito -acto judicial que se denomina en banc. (Télam-DyN)

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