UCIT ratificó el pedido de un fondo anticrisis

Las precipitaciones fueron, hasta ahora, de baja incidencia en lotes, según especialistas. Se registraron tormentas con acumulaciones de agua de entre 20 y 25 milímetros, según los registros de la Eeaoc

EN MEDIO DEL BARRO. El agua que cayó el fin de semana no ha logrado revertir el déficit hídrico de los cañaverales y otros cultivos de la provincia. LA GACETA / FOTO DE FRANCO VERA EN MEDIO DEL BARRO. El agua que cayó el fin de semana no ha logrado revertir el déficit hídrico de los cañaverales y otros cultivos de la provincia. LA GACETA / FOTO DE FRANCO VERA
17 Septiembre 2013

Las lluvias registradas el fin de semana "aplacaron" la atmósfera y aliviaron a la población, pero no sirvieron, hasta ahora, para revertir los daños de la sequía en los cultivos. En esto coincidieron especialistas en agrometeorología y referentes del sector agrícola de la provincia, tras las jornadas de precipitaciones en el territorio provincial.

"Fueron lluvias de bajos volúmenes. Sirve para aplacar la tierra y eliminar el polvo que permanecía en la atmósfera. Pero desde el punto de vista agrícola, el aporte es bajo y no es sustantivo para generar humedad en los suelos. Fueron lluvias de poca significación", dijo Jorge Scandaliaris, jefe de la sección Caña de Azúcar de la Estación Experimental "Obispo Colombres" (Eeaoc).

El técnico de la entidad comentó que la tormenta podría haber generado la suspensión de la cosecha de caña en distintos lotes de la provincia, lo que atrasaría la zafra. "La intención es avanzar con la campaña, teniendo en cuenta las consecuencias de las heladas (registradas entre junio y julio)", destacó el directivo.

"Hasta que no paren las lluvias, no se podrán determinar la intensidad y la duración, con el fin de analizar las incidencias en el suelo", expresó.

Según los registros de la Eeaoc, los mayores niveles de precipitaciones se detectaron en la zona del pedemonte, donde se registraron entre 20 y 25 milímetros, como ocurrió en Lules. Pero también hubo registros variados de entre 10 y 25 milímetros.

En el área de llanuras se observaron entre 2 y 5 milímetros promedio el fin de semana, y también entre 2,5 y otras 4,5, según el relevamiento oficial.

"Fueron lluvias generales, aunque pocas para algunas zonas. A la campaña seca que tuvimos, se le debe sumar el déficit estacional por las bajas precipitaciones de septiembre. Entre julio y agosto, las lluvias escasean. Estas precipitaciones sirvieron para que se limpie el ambiente y refresque", expresó Jorge Forciniti, de la sección Agrometeorología de la Eeaoc. Juan Rubén Pedraza, técnico del Observatorio Meteorológico del INTA Famaillá, remarcó que las lluvias más importantes se esperan a partir de la primera quincena de octubre.

Según el especialista, las mediciones reflejaron que en total cayeron unos 14,4 milímetros en la zona metropolitana, aunque lo normal para la estación es de 26,7 milímetros. "Vamos superando el 50%", agregó Pedraza.

"Las precipitaciones no solucionan el problema del campo actual, el déficit hídrico. Son un paliativo importante", finalizó.

Las lluvias alivian el ambiente, pero aún no reviven

La asociación civil Unión Cañeros Independientes de Tucumán (UCIT) ratificó en una nota elevada al gobernador, José Alperovich, el pedido para que el Poder Ejecutivo declare el estado de Emergencia Agropecuaria y Cañera. En el texto, los representantes de la entidad, Sergio Fara (presidente) y Vicente Sal (tesorero), plantearon además que el Gobierno nacional promueva la creación de una comisión "para trabajar sobre el funcionamiento de un fondo anticrisis permanente". La UCIT le había enviado una nota similar al ministro de Producción, Jorge Feijóo, según el pedido realizado al gobernador el viernes pasado. En la Legislatura, además, se presentó un proyecto de ley (de Ariel García y Federico Romano Norri -UCR-, Roque Álvarez, Gregorio García Biagosch -PJ-, y Nancy Bulacio y Andrés Galván -PT-) que busca enfatizar la asistencia a los pequeños productores cañeros.

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