Cristina Fernández: "Lo único que no se puede permitir Argentina es no pagar"

La Presidenta, en la previa de su exposición ante la Asamblea General de la ONU, ratificó la posición del país frente al reclamo de los "fondos buitre". Encuentro con Dilma.

TELAM TELAM
24 Septiembre 2013

NUEVA YORK, Estados Unidos.- La presidenta Cristina Fernández de Kirchner aseguró que "lo único que no se puede permitir Argentina es no pagar" la deuda externa y confirmó que en su discurso de hoy ante la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU), ratificará la posición del Gobierno frente al reclamo de los holdouts o "fondos buitre".

En este sentido, la mandataria aseguró: "Si no es tenida en cuenta" la tercera propuesta de reapertura de canje de la deuda, el Gobierno va a pagar igualmente en término y moneda que se pactó con los bonistas que sí adhirieron al canje". Fernández, al hablar desde Nueva York, consideró que es una paradoja que la Argentina, que "duramente muchísimo tiempo había sido una deudora serial, ahora es una pagadora serial a la que no la quieren dejar pagar", informó DyN.

La referencia tiene que ver con el fallo de la Corte de Apelaciones de Nueva York, que obliga a la Argentina a pagar U$S 1.500 millones a los que no ingresaron a los dos canjes y que pone en peligro los pagos de la deuda renegociada.

Encuentro con Dilma
La cita con la presidenta brasileña Dilma Roussef para acordar una estrategia común en la asamblea de las Naciones Unidas (ONU) fue la actividad central de Cristina Fernández ayer en Nueva York. Al anticipar lo que será una de sus líneas argumentales cuando hoy exponga ante la asamblea, la Presidenta aseguró que la espada de Damocles que pende sobre la estrategia de defensa del gobierno contra los acreedores "no es un problema de la Argentina, sino del mundo entero".

Los comentarios de la mandataria se hicieron en la puerta del hotel en donde se encuentra Dilma, hasta donde se trasladó para visitarla. Fue en la misma ocasión en que ponderó el plantón que acaba de darle a Barack Obama al "postergar" su visita de Estado a este país por las denuncias de espionaje a Brasil por parte de la agencia de inteligencia norteamericana. "Lo suyo fue un gesto de dignidad", elogió, según Reuters.

Ninguna de las dos participó luego en la cena que el norteamericano, en su calidad de anfitrión en la ciudad, ofrecía a los presidentes llegados a Nueva York. "Dilma está enojadísima", era el comentario en la puerta del establecimiento.

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