28 Noviembre 2013
PREOCUPACIÓN. Los vecinos de Simoca vieron alterada la tranquilidad de su rutina por los últimos asaltos. LA GACETA / FOTOS DE OSVALDO RIPOLL
CONCEPCIÓN.- Un nuevo asalto con secuestro cometido a 48 horas de otro caso similar, se produjo ayer a la madrugada en Simoca. El empresario panadero Oscar Alfredo Bustamante (foto), de 61 años, fue mantenido cautivo durante más de una hora, sufrió golpes en su rostro, y finalmente lo abandonaron en Manuela Pedraza, tres kilómetros al sur de ese municipio.
El asalto tuvo características similares al que sufrió el lunes Hugo Darío Pedraza (propietario de una heladería), a quien tres encapuchados con armas de fuego le arrebataron $ 4.000, después de mantenerlo secuestrado cerca de cuatro horas ára luego dejarlo a orillas de la ruta 157, en Monteagudo.
También Bustamante fue atacado ayer por tres hombres armados, aunque con la diferencia de que estos tenían los rostros descubiertos. Fue a la 1.30 en la puerta de su casa, que está en Rivadavia 925, cuando regresaba en un VW Surán desde la capital.
"Estaba por abrir el portón del garaje cuando un hombre me sorprendió apuntándome con un revólver a la cabeza. Enseguida aparecieron otros dos. Me empujaron hacia adentro de mi vivienda y ahí me exigieron a gritos que les diera toda la plata de que disponía. Les dije que sólo tenía $ 700. Entonces uno me contestó: '¡no puede ser, porque tenés una panadería!'", relató Bustamante, quien está separado y vive solo.
Una dura amenaza
Aún aterrorizado por la experiencia vivida, el hombre contó además que los delincuentes, que tenían entre 22 y 26 años, al no conseguir que les diera más dinero, lo amenazaron con matarlo. "¡Andá, llevalo en su auto y hacelo boleta en Manuela Pedraza!", ordenó uno de ellos a otro de sus cómplices, según el relato que dio Bustamante a LA GACETA.
"Fue entonces que reaccioné y le dije al que supuestamente me iba a ejecutar que le iba a dar toda la plata que tenía guardada: eran $17.000. Les di el dinero, pero igual siguieron pegándome", recordó la víctima. " '¡Por hijo de p.. ahora igual te vamos a matar! ¡Metele un tiro!', volvió a ordenar otro. Les supliqué que no me hicieran nada. Pensaba en mis hijas, que viven en Buenos Aires", agregó.
Los ladrones insistieron con las amenazas de muerte contra Bustamante. El panadero fue subido a su auto por la fuerza, y uno de los delincuentes condujo el vehículo. Los otros dos los siguieron en otro auto de color rojo.
"Les suplicaba que no me hicieran nada y que se llevaran el vehículo. El corazón me quería salir por la boca", contó la víctima. Al final, los asaltantes dejaron a Bustamante abandonado en la localidad de Manuela Pedraza y unos 300 metros más adelante quedó el VW Surán.
"Tenía un celular en el bolsillo de atrás, y por suerte los asaltantes no se dieron cuenta. De inmediato llamé a la Policía, que me fue a buscar", dijo el comerciante, que tiene su panadería en 25 de Mayo 140. "Todavía estoy temblando por lo que pasé. Fue de terror. Parecían dispuestos a matarme", dijo.
La respuesta policial
Al panadero le llamó la atención que los delincuentes portaban pistolas nueve milímetros y otras de grueso calibre. Félix Concha, jefe de la comisaría de Simoca, admitió que no hay certezas de que quienes atacaron a Bustamante sean los mismos hombres que actuaron contra Pedraza el fin de semana, a pesar de que el modus operandi fue similar.
"Es probable que se trate de las mismas personas. Pero lo curioso es que esta vez actuaron con el rostro descubierto. Sospechamos que en ambos casos los delincuentes querían llevarse principalmente los autos. Y no lo lograron por el rápido operativo cerrojo que montamos", dijo el comisario Concha.
"Hay un despliegue importante de efectivos de la regional Sur para dar con los asaltantes. En este último caso se tomaron muestras de huellas dactilares y de cigarrillos que fumaron los ladrones", informó. "Se trabaja sin descanso y así logramos esclarecer varios hechos delictivos registrados en esta zona", afirmó el jefe policial. Sin embargo, los dos asaltos generaron conmoción entre los simoqueños.
El asalto tuvo características similares al que sufrió el lunes Hugo Darío Pedraza (propietario de una heladería), a quien tres encapuchados con armas de fuego le arrebataron $ 4.000, después de mantenerlo secuestrado cerca de cuatro horas ára luego dejarlo a orillas de la ruta 157, en Monteagudo.
También Bustamante fue atacado ayer por tres hombres armados, aunque con la diferencia de que estos tenían los rostros descubiertos. Fue a la 1.30 en la puerta de su casa, que está en Rivadavia 925, cuando regresaba en un VW Surán desde la capital.
"Estaba por abrir el portón del garaje cuando un hombre me sorprendió apuntándome con un revólver a la cabeza. Enseguida aparecieron otros dos. Me empujaron hacia adentro de mi vivienda y ahí me exigieron a gritos que les diera toda la plata de que disponía. Les dije que sólo tenía $ 700. Entonces uno me contestó: '¡no puede ser, porque tenés una panadería!'", relató Bustamante, quien está separado y vive solo.
Una dura amenaza
Aún aterrorizado por la experiencia vivida, el hombre contó además que los delincuentes, que tenían entre 22 y 26 años, al no conseguir que les diera más dinero, lo amenazaron con matarlo. "¡Andá, llevalo en su auto y hacelo boleta en Manuela Pedraza!", ordenó uno de ellos a otro de sus cómplices, según el relato que dio Bustamante a LA GACETA.
"Fue entonces que reaccioné y le dije al que supuestamente me iba a ejecutar que le iba a dar toda la plata que tenía guardada: eran $17.000. Les di el dinero, pero igual siguieron pegándome", recordó la víctima. " '¡Por hijo de p.. ahora igual te vamos a matar! ¡Metele un tiro!', volvió a ordenar otro. Les supliqué que no me hicieran nada. Pensaba en mis hijas, que viven en Buenos Aires", agregó.
Los ladrones insistieron con las amenazas de muerte contra Bustamante. El panadero fue subido a su auto por la fuerza, y uno de los delincuentes condujo el vehículo. Los otros dos los siguieron en otro auto de color rojo.
"Les suplicaba que no me hicieran nada y que se llevaran el vehículo. El corazón me quería salir por la boca", contó la víctima. Al final, los asaltantes dejaron a Bustamante abandonado en la localidad de Manuela Pedraza y unos 300 metros más adelante quedó el VW Surán.
"Tenía un celular en el bolsillo de atrás, y por suerte los asaltantes no se dieron cuenta. De inmediato llamé a la Policía, que me fue a buscar", dijo el comerciante, que tiene su panadería en 25 de Mayo 140. "Todavía estoy temblando por lo que pasé. Fue de terror. Parecían dispuestos a matarme", dijo.
La respuesta policial
Al panadero le llamó la atención que los delincuentes portaban pistolas nueve milímetros y otras de grueso calibre. Félix Concha, jefe de la comisaría de Simoca, admitió que no hay certezas de que quienes atacaron a Bustamante sean los mismos hombres que actuaron contra Pedraza el fin de semana, a pesar de que el modus operandi fue similar.
"Es probable que se trate de las mismas personas. Pero lo curioso es que esta vez actuaron con el rostro descubierto. Sospechamos que en ambos casos los delincuentes querían llevarse principalmente los autos. Y no lo lograron por el rápido operativo cerrojo que montamos", dijo el comisario Concha.
"Hay un despliegue importante de efectivos de la regional Sur para dar con los asaltantes. En este último caso se tomaron muestras de huellas dactilares y de cigarrillos que fumaron los ladrones", informó. "Se trabaja sin descanso y así logramos esclarecer varios hechos delictivos registrados en esta zona", afirmó el jefe policial. Sin embargo, los dos asaltos generaron conmoción entre los simoqueños.