03 Enero 2014
SIN VUELOS. El aeropuerto de La Guardia se encuentra cerrado debido a la tormenta. REUTERS
NUEVA YORK, Estados Unidos.- Una gran tormenta de nieve azotaba el viernes el noreste de Estados Unidos, causando retrasos y cancelaciones de 2.000 vuelos y paralizando los viajes por carretera.
La primera gran tormenta del invierno boreal del 2014, que también llevó al cierre de escuelas y oficinas del Gobierno, ha generado temperaturas gélidas y fuertes vientos desde la parte baja del Valle de Misisipi hasta la costa atlántica, con cerca de 60 centímetros de nieve en algunas áreas de Massachusetts.
Gran parte del noreste sufrió fuertes nevadas y la temperatura descendió bruscamente el jueves por la noche y la madrugada del viernes, dijo Jared Guyer, un meteorólogo del Servicio Meteorológico Nacional.
Aún nevaba en algunas partes, como en Boston, "pero probablemente ya pasamos el punto crítico en términos de intensidad en este momento", dijo Guyer, y añadió que el frío y el viento continuaban. Unos 1.550 vuelos fueron cancelados y 431 retrasados en las primeras horas del viernes, según FlightAware.com.
El aeropuerto John F. Kennedy de Nueva York suspendió sus operaciones, y las tres terminales aéreas de la ciudad preparaban cientos de catres para los pasajeros demorados.
El aeropuerto internacional de Boston dijo que hasta un cuarto de sus vuelos programados fueron cancelados el jueves.
El edificio de Naciones Unidas en Nueva York y las cortes federales en Nueva Jersey cerraron, al igual que las escuelas públicas en Nueva York, Hoboken, Jersey City (en Nueva Jersey) y en Boston y Providence, Massachusetts.
La tormenta plantea el primer gran reto para el nuevo alcalde de Nueva York, Bill de Blasio. Los problemas derivados de tormentas de nieve han provocado estragos políticos para alcaldes de la ciudad más grande de Estados Unidos durante décadas.
El alcalde dijo en un comunicado que unos 2.500 quitanieves estaban en las calles de la ciudad más grande de Estados Unidos e instó a los neoyorquinos a quedarse en casa. "Esta ha sido y continúa siendo una tormenta peligrosa", dijo de Blasio.
La Oficina de Personal dijo a miles de trabajadores federales en Washington que podían cumplir sus tareas desde casa o tomar el día libre debido a la tormenta.
Un trabajador de la ciudad de Filadelfia murió después de que una máquina que estaba usando fue aplastada por un montículo de roca de sal utilizada para el deshielo, informó NBC News.
En Chicago, un hombre estaba en estado crítico después de que fue sacado por los bomberos de las aguas heladas del Lago Michigan. (Reuters)
La primera gran tormenta del invierno boreal del 2014, que también llevó al cierre de escuelas y oficinas del Gobierno, ha generado temperaturas gélidas y fuertes vientos desde la parte baja del Valle de Misisipi hasta la costa atlántica, con cerca de 60 centímetros de nieve en algunas áreas de Massachusetts.
Gran parte del noreste sufrió fuertes nevadas y la temperatura descendió bruscamente el jueves por la noche y la madrugada del viernes, dijo Jared Guyer, un meteorólogo del Servicio Meteorológico Nacional.
Aún nevaba en algunas partes, como en Boston, "pero probablemente ya pasamos el punto crítico en términos de intensidad en este momento", dijo Guyer, y añadió que el frío y el viento continuaban. Unos 1.550 vuelos fueron cancelados y 431 retrasados en las primeras horas del viernes, según FlightAware.com.
El aeropuerto John F. Kennedy de Nueva York suspendió sus operaciones, y las tres terminales aéreas de la ciudad preparaban cientos de catres para los pasajeros demorados.
El aeropuerto internacional de Boston dijo que hasta un cuarto de sus vuelos programados fueron cancelados el jueves.
El edificio de Naciones Unidas en Nueva York y las cortes federales en Nueva Jersey cerraron, al igual que las escuelas públicas en Nueva York, Hoboken, Jersey City (en Nueva Jersey) y en Boston y Providence, Massachusetts.
La tormenta plantea el primer gran reto para el nuevo alcalde de Nueva York, Bill de Blasio. Los problemas derivados de tormentas de nieve han provocado estragos políticos para alcaldes de la ciudad más grande de Estados Unidos durante décadas.
El alcalde dijo en un comunicado que unos 2.500 quitanieves estaban en las calles de la ciudad más grande de Estados Unidos e instó a los neoyorquinos a quedarse en casa. "Esta ha sido y continúa siendo una tormenta peligrosa", dijo de Blasio.
La Oficina de Personal dijo a miles de trabajadores federales en Washington que podían cumplir sus tareas desde casa o tomar el día libre debido a la tormenta.
Un trabajador de la ciudad de Filadelfia murió después de que una máquina que estaba usando fue aplastada por un montículo de roca de sal utilizada para el deshielo, informó NBC News.
En Chicago, un hombre estaba en estado crítico después de que fue sacado por los bomberos de las aguas heladas del Lago Michigan. (Reuters)
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