11 Enero 2014
EN ALEPO. Civiles y milicianos rebeldes marchan por las calles de la ciudad, en protesta contra el Gobierno. reuters
BEIRUT.- Unas 500 personas murieron en los combates registrados en Siria en los últimos días entre rebeldes y miembros del ISIS, un grupo yihadista cercano a Al Qaeda, mientras el presidente de la Cruz Roja visitó el país para pedir mayor acceso a los trabajadores humanitarios. Entre los muertos hay 85 civiles, 21 de los cuales fueron ejecutados por el Estado Islámico en Irak y Siria (ISIS), según reveló el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos.
Los choques entre las fuerzas opositoras, lideradas por el Ejército Libre de Siria, y los milicianos del ISIS se registraron en el norte y este del país. El Observatorio acusó a ambas partes de ejecutar prisioneros.
Un activista de la revolución, que fue tomado como prisionero durante 38 días por los terroristas del ISIS, relató al diario “Al Hayat” algunas de las atrocidades que vivió mientras estuvo preso en la localidad de Al Dana, en la provincia de Idlib, junto con 13 kurdos y dos cristianos armenios. Según su relato, un día los terroristas colocaron la cabeza ensangrentada de un hombre en la celda. “Nos obligaron a tomar la cabeza por las orejas y a calcular su peso”, dijo el activista, que huyó a Turquía. Entre los terroristas de ISIS había extranjeros de Irak, Túnez y Egipto, señaló.
Los combatientes del ISIS lograron avanzar en Al Raqqa, en el, pero perdieron territorio en las provincias de Alepo e Idlib, en el norte. El Observatorio indicó que insurgentes del ISIS capturaron durante la noche una importante base del Frente Al Nusra, un grupo yihadista que combate junto a los rebeldes, en Al Raqqa. Los ataques del ISIS contra rivales, así como secuestros de activistas opositores llevaron a que en los últimos meses haya una indignación generalizada contra el grupo, cuya formación fue anunciada en abril por el líder iraquí de Al Qaeda, Abu Bakr al Baghdadi.
En los tres años que lleva el conflicto en Siria, varios grupos radicales impusieron la ley islámica en áreas bajo su control, lo que despertó el temor de que el país se convierta en un semillero de micilianos islamistas. “Por primera vez vemos a Al Qaeda combatiendo a Al Qaeda. Esto dividirá a todo el movimiento yihadista”, dijo Mohamed Abu Rumman del Centro Jordano de Estudios Estratégicos. Detrás de la división estaba el deseo de utilizar Siria como nueva base para operaciones y de impulsar una guerra contra el gobierno chiita en Irán y su aliado Hezbollah, la milicia libanesa que envió combatientes en apoyo del presidente Bashar Al Assad. (DPA-Télam)
Los choques entre las fuerzas opositoras, lideradas por el Ejército Libre de Siria, y los milicianos del ISIS se registraron en el norte y este del país. El Observatorio acusó a ambas partes de ejecutar prisioneros.
Un activista de la revolución, que fue tomado como prisionero durante 38 días por los terroristas del ISIS, relató al diario “Al Hayat” algunas de las atrocidades que vivió mientras estuvo preso en la localidad de Al Dana, en la provincia de Idlib, junto con 13 kurdos y dos cristianos armenios. Según su relato, un día los terroristas colocaron la cabeza ensangrentada de un hombre en la celda. “Nos obligaron a tomar la cabeza por las orejas y a calcular su peso”, dijo el activista, que huyó a Turquía. Entre los terroristas de ISIS había extranjeros de Irak, Túnez y Egipto, señaló.
Los combatientes del ISIS lograron avanzar en Al Raqqa, en el, pero perdieron territorio en las provincias de Alepo e Idlib, en el norte. El Observatorio indicó que insurgentes del ISIS capturaron durante la noche una importante base del Frente Al Nusra, un grupo yihadista que combate junto a los rebeldes, en Al Raqqa. Los ataques del ISIS contra rivales, así como secuestros de activistas opositores llevaron a que en los últimos meses haya una indignación generalizada contra el grupo, cuya formación fue anunciada en abril por el líder iraquí de Al Qaeda, Abu Bakr al Baghdadi.
En los tres años que lleva el conflicto en Siria, varios grupos radicales impusieron la ley islámica en áreas bajo su control, lo que despertó el temor de que el país se convierta en un semillero de micilianos islamistas. “Por primera vez vemos a Al Qaeda combatiendo a Al Qaeda. Esto dividirá a todo el movimiento yihadista”, dijo Mohamed Abu Rumman del Centro Jordano de Estudios Estratégicos. Detrás de la división estaba el deseo de utilizar Siria como nueva base para operaciones y de impulsar una guerra contra el gobierno chiita en Irán y su aliado Hezbollah, la milicia libanesa que envió combatientes en apoyo del presidente Bashar Al Assad. (DPA-Télam)