15 Enero 2014
DYN
BUENOS AIRES.- El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, advirtió esta mañana que respecto a las denuncias por presuntas irregularidades en la Sedronar, "cada funcionario se debe hacer cargo de sus responsabilidades" porque la presidenta Cristina Fernández de Kirchner "no otorga patente de corso" a cada colaborador.
De esta manera, Capitanich respondió a las recientes denuncias públicas efectuadas por el secretario de Programación para la Prevención de la Drogadicción y la Lucha contra el Narcotráfico (Sedronar), Juan Carlos Molina, sobre presuntas irregularidades detectadas en ese organismo.
En la tradicional conferencia de prensa que brinda en la Casa de Gobierno, Capitanich confirmó que ocho miembros de la administración anterior de la Sedronar presentaron sus renuncias y ya fueron aceptadas, mientras que otras 14 pasaron a la policía Aeroportuaria, y a tres no se les renovó el contrato.
¿Qué era la "patente de corso"?
La patente de corso (del latín cursus, "carrera") era un documento entregado por los monarcas de las naciones o los alcaldes de las ciudades (en su caso las corporaciones municipales) por el cual el propietario de un navío tenía permiso de la autoridad para atacar barcos y poblaciones de naciones enemigas. De esta forma el propietario se convertía en parte de la marina del país o la ciudad expendedora, informó el sitio wikipedia.org
Las "patentes de corso" fueron muy utilizadas en la Edad Media y en la Edad Moderna cuando las naciones no podían costearse marinas propias o no lo suficientemente grandes. De esta forma Francia, Inglaterra y España las utilizaron ampliamente. También fueron utilizadas por las naciones americanas durante las guerras de Independencia. Se abolieron en 1856 en el Tratado de París, que dio fin a la guerra de Crimea.
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