Walter Schmidt - Columnista de DyN
BUENOS AIRES.- El jujeño Eduardo Fellner se probó en las últimas horas el traje de titular del PJ nacional que le ofreció la liga de gobernadores justicialistas e iniciará el camino hacia el 2015 con el objetivo de llevar a la Casa Rosada un nuevo Presidente peronista.
La designación del gobernador norteño tiene por objetivo que ningún presidenciable se apodere del partido, además de elegir a un dirigente de bajo perfil que “no levante olas ni enfrentamientos internos”, sino que mas bien “trabaje por la unidad en el partido”.
De esa manera, también el PJ a nivel nacional saldría de un largo ostracismo producto de la estrategia de Néstor Kirchner, primero, y de la indiferencia de Cristina Fernández, después.
Hasta el momento, los aspirantes a competir en las internas del PJ o del Frente para la Victoria para la Casa Rosada, son Daniel Scioli (vicepresidente a cargo de la presidencia del partido), Jorge Urribarri, Juan Manuel Urtubey y Florencio Randazzo. No obstante el mandatario bonaerense es quien ha cosechado más apoyos de parte de sus pares.
Así, en una lista imaginaria, en el sciolismo contabilizan el apoyo a la candidatura de “Scioli 2015” de José Luis Gioja (San Juan), Gildo Insfrán (Formosa), Francisco Pérez (Mendoza), Luis Beder Herrera (La Rioja) y Martín Buzzi (Chubut), este último el único que se manifestó públicamente.
“Amado es Cristina”, susurró un funcionario del gobierno nacional en uno de los pasillos de Casa Rosada, allá por abril del 2012, cuando el Vicepresidente enfrentó a los medios de comunicación con una declaración en la que deslindó cualquier responsabilidad sobre el caso judicial de la empresa Ciccone, que derivó en la eyección de un juez, un fiscal y un procurador general.
Cristina Fernández había monitoreado unas horas antes en Olivos cada palabra que Boudou debía decir, en una reunión con su vice. Sistemáticamente, a partir de ese día, los miembros del gobierno salían a respaldar a Boudou ante los micrófonos, denunciando a la “oposición” y a la “campaña mediática”.
Sin embargo, no pasó inadvertido la escueta pero clara referencia que el disciplinado jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, hizo esta mañana cuando le preguntaron sobre Boudou y su cada vez mas complicada situación: “Es una cuestión de carácter judicial”, dijo. La poco enfática defensa del Vicepresidente tiene una primera lectura: ¿Cristina Fernández le soltó la mano a Amado?
Como antecedente, aunque menor, aparece la situación de la ex ministra de Economía, Felisa Miceli, cuando se descubrió que en el baño de su despacho en el Palacio de Hacienda tenía una bolsa con dinero y, en un extraño allanamiento, fue encontrada por efectivos de la Policía Federal. Luego el hecho fue filtrado a la prensa y se judicializó, culminando con su procesamiento.
Por esos días Néstor Kirchner se negaba a entregar la cabeza de Miceli a los medios, la oposición y la Justicia. Tuvo el acompañamiento de Cristina pero, antes de lo pensado, la Presidenta dio un paso al costado y empezó a sugerirle al santacruceño que le soltara la mano. Kirchner no le hizo caso y siguió, empecinado, defendiéndola hasta que no pudo mas y debió reemplazarla. ¿Cristina tendrá la misma actitud con Boudou?
Un eventual procesamiento del Vicepresidente pondría al gobierno nacional en el foco de la tormenta, en una gestión alicaída por la situación económica, por la ausencia de Kirchner y por el desgaste de diez años. Quizás la decisión de la Presidenta, ante ese eventual escenario, ya esté tomada.