Los Moumni se despidieron de la sala de juicio

Los padres y hermanos de Houria Moumni partirán hoy de Salta para retornar a su país. En un comunicado, explicaron que sus compromisos laborales les impedían quedarse en Argentina y que seguirán el juicio por internet. Jean Michel Bouvier, padre de Cassandre, tuve un cruce con el tribunal y se retiró enojado de la sala. Luego se pidieron disculpas

DURA PARTIDA. Lahoucine y Zohra Moumni, padres de Houria, deben regresar a Francia por compromisos laborales. la gaceta / foto de diego aráoz   DURA PARTIDA. Lahoucine y Zohra Moumni, padres de Houria, deben regresar a Francia por compromisos laborales. la gaceta / foto de diego aráoz
30 Abril 2014
Fadil y Majid Moumni les estrecharon con firmeza la mano a los abogados Nicolás Ortiz y Federico Rodríguez Spuch. La audiencia había terminado, y los jóvenes se quedaron de pie a un costado mientras sus padres Lahoucine y Zohra abrazaban a los letrados. “Vamos a hacer todo lo que podamos para llegar a la verdad”, les prometió Rodríguez Spuch con lágrimas en sus ojos. Al lado, Hélene Kottak también lloraba.

Los familiares de Houria Moumni, una de las turistas francesas asesinadas en julio de 2011 en la Quebrada de San Lorenzo, asistieron ayer a la última audiencia que presenciarán del juicio que se sigue contra los sospechosos de haber violado y matado a su hija y a Cassandre Bouvier. Hoy a la mañana, a primera hora, partían rumbo a Francia.

A través de un comunicado de prensa que lleva la firma de los padres y los hermanos de Houria, los Moumni informaron que sus compromisos laborales los obligan a regresar a su país. “Seguiremos la continuidad del proceso a través de internet y en constante comunicación con nuestros abogados”, expresaron.

Los Moumni llegaron a Salta a fines de marzo junto a los familiares de Cassandre para presenciar el juicio oral que comenzó el 25 de marzo. Ese día, Lahoucine y Zohra declararon ante los jueces Ángel Longarte, Carlos Pucheta y Bernardo Ruiz.

“Los Moumni quisieron hacer un parte de prensa para explicar los motivos por los que regresan a su país. Es lo que tenían programado desde que arribaron a Salta”, dijo el abogado Ortiz. Pese al comunicado, el más chico de los hermanos de Houria, Majid, rompió ayer el silencio y, en castellano, dijo a la prensa que esperan que el caso se resuelva, que necesitan poder seguir con sus vidas y que tienen confianza en el tribunal y en sus abogados.

Majid, que trabaja en un banco en Francia y debe retornar al empleo el viernes, había llegado 10 días después que sus padres y su hermano Fadil, quienes no hablan castellano. La familia siempre cultivó el perfil bajo y nunca quisieron dar entrevistas. Incluso, Fadil trató de esconderse cada vez que un fotógrafo le apuntaba su cámara. “Confiamos plenamente en la seriedad e imparcialidad de los jueces del tribunal y aspiramos a que se haga justicia en este doloroso caso”, dijo la familia al cerrar el comunicado de prensa.

Un papel, retos y portazos
La despedida de los Moumni, sin embargo, no fue el principal hecho que protagonizaron los familiares de las víctimas. El testigo Francisco Ariel Tejeda lloraba mientras contaba cómo la Policía salteña lo había torturado, cuando el presidente del tribunal, Longarte, observó que un empleado judicial le acercaba un papel que le había dado Jean Michel Bouvier, el padre de Cassandre.

El hecho no pasó inadvertido para el juez, quien le pidió al querellante Rodríguez Spuch que hable con los familiares de las víctimas, y particularmente con Bouvier, porque no iba a tolerar esas actitudes. El padre de Cassandre se levantó ofuscado, se sacó los auriculares por los que escucha la traducción de las declaraciones y se retiró dando un portazo.

Longarte siguió hablándole a Rodríguez Spuch, recordando que el lunes Bouvier se había sacado los auriculares y los había arrojado fuerte sobre la mesa. En ese momento había estado declarando el ex secretario de Seguridad de Salta, Aldo Rogelio Saravia, quien prácticamente brindó un discurso político en vez de responder preguntas, lo que habría sacado de quicio al francés.

El vocal Pucheta interrumpió a Longarte y le aclaró que había observado que el papel que Bouvier le había hecho llegar al testigo se trataba de una servilleta que no tenía nada escrito.

Más tarde, luego de un cuarto intermedio y ya con Bouvier de nuevo en la sala, Rodríguez Spuch le manifestó al tribunal que el padre de Cassandre había querido tener un acto humanitario al acercarle un pañuelo a una persona que lloraba, y que pedía disculpas porque no quería faltarles el respeto a los jueces. “Yo también le pido disculpas”, manifestó Longarte, y la audiencia continuó.

Especulaciones
Fuentes judiciales comentaron que los jueces intentarán mantener el cronograma original del debate y que, de esa manera, la sentencia sería dictada el 16 de mayo. Sin embargo, los abogados no creen que se cumpla ese plazo. Ayer, el fiscal de Cámara Félix Elías deslizó que las audiencias podrían finalizar dentro de 20 a 30 días. Lo mismo opinó el abogado querellante Ortiz.

Hoy se realizará la última audiencia de esta semana y en la próxima sólo habría debate en los tres primeros días. El miércoles 7, en tanto, se realizaría la videoconferencia con España para la declaración de la dueña del hostal de Salta donde se habían alojado las francesas.

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