“Las reparaciones se hacen a medida, por eso no perduran”

“En la zona de Leales, la ruta nacional N°9 es la mejor de Tucumán, pero después, todos los caminos aledaños, están en muy mal estado, tanto las rutas pavimentadas -que dependen de la provincia-, con los caminos vecinales. Todos los años son los mismos problemas”, resumió el ingeniero Juan Carlos Morales, asesor agropecuario.

(Sobre la RN 9 existen dos puestos de peaje, en La Florida y en San Pedro de Colalao, que permiten mantener la ruta en buen estado)

“Las reparaciones se hacen a medida: se repara poco, por eso los trabajos no resisten ni cuando el tránsito es el normal. En esta época de trillas y cosecha las redes viales están mal”, criticó el profesional del agro.

“Y cuando aparecen las lluvias, la situación se vuelve más compleja”, agregó.

“En Burruyacu, que es otra zona por la que transito, se están reparando las rutas que van hacia el Norte. Mejorarán a futuro”, mencionó como una zona donde el transporte circulará en mejores condiciones.

Consorcios privados

Los productores, año a año, enfrentan los mismos problemas.

“En Tucumán no existen Consorcios Camineros Privados. Pero en Córdoba, por ejemplo, sí existen, y son una gran solución para los problemas viales. Es una provincia mejor organizada que la nuestra”, criticó.

Estado ausente

“En Tucumán todo depende de la Dirección Provincial de Vialidad; las Comunas deberían encargarse de los caminos vecinales. No vi que se hayan hecho trabajos, o que se están haciendo”, señaló.

Morales fue contundente al opinar sobre la situación actual: “Las rutas están en mal estado. Con el verano el deterioro es mayor, porque al tránsito se suman los daños que provocan las lluvias”.

Ruta 34

El consultor también analizó la situación de la RN 34.

“Se están haciendo algunos trabajos. Se utiliza mucho porque está en el límite con Santiago del Estero. Como se hicieron reparaciones de poco valor, la ruta muestra algunos inconvenientes”, describió.

Como conclusión, Morales dijo: “los productores reclaman permanentemente por el mal estado de conservación que presentan la mayoría de los caminos en Tucumán, porque soportan una fuerte carga impositiva pagan distintos gravámenes cuya recaudación está destinada a reparar las rutas y caminos. Sin embargo, las reparaciones no existen”.

El asesor agrícola agregó un comentarios sobre las obras que deberían encararse.

“Las obras se necesitan, por lo que deberán hacerse inversiones, pero nada de esto tendrá una buena vida prestando servicio si es que no se implementa un correcto mantenimiento vial”, concluyó.