Nigeria cortó la sequía

Luego de dos Mundiales sin éxitos, los africanos volvieron a sonreír y están cerca de octavos

REZO AL CIELO. Omeruo festeja el triunfo de Nigeria que lo deja a un paso de la clasificación a octavos de final del Mundial. REZO AL CIELO. Omeruo festeja el triunfo de Nigeria que lo deja a un paso de la clasificación a octavos de final del Mundial.
Si hubo algo de ese morbo de tensión y duda hasta el final fue porque Nigeria no liquidó el partido con Bosnia y Bosnia, después de un gol a favor mal anulado estando el match 0 a 0, se cayó. Nigeria fue más y por eso, salvedad aparte, se llevó tres puntos de oro, el segundo lugar del grupo F de nuestra Argentina líder, y en la próxima fecha definirá el número uno con Messi y compañía.

Que este Mundial está bastante loco, seguro. La paridad entre uno es notable. El favorito deja de serlo cuando pisa la cancha, y el que venía de punto generalmente supera a la banca. Bosnia era una de las frutillas del postre que prometía en Brasil, pero quedó en eso, en promesa. Contra la Selección presionó, apretó y hasta complicó al punto de que hubo ganas de pedir la hora en el 2-1 bien nacional.

Ayer, en cambio, frente a un equipo que se cerró bien atrás y que esperó la contra, fue un suspiro en un recital de rock. Nada de Bosnia que, para colmo, sufrió por una falla ajena a su escaso fútbol: Edin Dzeko recibió un pase a la carrera, burló bien el fuera de juego y definió como sabe en Manchester City. Gol, 1-0. No, no. Off side, decretó el juez O’Leary a instancias de unos de sus asistentes. Mal ahí.

Ese fue el golpe letal. Nigeria, que no ganaba un partido en sus últimas dos presentaciones en copas del Mundo (Corea y Japón 2002 y Sudáfrica 2010), se apoyó en Emenike y saltó a la fama. El moreno delantero se hartó de surcar su perfil derecho, enloqueció a su marca y trepó a la zona prometida hasta tirar atrás el pase de la muerte. Peter Odemwingie no dudo y detonó el balón con un toque preciso para el triunfo parcial.

En el complemento, Bosnia parecía verse ganador. No se le cayó una idea como la gente. Y Nigeria, cómodo en la suya, tampoco aprovechó la cantidad de contras que tuvo para cerrar el resultado. En unas falló por mérito propio y en otras por la buena tarea del arquero Begovic. Y cuando estaba todo dicho, entre Enyeama y el palo sostuvieron una victoria nigeriana que le da calor al grupo F.

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