Por Soledad Nucci
25 Junio 2014
Es lo de menos. Si la para con el pecho, la baja al piso y ahí empieza el baile: la pasa para un lado, la pasa para el otro, la lleva atada, apunta, mide y patea, es lo de menos. Porque la cosa también está en la lindura, en la elegancia. Si hay algunos que parecen unos gladiadores en la cancha. Para ciertas mujeres -valga la generalización- el Mundial de fútbol se presenta como una ocasión para hablar de los hombres que lo juegan.
A solas, quizá nunca verían un partido. Pero en sus casas, con gente, se acomodan delante de la televisión. Puede que les resulte fascinante ver el modo en que los espectadores masculinos le gritan al aparato. O ver correr a los jugadores, peleándose por una pelota. Pero lo más lindo es, tal vez, deleitarse con esos deportistas esbeltos que habitualmente adornan las tapas de revistas de moda como Vanity Fair o Vogue, porque Lionel Messi y Cristiano Ronaldo también son bonitos. Como dicen estas amigas, en unas conversaciones íntimas y jocosas:
- Chicas, de ahora en más esta charla ha sido declarada libre de fútbol.
- ¡Así se habla! Sólo pido un paréntesis para decir que los jugadores de Brasil están todos buenos. Listo.
- A mí me encantan los ojos de Neymar. Y cuando sonríe...
- Sí. Retiro lo dicho. Hablemos un poco, mejor. Qué buenos que están esos. Sabía que tenía que juntar figuritas.
- Necesito ya mismo tener una charla privada con ese Olivier Giroud.
- Yo le haría entender unas cuantas cosas al Pocho Lavezzi.
- Perdón pero a mí me gusta Messi. He dicho.
- Prefiero a Palacio.
- No lo ubico. ¿Cuál es Palacio?
- Yo también le haría entender cosas al Pocho. Sobre todo en cueros. Me encantan sus brazos y su pecho tatuado.
- Perdón, ¿te gusta Messi?
-¿Pero Palacio está en el Mundial? ¿Y Oliver de dónde es?
- Yo soy team de todo lo que tenga barba.
- Mmmm Lavezzi con barba. Padre de Dios.
- Los griegos están hermosos. Serán de madera jugando, pero parecen tallados. Me encierro en un cuarto con todos. ¿Son 11, no?
- Ronaldo les pasa el trapo.
- Nooooo. Es una nena. Que juegue al fútbol con su novia.
- Busquen una foto de Higuaín, chicas. Es un bombón.
- Los argentinos están para chuparse los dedos.
- ¿Se acuerdan de Batistuta? ¡Cómo me gustaba! Eso fue en el Mundial de Italia, creo.
- A mí no me gusta ninguno. Paso.
- Ayer dieron un programa en la televisión sobre los más lindos y su trayectoria. Varios estaban buenos.
- Yo no tengo idea ni de fútbol ni de jugadores. Mi marido odia el fútbol, así que en mi casa nadie ve nada.
- El mío también. Del único deporte del que es fanático es el del cuchillo y tenedor.
- Gerard Piqué.
- Sí, a mí me encanta.
- Tanto hablan que me voy a ver el álbum. ¡Que sirva para algo!
- Hay uno en España y otro en Holanda que están para aplaudirlos. No me acuerdo sus nombres.
- Ahhh creía que hablábamos de los de Argentina nomás. Sí, entonces me gustan.
- Agüero me enloquece. Neymar también. Pero Cristiano es lo más.
- Osvaldo, de Italia.
- Pero nos pongamos de acuerdo. ¿Le damos al morocho?
- Yo no. Vos sí..
- Es verdad. Extractos de charlas distintas entre tres grupos de amigas, de entre 25 y 47 años.
A solas, quizá nunca verían un partido. Pero en sus casas, con gente, se acomodan delante de la televisión. Puede que les resulte fascinante ver el modo en que los espectadores masculinos le gritan al aparato. O ver correr a los jugadores, peleándose por una pelota. Pero lo más lindo es, tal vez, deleitarse con esos deportistas esbeltos que habitualmente adornan las tapas de revistas de moda como Vanity Fair o Vogue, porque Lionel Messi y Cristiano Ronaldo también son bonitos. Como dicen estas amigas, en unas conversaciones íntimas y jocosas:
- Chicas, de ahora en más esta charla ha sido declarada libre de fútbol.
- ¡Así se habla! Sólo pido un paréntesis para decir que los jugadores de Brasil están todos buenos. Listo.
- A mí me encantan los ojos de Neymar. Y cuando sonríe...
- Sí. Retiro lo dicho. Hablemos un poco, mejor. Qué buenos que están esos. Sabía que tenía que juntar figuritas.
- Necesito ya mismo tener una charla privada con ese Olivier Giroud.
- Yo le haría entender unas cuantas cosas al Pocho Lavezzi.
- Perdón pero a mí me gusta Messi. He dicho.
- Prefiero a Palacio.
- No lo ubico. ¿Cuál es Palacio?
- Yo también le haría entender cosas al Pocho. Sobre todo en cueros. Me encantan sus brazos y su pecho tatuado.
- Perdón, ¿te gusta Messi?
-¿Pero Palacio está en el Mundial? ¿Y Oliver de dónde es?
- Yo soy team de todo lo que tenga barba.
- Mmmm Lavezzi con barba. Padre de Dios.
- Los griegos están hermosos. Serán de madera jugando, pero parecen tallados. Me encierro en un cuarto con todos. ¿Son 11, no?
- Ronaldo les pasa el trapo.
- Nooooo. Es una nena. Que juegue al fútbol con su novia.
- Busquen una foto de Higuaín, chicas. Es un bombón.
- Los argentinos están para chuparse los dedos.
- ¿Se acuerdan de Batistuta? ¡Cómo me gustaba! Eso fue en el Mundial de Italia, creo.
- A mí no me gusta ninguno. Paso.
- Ayer dieron un programa en la televisión sobre los más lindos y su trayectoria. Varios estaban buenos.
- Yo no tengo idea ni de fútbol ni de jugadores. Mi marido odia el fútbol, así que en mi casa nadie ve nada.
- El mío también. Del único deporte del que es fanático es el del cuchillo y tenedor.
- Gerard Piqué.
- Sí, a mí me encanta.
- Tanto hablan que me voy a ver el álbum. ¡Que sirva para algo!
- Hay uno en España y otro en Holanda que están para aplaudirlos. No me acuerdo sus nombres.
- Ahhh creía que hablábamos de los de Argentina nomás. Sí, entonces me gustan.
- Agüero me enloquece. Neymar también. Pero Cristiano es lo más.
- Osvaldo, de Italia.
- Pero nos pongamos de acuerdo. ¿Le damos al morocho?
- Yo no. Vos sí..
- Es verdad. Extractos de charlas distintas entre tres grupos de amigas, de entre 25 y 47 años.