02 Julio 2014
BAGDAD.- Mientras los islamitas llamaron a los musulmanes de todo el mundo a emigrar al proclamado “califato islámico” en partes de Siria e Irak, la crisis política se profundizó en Irak, tras el fracaso del Parlamento en acordar un gobierno de unidad y la decisión de los kurdos de impulsar un referendo independentista.
Los sucesivos avances, militares y políticos, de los islamitas y la incapacidad de la dirigencia política iraquí de crear un gobierno de unidad nacional expone las dificultades que enfrenta el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, para estabilizar la situación en Oriente Medio. La semana pasada había enviado al secretario de Estado, John Kerry, para convencer a la dirigencia chiita de la necesidad de construir un gobierno de coalición. Pero, la sesión de demostró nuevamente cómo la crítica realidad iraquí le asesta un golpe al voluntarismo estadounidense.
En medio de la parálisis política, el Estado Islámico de Irak y Siria (ISIS), el grupo extremista que dice liderar una amplia coalición de milicias sunnitas que tomó el control de parte del Norte y del Oeste del país, intenta ganar terreno. Al mismo tiempo que tomó otra ciudad fronteriza del lado sirio, su máximo líder, Abu Bakr al Bagdadi, afirmó que todos los musulmanes están “obligados” a instalarse en el “califato islámico”, que él mismo proclamó el domingo en las zonas que controla en Siria e Irak. En un discurso por el mes sagrado de Ramadán -difundido por internet- Al Bagdadi sostuvo que “es su deber emigrar porque los musulmanes los necesitan” y destacó que el “califato” le “pertenece a todos los musulmanes”. Desde la proclamación del “califato”, líderes musulmanes de distintos países rechazaron ese mensaje y su presunta representatividad en el mundo islámico. Pero mientras el ISIS llama a religiosos y combatientes musulmanes de todo el mundo a unirse a su lucha, que avanza día a día, la dirigencia política del país no logra cerrar filas. La posibilidad de que elija un nuevo gobierno de unidad entre sunnitas, chiitas y kurdos se diluyó ayer con el fracaso de la sesión del Parlamento y con el llamado del presidente del Kurdistán a celebrar un referéndum independentista. Masud Barzani, líder del Kurdistán iraquí, sostiene que Irak es un país “ya dividido” y la independencia es un derecho de los kurdos. Los combates entre el Ejército y los yihadistas dejaron ya unos 2.400 muertos, 1.530 de ellos, civiles. (DPA-Télam)
Los sucesivos avances, militares y políticos, de los islamitas y la incapacidad de la dirigencia política iraquí de crear un gobierno de unidad nacional expone las dificultades que enfrenta el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, para estabilizar la situación en Oriente Medio. La semana pasada había enviado al secretario de Estado, John Kerry, para convencer a la dirigencia chiita de la necesidad de construir un gobierno de coalición. Pero, la sesión de demostró nuevamente cómo la crítica realidad iraquí le asesta un golpe al voluntarismo estadounidense.
En medio de la parálisis política, el Estado Islámico de Irak y Siria (ISIS), el grupo extremista que dice liderar una amplia coalición de milicias sunnitas que tomó el control de parte del Norte y del Oeste del país, intenta ganar terreno. Al mismo tiempo que tomó otra ciudad fronteriza del lado sirio, su máximo líder, Abu Bakr al Bagdadi, afirmó que todos los musulmanes están “obligados” a instalarse en el “califato islámico”, que él mismo proclamó el domingo en las zonas que controla en Siria e Irak. En un discurso por el mes sagrado de Ramadán -difundido por internet- Al Bagdadi sostuvo que “es su deber emigrar porque los musulmanes los necesitan” y destacó que el “califato” le “pertenece a todos los musulmanes”. Desde la proclamación del “califato”, líderes musulmanes de distintos países rechazaron ese mensaje y su presunta representatividad en el mundo islámico. Pero mientras el ISIS llama a religiosos y combatientes musulmanes de todo el mundo a unirse a su lucha, que avanza día a día, la dirigencia política del país no logra cerrar filas. La posibilidad de que elija un nuevo gobierno de unidad entre sunnitas, chiitas y kurdos se diluyó ayer con el fracaso de la sesión del Parlamento y con el llamado del presidente del Kurdistán a celebrar un referéndum independentista. Masud Barzani, líder del Kurdistán iraquí, sostiene que Irak es un país “ya dividido” y la independencia es un derecho de los kurdos. Los combates entre el Ejército y los yihadistas dejaron ya unos 2.400 muertos, 1.530 de ellos, civiles. (DPA-Télam)
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