21 Julio 2014
Nosotros trabajamos con adictos y lo que vemos es un cambio en la cultura del consumo. En los años 70, por ejemplo, los consumidores estaban marginados como un grupo de protesta y bien identificados. Pero con los años ha ido cambiando el consumo y hoy vemos que la droga funciona como factor de inclusión, es decir, yo soy parte de este grupo porque consumo y a eso lo reivindico. Hoy se usa a la droga como factor de inclusión y de identidad, por eso tal vez eligen homenajear a un miembro de este grupo por medio del consumo de droga, que era lo que los unía, además de la música y de alguna otra cosa.
Vemos claramente cómo el consumo se ha naturalizado en la sociedad y cómo hoy discutir la legalidad o no de la marihuana está superado por la realidad. Se consume naturalmente en todos los sectores sociales, con diferentes realidades.
Ahora hay una nueva ley que habla de consumo problemático, lo que incluye al que se intoxica el fin de semana con alcohol y tiene un accidente en el auto, al que se automedica y al adicto. Pero también incorpora a todas las adicciones que no tienen drogas y, en el caso de Tucumán, la más importante es el juego compulsivo. Entonces hablar de consumo problemático me parece más importante que estigmatizar a alguien como un adicto, que quizás es un consumidor habitual.
La estrategia del Estado tiene que ir, por un lado, a reducir la oferta, que es la lucha contra el narcotráfico y que nosotros, los que trabajamos con adicciones, siempre decimos que es una batalla perdida. El narcotráfico es quizás el negocio más exitoso del mundo y está en connivencia con todos los sectores sociales. Si bien tiene que haber esfuerzos para combatirlo, nosotros tenemos que preparar a nuestros jóvenes que durante mucho tiempo van a tener drogas accesibles en todas las esquinas, en todos los barrios, y hay que prepararlos no sólo para que no lo hagan sino para que el que consuma no se termine haciendo adicto.
Vemos claramente cómo el consumo se ha naturalizado en la sociedad y cómo hoy discutir la legalidad o no de la marihuana está superado por la realidad. Se consume naturalmente en todos los sectores sociales, con diferentes realidades.
Ahora hay una nueva ley que habla de consumo problemático, lo que incluye al que se intoxica el fin de semana con alcohol y tiene un accidente en el auto, al que se automedica y al adicto. Pero también incorpora a todas las adicciones que no tienen drogas y, en el caso de Tucumán, la más importante es el juego compulsivo. Entonces hablar de consumo problemático me parece más importante que estigmatizar a alguien como un adicto, que quizás es un consumidor habitual.
La estrategia del Estado tiene que ir, por un lado, a reducir la oferta, que es la lucha contra el narcotráfico y que nosotros, los que trabajamos con adicciones, siempre decimos que es una batalla perdida. El narcotráfico es quizás el negocio más exitoso del mundo y está en connivencia con todos los sectores sociales. Si bien tiene que haber esfuerzos para combatirlo, nosotros tenemos que preparar a nuestros jóvenes que durante mucho tiempo van a tener drogas accesibles en todas las esquinas, en todos los barrios, y hay que prepararlos no sólo para que no lo hagan sino para que el que consuma no se termine haciendo adicto.
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