12 Noviembre 2014
TEL AVIV.- El presidente palestino, Mahmud Abbas, acusó a Israel de emprender acciones que “conducen a la región y al mundo a una guerra religiosa destructiva”, después de que soldados israelíes mataran a un palestino en nuevos enfrentamientos en Cisjordania. En un discurso por el décimo aniversario de la muerte del líder palestino Yaser Arafat, Abbas consideró que las visitas de judíos a la Explanada de las Mezquitas (Monte del Templo) en Jerusalén son una provocación. Por eso, instó a Israel a “mantener a colonos y extremistas lejos de la mezquita de Al Aqsa”.
El status quo respetado durante décadas contempla que los judíos tienen permitido visitar pero no rezar en el sitio sagrado, donde se ubica la mezquita de Al Aqsa. En las últimas semanas, varios judíos radicales pidieron que se les permita rezar en el lugar e incluso algunos instaron a destruir las mezquitas para reconstruir el templo, lo que generó malestar entre los musulmanes.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, intentó aplacar los ánimos y aseguró que estas afirmaciones no representan la política de su gobierno, pero no logró frenar la tensión. Soldados israelíes mataron a un palestino en enfrentamientos cerca del campo de refugiados de Al Arub, al Norte de Hebrón, en Cisjordania. Este episodio se produce después de que dos palestinos acuchillasen y matasen a un soldado y una mujer israelí en dos ataques diferentes. El Ejército arrestó al padre y los tres hermanos del palestino acusado de acuchillar al soldado. Netanyahu ordenó la destrucción de las viviendas de los atacantes. Israel elevó el estado de alarma de su Ejército tras los ataques del lunes, que se registraron después de que en las últimas semanas fuera asesinado un activista judío y de tres incidentes en los que palestinos atropellaron a israelíes con sus vehículos.
Decenas de miles de palestinos conmemoraron el décimo aniversario de la muerte de Arafat, quien lideró durante años la lucha por un estado independiente. Abbas cuestionó también al movimiento radical islámico Hamas, que conforma un gobierno de unidad con su partido Al Fatah. “Todos los días hablan en contra nuestra, igual que los israelíes. Dicen exactamente las mismas palabras, usan la misma retórica”, consideró. (DPA)
El status quo respetado durante décadas contempla que los judíos tienen permitido visitar pero no rezar en el sitio sagrado, donde se ubica la mezquita de Al Aqsa. En las últimas semanas, varios judíos radicales pidieron que se les permita rezar en el lugar e incluso algunos instaron a destruir las mezquitas para reconstruir el templo, lo que generó malestar entre los musulmanes.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, intentó aplacar los ánimos y aseguró que estas afirmaciones no representan la política de su gobierno, pero no logró frenar la tensión. Soldados israelíes mataron a un palestino en enfrentamientos cerca del campo de refugiados de Al Arub, al Norte de Hebrón, en Cisjordania. Este episodio se produce después de que dos palestinos acuchillasen y matasen a un soldado y una mujer israelí en dos ataques diferentes. El Ejército arrestó al padre y los tres hermanos del palestino acusado de acuchillar al soldado. Netanyahu ordenó la destrucción de las viviendas de los atacantes. Israel elevó el estado de alarma de su Ejército tras los ataques del lunes, que se registraron después de que en las últimas semanas fuera asesinado un activista judío y de tres incidentes en los que palestinos atropellaron a israelíes con sus vehículos.
Decenas de miles de palestinos conmemoraron el décimo aniversario de la muerte de Arafat, quien lideró durante años la lucha por un estado independiente. Abbas cuestionó también al movimiento radical islámico Hamas, que conforma un gobierno de unidad con su partido Al Fatah. “Todos los días hablan en contra nuestra, igual que los israelíes. Dicen exactamente las mismas palabras, usan la misma retórica”, consideró. (DPA)