Casi lo ponen a dormir la siesta

El triunfo de San Lorenzo fue por demás angustiante.

INGRESÓ Y CUMPLIÓ. Matos es abrazado luego de su gol en el suplementario. reuters INGRESÓ Y CUMPLIÓ. Matos es abrazado luego de su gol en el suplementario. reuters
18 Diciembre 2014
MARRAKECH.- Sufrió más de la cuenta para lograr el objetivo con el que llegó al Mundial de Clubes. El rendimiento de San Lorenzo en el triunfo ante Auckland por 2-1 fue muy distinto al que tuvo en la Copa Libertadores. Tan diferente como los 100 años de existencia del “cuervo” y los apenas 10 de los neocelandeses que no fueron una mera formalidad, como se los consideraba, para acceder a la final ante Real Madrid.

El equipo de Edgardo Bauza fue local en el Le Grand Stade, escenario de lujo donde San Lorenzo sufrió 120’ para vencer al equipo semiprofesional, cuyos jugadores trabajan o estudian y se entrenan en las horas libres. Los de Boedo consiguieron el gol cuando se moría el primer tiempo. Fue la primera jugada combinada entre Julio Buffarini, Gonzalo Verón, Emmanuel Más y Pablo Barrientos. Este recogió un rebote y convirtió con un remate rasante que ingresó junto el poste izquierdo del arco de Tamati Williams.

En el complemento y con la ventaja, San Lorenzo trató de no arriesgar en lo físico. Auckland aprovechó los espacios y lastimó, cuando se hacía de la pelota el argentino Emiliano Tade. El gol de los oceánicos llegó precisamente tras una jugada de Tade, que combinó con Ryan DeVries y Ángel Berlanga. El español irrumpió desde atrás y convirtió sobre la salida de Sebastián Torrico.

Dos minutos después Auckland pudo haber definido el partido, pero Tade falló. El jugador nacido en Santiago del Estero pudo haber mandado a dormir una siesta inesperada a San Lorenzo pero definió mal con su zurda y mandó la pelota por arriba del travesaño.

Tade, uno de los mejores jugadores en Nueva Zelanda, le había dicho a Marcelo Tinelli y a Bauza que el cruce de equipos podía darse. “Estaba de viaje por Europa y un día, en Roma, iba caminando por Vía Veneto cuando los vi a Tinelli y a Bauza. Habían ido a llevarle la Copa al Papa Francisco. Hablé un rato con los dos y salió el tema de fútbol y les dije: ‘bueno, quizás nos veamos en Marruecos’. ‘¿Y eso por qué?’, me preguntaron. ‘Es que juego en el Auckland City’, les comenté. Y quedó ahí”, recordó. El santiagueño viajó a Nueva Zelanda en busca de trabajo y arrancó lavando platos en un restorán.

Ambos trataron de quebrar el empate, pero el partido fue al alargue. Allí, San Lorenzo consiguió la victoria con el gol de Mauro Matos, pero la angustia perduró. Al final, todos festejaron. “Estamos muy felices por llegar a la final. Ese era nuestro objetivo primario”, señaló Bauza. Se viene Real Madrid y el DT sabe que deben mejorar si pretenden ganar.. (Reuters-Especial)

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