Ignacio Encabo - DPA
Chocará la experiencia del club más laureado del mundo del fútbol ante la ilusión de un equipo novel en este tipo de finales; chocará Real Madrid ante San Lorenzo, desde las 16.30 por la final del Mundial de Clubes.
El campeón de Europa llega como indiscutido favorito al duelo en el Grand Stade. El conjunto blanco acumula 21 victorias consecutivas, cuenta con un plantel lleno de estrellas y tiene un presupuesto que supera con creces al del último ganador de la Copa Libertadores.
Sin embargo, el Mundial de clubes demostró esta semana que David puede vencer a Goliat. Y a eso se aferra San Lorenzo, que estará acompañado en las gradas por cerca de 10.000 hinchas, para dar la sorpresa ante el equipo más en forma de la actualidad.
“Estamos con muchas ganas de ganar la final, con mucha ansiedad, mucha hambre. San Lorenzo ha forjado su grandeza en los malos momentos, en la adversidad. El hecho de poder estar en la cima del mundo, jugando la final del máximo torneo, es un sueño hecho realidad”, resumió el ánimo de los de Boedo su presidente, Matías Lammens.
El torneo sucedió a la antigua Copa Intercontinental, que enfrentaba al campeón de Europa y de la Libertadores. La intercontinental desapareció en 2004, cuando aún los equipos sudamericanos tenían plantillas para poder competir con los poderosos y ricos clubes europeos. Pero el viejo continente manda con 14 títulos de los últimos 19 torneos, entre Mundial e Intercontinental. Y la brecha económica es además cada vez mayor entre los clubes de ambos lados del Atlántico. “Hay una gran diferencia técnica, deportiva, de estructura, económica, pero son 90 minutos”, dijo el vicepresidente, Marcelo Tinelli. “Los jugadores están ante el partido más glorioso de sus vidas. Ojalá lo jueguen dando la vida en la cancha”, añadió el conductor más popular de la TV.
Figuras golpeadas
San Lorenzo llega con su figura bajo la lupa por la lesión de Néstor Ortigoza, hombre clave en la conquista de la primera Libertadores del club. El volante terminó agotado la semifinal del miércoles, cuando Auckland, un equipo semiprofesional y con un presupuesto de un millón de dólares, llevó a San Lorenzo a la prórroga.
Real Madrid también llega con dos titulares entre algodones: Sergio Ramos y James Rodríguez buscan estar en la final para coronar un 2014 en el que el conjunto recuperó la hegemonía continental al ganar su ansiada décima Copa de Europa.
Campeón de tres Intercontinentales, Real Madrid busca el único título actual que le falta en su extenso palmarés. Su entrenador, Carlo Ancelotti, sacó todo su arsenal en semifinales ante Cruz Azul (4-0) y hoy volverá a mandar al campo para la hazaña a los Cristiano Ronaldo, Karim Benzema, Toni Kroos y compañía.
“Hemos hecho un gran trabajo para llegar aquí. Ganar sería algo especial, terminar un año que va a ser inolvidable (...) La motivación para esta competición es muy, muy alta”, confesó el técnico italiano desde el suelo de Marruecos.
El primer triunfo
La final llegó con la polémica de la designación del árbitro. La FIFA tenía previsto que el portugués Pedro Proença dirigiera el choque, pero San Lorenzo se quejó por ser de la misma confederación que el Real Madrid, acusó al español de hacer “lobby” con los árbitros y propuso al chileno Enrique Osses, más permisivo con el contacto físico. Al final, el juez será el guatemalteco Walter López Castellanos, algo que dejó más contento al “ciclón”, que ahora va por el triunfo histórico en el campo.