Houellebecq y una Francia bajo la ley musulmana

Sumisión, la última novela del polémico autor francés, fue publicada el mismo día en que se produjo el atentado en la redacción de Charlie Hebdo. La trama del libro, que hoy lidera las ventas en su país y que todavía no ha sido traducido al castellano, se desarrolla en una Francia del año 2022, en la que un partido musulmán ha ganado las elecciones y ha impuesto a todos los franceses pautas de conducta de la ortodoxia musulmana

25 Enero 2015

La trama de Sumisión (editorial Flammarion, París, 2015), sexta novela del contestatario autor de Partículas elementales y premio Goncourt 2010, comienza en una imaginaria Francia en el 2022. François, una suerte de alter ego del Michel Houellebecq, es un profesor universitario especialista en el poeta decadentista Joris-Karl Huysmans, dato que no es inocente en el conjunto de la historia. Su vida transita entre la nausea existencial y las numerosas aventuras con sus alumnas menores de edad en un país alienado e indiferente. Myriam, una joven judía de la que se enamora o se encariña, parece sacarlo por un momento de esta apatía hasta que los hechos políticos atraviesan su aburguesada vida.

Marine Le Pen, la actual líder del Partido Nacionalista Francés, ha pasado al ballotage y el riesgo de ver a la extrema derecha ocupar el Palacio del Eliseo, hacen a la UMP de Nicolás Sarkozy, al Partido Demócrata Europeo de François Bayrou y al PS de François Hollande formar una coalición con una imaginaria Fraternidad musulmana, liderada por Mohammed Ben Abbes.

Siguiendo esta trama ficcional, la familia de Myriam, por temor a las consecuencias de un posible escenario antisemita, se vuelve a vivir a Israel. François, deprimido, se refugia en Martel -un pueblito en el sur de Francia- y en el santuario de Rocamadour busca su anhelada conversión al catolicismo en la contemplación de la Virgen Negra. A diferencia de su padre espiritual -Huysman-, no lo logra y desencantado regresa a París donde se encuentra con un ambiente político convulsionado: el actual presidente ha “colonizado” el Ministerio de Educación, decretando el uso obligatorio del velo islámico para las mujeres en las universidades. El rector de la Sorbona, su universidad, se ha convertido al Islam con gran sentido del oportunismo y pasa a retiro a aquellos profesores reticentes a la nueva religión. A aquellos que se acomodan a la situación, en cambio, los anima a tomar varias esposas entre las jóvenes estudiantes.

Catalogada por la crítica como una “ficción política”, arengada por su editor como una “bomba” y esperada por su público como el “regalo de reyes” de la “rentrée” (vuelta de las vacaciones de Navidad), la historia del lanzamiento de la novela previsto inicialmente para el miércoles 7 de enero, sugeriría una ficción dentro de una ficción sino fuese por el alcance trágico de los hechos acaecidos en París y las consecuencias que estos conllevaron.

Es demasiado temprano aún para determinar si la convergencia temporal entre el fusilamiento de parte de la redacción del semanario Charlie Hebdo perpetrado por yihadistas islámicos y la presentación de Sumisión es azarosa, o no; pero el retiro a algún lugar de la campiña francesa de Michel Houellebecq, como su personaje Francois, hacen preguntarse si es que la ficción copia a la realidad o bien la realidad a la ficción.

© LA GACETA
Solana Colombres - Profesora de Literatura francesa.


PERFIL
Michel Houellebecq nació en La Reunión (Francia) en 1956. Desde la publicación de sus dos primeras novelas, Ampliación del campo de batalla y Partículas elementales (Premio Novembre y finalista del Goncourt), se convirtió en uno de los autores más seguidos por la crítica. Luego aparecerían Lanzarote, Plataforma, La posibilidad de una isla (Premio Interallié) y El mapa y el territorio (Premio Goncourt). La presentación de Sumisión, novela que hoy lidera las ventas en Francia, estaba prevista para el 7 de enero, el día del atentado de Charlie Hebdo. Houellebecq era amigo personal de Bernard Maris, una de las víctimas del atentado.

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