03 Febrero 2015
Capitanich rompió un diario y causó revuelo
El jefe de Gabinete pretendió desmentir una publicación de Clarín, pero se ganó críticas de opositores y de Adepa por su reacción En la Casa Rosada, la tensión va en aumento desde el deceso de Nisman. El jefe de los ministros fue blanco de fuertes críticas por haber destruido un periódico. La fiscal aguarda pericias
POLÉMICO. Capitanich rompe el Clarín. Detrás, en un cuadro, está el retrato del fallecido periodista Rodolfo Walsh. dyn
BUENOS AIRES.- Ayer, en la Casa Rosada, quedó en evidencia el clima de tensión que atraviesa el Gobierno nacional por el caso de Alberto Nisman, el fiscal de la causa AMIA que apareció muerto hace 16 días, poco después de haber denunciado por presunto encubrimiento a la presidenta, Cristina Fernández de Kirchner, a dirigentes afines al kirchnerismo y a supuestos espías argentinos e iraníes.
Mientras los investigadores buscan respuestas en la pesquisa por el deceso del magistrado, el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, rompió en una rueda de prensa las hojas del diario Clarín de la edición de ayer, en la que había dos artículos relacionados al caso Nisman que, al parecer, consignaban datos incorrectos. “Todo esto es basura, todo el tiempo es mentira y basura. Es importante que el pueblo argentino sepa quién le miente”, dijo el ex gobernador chaqueño, mientras cortaba los papeles con sus manos, ante los periodistas.
La actitud del jefe de ministro generó una ola de reacciones. Además de las críticas políticas, hubo un pronunciamiento de la Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (Adepa) y del propio “Grupo Clarín”.
Capitanich desacreditó una nota del matutino porteño que hablaba de una supuesta denuncia desechada por Nisman antes de morir, en la que además de acusar por presunto encubrimiento a la Presidenta, supuestamente solicitaba la detención de la jefa de Estado.
Esto fue desmentido primero por el juez federal Ariel Lijo, quien si bien ayer se declaró incompetente en esa causa, remarcó que Nisman había solicitado medidas de prueba en su denuncia, pero no arrestos para alguno de los imputados. Poco después, la fiscal Viviana Fein, quien lleva adelante la pesquisa por el deceso del magistrado, recalcó que en el departamento de la víctima no se hallaron copias descartadas en el basurero.
Capitanich se hizo eco de los dichos del juez Lijo, y recordó que había sido este quien tomó la decisión de “suprimir, o sea tachar del texto” con los pedidos de pruebas”. “Por lo tanto, con esto hay que hacer esto, porque es falso”, afirmó el ex gobernador chaqueño, y rompió la hoja del periódico.
Preocupación de editores
En un comunicado, Adepa “lamentó” la actitud del jefe de Gabinete. Y consideró que “no es ése el modo en que se garantiza la libertad de expresión”. La entidad que nuclea a los editores de diarios expresó que, en un “sistema democrático, la verdad se construye día tras día mediante el diálogo abierto, plural y sin descalificaciones”. En ese sentido, recordó que “los medios de comunicación son una de las formas que las sociedades encuentran para informarse y debatir ideas. Con aciertos, con errores, con retazos de verdades que se unen a otros retazos para develar entre todos lo que ocurre, más allá de relatos, mentiras y medias verdades”.
“La reacción de Capitanich sorprendió a los asistentes a la rueda de prensa, aunque no es novedosa: el presidente de Ecuador, Rafael Correa, ha roto en varias oportunidades ejemplares de periódicos de su país, molesto por lo que esos medios afirmaban”, agregó el organismo. Y, sobre los cruces entre el PEN y los medios, señaló: “esa concepción de la prensa como un enemigo de las mayorías es utilizada a menudo para sostener un relato político -pese a que en la Argentina éste se ha mostrado muchas veces muy alejado de la realidad, como lo prueban las estadísticas oficiales sobre la inflación, por ejemplo- pero en nada contribuye al debate de ideas y a la búsqueda de la verdad real”. (DyN-Especial)
Mientras los investigadores buscan respuestas en la pesquisa por el deceso del magistrado, el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, rompió en una rueda de prensa las hojas del diario Clarín de la edición de ayer, en la que había dos artículos relacionados al caso Nisman que, al parecer, consignaban datos incorrectos. “Todo esto es basura, todo el tiempo es mentira y basura. Es importante que el pueblo argentino sepa quién le miente”, dijo el ex gobernador chaqueño, mientras cortaba los papeles con sus manos, ante los periodistas.
La actitud del jefe de ministro generó una ola de reacciones. Además de las críticas políticas, hubo un pronunciamiento de la Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (Adepa) y del propio “Grupo Clarín”.
Capitanich desacreditó una nota del matutino porteño que hablaba de una supuesta denuncia desechada por Nisman antes de morir, en la que además de acusar por presunto encubrimiento a la Presidenta, supuestamente solicitaba la detención de la jefa de Estado.
Esto fue desmentido primero por el juez federal Ariel Lijo, quien si bien ayer se declaró incompetente en esa causa, remarcó que Nisman había solicitado medidas de prueba en su denuncia, pero no arrestos para alguno de los imputados. Poco después, la fiscal Viviana Fein, quien lleva adelante la pesquisa por el deceso del magistrado, recalcó que en el departamento de la víctima no se hallaron copias descartadas en el basurero.
Capitanich se hizo eco de los dichos del juez Lijo, y recordó que había sido este quien tomó la decisión de “suprimir, o sea tachar del texto” con los pedidos de pruebas”. “Por lo tanto, con esto hay que hacer esto, porque es falso”, afirmó el ex gobernador chaqueño, y rompió la hoja del periódico.
Preocupación de editores
En un comunicado, Adepa “lamentó” la actitud del jefe de Gabinete. Y consideró que “no es ése el modo en que se garantiza la libertad de expresión”. La entidad que nuclea a los editores de diarios expresó que, en un “sistema democrático, la verdad se construye día tras día mediante el diálogo abierto, plural y sin descalificaciones”. En ese sentido, recordó que “los medios de comunicación son una de las formas que las sociedades encuentran para informarse y debatir ideas. Con aciertos, con errores, con retazos de verdades que se unen a otros retazos para develar entre todos lo que ocurre, más allá de relatos, mentiras y medias verdades”.
“La reacción de Capitanich sorprendió a los asistentes a la rueda de prensa, aunque no es novedosa: el presidente de Ecuador, Rafael Correa, ha roto en varias oportunidades ejemplares de periódicos de su país, molesto por lo que esos medios afirmaban”, agregó el organismo. Y, sobre los cruces entre el PEN y los medios, señaló: “esa concepción de la prensa como un enemigo de las mayorías es utilizada a menudo para sostener un relato político -pese a que en la Argentina éste se ha mostrado muchas veces muy alejado de la realidad, como lo prueban las estadísticas oficiales sobre la inflación, por ejemplo- pero en nada contribuye al debate de ideas y a la búsqueda de la verdad real”. (DyN-Especial)
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