El copiloto ocultó que estaba de baja médica

Lubitz tenía certificados que acreditaban que se estaba enfermo y bajo tratamiento el día del accidente; la empresa y sus colegas no sabían Estaba impedido de volar, sin embargo se encerró en la cabina del avión y lo estrelló. Otro misterio se agrega al terrible accidente

BÚSQUEDA. Las operaciones de rescate de los fragmentos del avión y de los restos de los pasajeros es de alto riesgo. reuters BÚSQUEDA. Las operaciones de rescate de los fragmentos del avión y de los restos de los pasajeros es de alto riesgo. reuters
28 Marzo 2015

BERLÍN-PARÍS.- El copiloto de Germanwings acusado de estrellar a propósito su avión contra los Alpes franceses estaba de baja médica el día del accidente y lo ocultó a la empresa y a sus compañeros, reveló la fiscalía alemana que apoya la investigación que lleva adelante la fiscalía francesa de Marsella, encabezada por Brice Robin.

Esta noticia añadió un nuevo misterio a la búsqueda de los motivos por los que el alemán Andreas Lubitz, de 27 años, pudo encerrarse en la cabina aprovechando la salida del piloto y estrellar el Airbus 320 que volaba desde Barcelona a Düsseldorf con 150 personas a bordo, la mayoría alemanes y españoles, pero también tres ciudadanos argentinos. Los 150 ocupantes del vuelo 4U9525 de la aerolínea alemana de bajo costo murieron después de que el copiloto bloqueara la puerta de la cabina, tomara el control del avión y lo hiciera descender de altitud a unos 914 metros por minuto.

Los investigadores se incautaron de “documentos médicos” que reflejan “una enfermedad y su correspondiente tratamiento” al registrar las viviendas del copiloto en Düsseldorf y Montabaur, en el oeste de Alemania, informó la fiscalía de Düsseldorf. Las órdenes de baja eran actuales y cubrían también el martes en que se produjo el accidente. Algunas aparecieron rotas, lo que “apoya la suposición preliminar de que el fallecido ocultó su enfermedad a la empresa y a su entorno laboral”, añadió la fiscalía.

Los investigadores no aclararon de qué enfermedad se trataba, pero los agentes que realizaron los registros buscaban pruebas de posibles problemas psíquicos.

“El hecho de que hay notas que indican que no estaba capacitado para trabajar, entre otras cosas, que se hallaron rotas, que eran recientes, e incluso del día del accidente, respalda la presunción basada en la investigación preliminar de que ocultó su enfermedad a su empleador y sus colegas profesionales”, dijeron los fiscales alemanes del caso.

Tras la revelación, diversos medios aseguraron que el copiloto había acudido a la Clínica Universitaria de Düsseldorf por una depresión. El centro lo negó, aunque confirmó haberlo tratado desde febrero hasta el 10 de marzo sin especificar las causas.

Al mismo tiempo, los investigadores confirmaron que en las viviendas del copiloto no apareció ninguna carta de despedida ni escrito vinculado al accidente, como tampoco “indicios de un trasfondo político o religioso para justificar lo ocurrido”.

La aclaración definitiva de lo ocurrido, sin embargo, podría demorarse: la fiscalía de Düsseldorf aclaró que necesitará “varios días” para llevar a cabo interrogatorios y para analizar el material registrado en las casas del copiloto.

El giro que dio la investigación el jueves cuando la fiscalía francesa hizo pública la hipótesis sobre el copiloto abrió el debate sobre las medidas de seguridad de las compañías aéreas y sobre las pruebas realizadas a los pilotos.

El sindicato alemán de pilotos VC defendió el sistema actual de pruebas. “Por supuesto hay indicios de que aquí se trató de un hombre con una enfermedad psíquica”, dijo el portavoz Jörg Handwerg. “Pero no se puede hacer un test psicológico a cada piloto antes de cada actuación”, manifestó.

El primer ministro francés, Manuel Valls, pidió paciencia respecto de la investigación pero dijo que la aerolínea alemana tenía la obligación de compartir toda la información que tuviera sobre Lubitz con los investigadores.

“Tenemos que esperar al final de la pesquisa. Debo ser cuidadoso cuando se trata de una investigación judicial, pero todo apunta a un acto criminal, loco, suicida que no podemos asimilar”, enfatizó Valls a un canal francés.

El caso sí trajo una primera consecuencia concreta en las aerolíneas alemanas, que decidieron adoptar la norma que exige que haya dos personas en la cabina y evitar así que un único piloto pueda encerrarse y asumir el control en solitario del avión, como hizo al parecer el copiloto Lubitz de Germanwings. “La aerolínea de pasajeros Grupo Lufthansa aplicará esta nueva norma lo más pronto posible tras acordarlas con las autoridades relevantes”, informó la compañía en un comunicado. El Grupo Lufthansa también incluye a su subsidiaria Germanwings y a las controladas Austrian Airlines, Swiss Air y Eurowings.

Mientras avanzaba la investigación, los familiares de las 50 víctimas españoles y de las 75 alemanas centraron la atención de sendos gobiernos.

El ejecutivo español anunció que celebrará un homenaje para recordar a los fallecidos, aunque consideró “un poco prematuro” fijar una fecha y consideró que la prioridad actual es reforzar la atención a los familiares. “Queremos que los familiares, estén donde estén, tengan una atención personalizada y especializada”, señaló la vicepresidenta del gobierno en Madrid, Soraya Sáenz de Santamaría.

El presidente alemán, Joachim Gauck, viajó a la ciudad de Haltern, de donde provenía un grupo de 16 estudiantes del décimo grado que participaron de un programa de intercambio y dos profesoras fallecidos en el avión, para apoyar a los familiares y asistir a un oficio religioso en memoria de las víctimas. “Me senté en el medio de la gente y pude oír los sollozos de los niños y familiares”, declaró el pastor protestante tras la misa.

Muchos de los familiares viajaron a Seyne-les-Alpes, la localidad alpina francesa cerca de la cual avanza lentamente la búsqueda y recuperación de restos de las víctimas. “Hasta ahora no recuperamos ningún cuerpo completo”, señaló un miembro del operativo. (DPA-Reuters)

Lufthansa paga los gastos

Una ayuda para los familiares de las víctimas 

Los familiares de las víctimas del avión que se accidentó en los Alpes franceses con 150 personas a bordo recibirán ayuda financiera de la aerolínea para sus gastos más inmediatos. Una portavoz de Lufthansa, la matriz de la línea alemana, confirmó la información que publica el diario “Tagespiegel”. “Lufthansa pagará hasta 50.000 euros (unos U$S 54.500) por pasajero para cubrir gastos inmediatos”, cita el diario a un portavoz de Germanwings. El jueves unos 60 familiares de las víctimas españolas viajaron a la zona; también llegaron familias desde Alemania. Los restos del fuselaje del avión y de los cuerpos de los pasajeros se encuentran desparramados por una zona situada a 2.000 metros de altura, en una remota región de difícil acceso para los rescatistas. En el lugar trabajan sólo los expertos de la Gendarmería francesa. Las familias de las víctimas españolas pidieron a los medios de comunicación que no utilicen las fotografías de los perfiles de las redes sociales de los fallecidos. El Centro de Atención a los Familiares dice que es para salvaguardar la intimidad de las víctimas y sus seres queridos.

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Riesgo de perder el trabajo

Las pruebas piscológicas no son suficientes

Mientras los investigadores tratan de aclarar por qué el joven piloto alemán estrelló deliberadamente el Aribus 320 en los Alpes franceses, colegas y psicólogos advierten que no hay un método infalible para prevenir incidentes similares. Aerolíneas asiáticas como Cathay Pacific, Japan Airlines, Qantas Airways y Singapore Airlines dijeron que sus pilotos se someten a rigurosas pruebas que incluyen un test psicológico. Luego los pilotos deben pasar una revisión médica, que incluye pruebas psicológicas, al menos una vez al año. Las compañías tienen acceso a terapias confidenciales, pero puede que todo esto no sea suficiente, dicen expertos. “Si usted está albergando sentimientos de disforia, falta de concentración, suicidio o debilidad, a menos que su familia o un compañero de trabajo lo dé a conocer a un jefe de pilotos o un director de operaciones, estos casos podrían no ser detectados”, dijo Randy Knipping, especialista en medicina aeronáutica. Y los pilotos han dicho que se les anima a declarar cualquier problema psicológico, pero este es un asunto delicado que muchos rehuyen, en gran medida por temor a ser delatados y perder el trabajo.

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“La caída de los medios”

Fuertes críticas a la cobertura de la prensa 

“Der Amokpilot” (El piloto asesino) tituló en letras grandes su portada del viernes el diario más vendido de Alemania, “Bild” (3.650.000 ejemplares) acompañado de una foto a toda página del copiloto en la media maratón de Lufthansa en Fráncfort en 2013. Con esta sentencia, encabeza lo que ha sido calificado como “la caída de los medios” por una cobertura periodística sensacionalista, dando rienda suelta en muchos casos a la imaginación. El diario “Kölner Stadt-Anzeiger” fue un paso más allá y comparó el accidente de avión con el Holocausto nazi. “El accidente se alza como el asesinato masivo alemán más horrible desde 1945”. Las críticas en Twitter no se hicieron esperar y el diario se vio obligado a colgar una disculpa. Esto empujó a muchos a preguntarse qué llevó a un diario a comparar esta tragedia con el holocausto en el que los nazis asesinaron a más de seis millones de personas. El Consejo de Prensa Alemán tuvo que hacer un llamado tras recibir cientos de críticas de usuarios indignados por la cobertura del caso. “Para publicar determinadas informaciones hay que analizar con cuidado los detalles para establecer su veracidad”, recordó.

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