07 Abril 2015
WASHINGTON. - El Gobierno de Estados Unidos dejó en claro que accederá a que se retiren sólo gradualmente las sanciones contra el régimen de Irán, si es que Teherán cumple con un acuerdo final para frenar su programa nuclear.
“No se puede empezar a hablar de remover las sanciones hasta que hayamos alcanzado acuerdos sobre cómo cerraremos cada vía que tienen hacia un arma nuclear”, aseguró el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, en una sesión informativa. “Nunca ha sido nuestra posición que las sanciones contra Irán se retiren desde el primer día”, agregó el vocero.
La Casa Blanca ha estado trabajando para convencer a los senadores y representantes estadounidenses y a otros críticos de que apoyen el acuerdo marco alcanzado el jueves en Lausana -Suiza- entre el régimen y las seis principales potencias mundiales.
El acuerdo fue un avance hacia un trato final, pero no incluye una decisión sobre el momento y alcance del alivio de las sanciones. Varios otros asuntos deben solucionarse antes del 30 de junio.
Pero la controversia se instaló porque los principales negociadores iraníes interpretaron los avances de una manera diferente. Dijeron que el alivio en las sanciones que sufre el país no sería progresivo sino inmediato cuando se haya firmado el acuerdo final. Earnest aseguró que el presidente Barack Obama quería ver un cumplimiento continuo de Irán para cuando comience a retirar las sanciones.
El portavoz indicó que será más probable que Irán cumpla con lo pactado si sus líderes saben que las sanciones económicas volverán a aplicarse si se viola el acuerdo.
Obama había calificado el acuerdo preliminar negociado por las potencias mundiales como la “mejor apuesta” para lograr que la república islámica no desarrolle la bomba atómica. “Esta oportunidad única es, con mucho, nuestra mejor apuesta” señaló el mandatario en la entrevista concedida al New York Times en la que buscó dar fuerza al proyecto de acuerdo con Teherán que le acarreó críticas internas y de Israel, cuyo gobierno se muestra muy crítico con el resultado de las negociaciones. El secretario de Energía de Estados Unidos, Ernest Moniz, insistió que las diferencias de interpretación del acuerdo entre las partes no eran disputas sobre el contenido y que estaban relacionadas con lo que cada una eligió enfatizar. (Reuters-Télam)
“No se puede empezar a hablar de remover las sanciones hasta que hayamos alcanzado acuerdos sobre cómo cerraremos cada vía que tienen hacia un arma nuclear”, aseguró el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, en una sesión informativa. “Nunca ha sido nuestra posición que las sanciones contra Irán se retiren desde el primer día”, agregó el vocero.
La Casa Blanca ha estado trabajando para convencer a los senadores y representantes estadounidenses y a otros críticos de que apoyen el acuerdo marco alcanzado el jueves en Lausana -Suiza- entre el régimen y las seis principales potencias mundiales.
El acuerdo fue un avance hacia un trato final, pero no incluye una decisión sobre el momento y alcance del alivio de las sanciones. Varios otros asuntos deben solucionarse antes del 30 de junio.
Pero la controversia se instaló porque los principales negociadores iraníes interpretaron los avances de una manera diferente. Dijeron que el alivio en las sanciones que sufre el país no sería progresivo sino inmediato cuando se haya firmado el acuerdo final. Earnest aseguró que el presidente Barack Obama quería ver un cumplimiento continuo de Irán para cuando comience a retirar las sanciones.
El portavoz indicó que será más probable que Irán cumpla con lo pactado si sus líderes saben que las sanciones económicas volverán a aplicarse si se viola el acuerdo.
Obama había calificado el acuerdo preliminar negociado por las potencias mundiales como la “mejor apuesta” para lograr que la república islámica no desarrolle la bomba atómica. “Esta oportunidad única es, con mucho, nuestra mejor apuesta” señaló el mandatario en la entrevista concedida al New York Times en la que buscó dar fuerza al proyecto de acuerdo con Teherán que le acarreó críticas internas y de Israel, cuyo gobierno se muestra muy crítico con el resultado de las negociaciones. El secretario de Energía de Estados Unidos, Ernest Moniz, insistió que las diferencias de interpretación del acuerdo entre las partes no eran disputas sobre el contenido y que estaban relacionadas con lo que cada una eligió enfatizar. (Reuters-Télam)