El "Pulga" fue amo y señor, y Atlético venció 3-0 a Guaraní

Los "Decanos" contaron con el ídolo iluminado, que marcó el triplete y puso al equipo más cerca del líder. Calificá a los jugadores.

GOLEADOR. El Pulga abrió la cuenta ante Guaraní. (LA GACETA) GOLEADOR. El "Pulga" abrió la cuenta ante Guaraní. (LA GACETA)
30 Agosto 2015

Atlético goleó 3-0 a Guaraní Antonio Franco y quedó a cuatro puntos del líder Patronato. ¿Cómo explicarlo? Un sólo nombre es la clave: Luis Miguel Rodríguez.

El triunfo del "Decano" fue todo suyo, cuando el equipo no la pasaba nada bien y jugaba un duelo chato, sin chispas. Fue el delantero el único iluminado en la caliente tarde tucumana. El que se despachó con un triplete de ilusión, que le servirá a todo el equipo para ilusionarse con seguir dando pelea en lo más alto de la tabla.

El duelo era aburrido y sin demasiadas chances de peligro. El equipo de Juan Manuel Azconzábal deambulaba sin suerte por la cancha del Monumental ante un rival que hacía la suya, sin apuros. Hasta que tuvo que aparecer el "Pulga" para despertar a todos de la siesta. Y lo hizo a lo grande, con un tiro libre de crack.

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En la primera la tiró por arriba, pero el juez Facundo Tello decidió que lo volviera a patear porque no había dado la orden. Allí, Luis Miguel pensó más rápido que todos: cuando esperaban un nuevo tiro libre arriba de la barrera, el delantero esperó que esta saltara y mandó el tiro bajo, acomodando la bocha sorpresivamente junto al palo. Una genialidad.

La acción de Rodríguez le dio tranquilidad a un "Decano" que hasta ahí no tuvo otra chance de llegar al arco ante el último equipo de la tabla. Sin embargo, lo que vendría después con el goleador que está cada vez más cerca de los 100 gritos, sería igual de necesario.

En el complemento, pasados los 20 minutos, "Pulguita" la peleó y le quedó la bocha servida tras una jugada que confundió a la "Franja", y pese a que su definición no fue perfecta, la mandó a guardar igual. Es que está dulce Luis Miguel... Atlético, de paso, aprovechaba para mejorar el nivel y mandar tranquilo en casa.

Ya en tiempo cumplido, y porque quería llevarse a la pelota a su cada, Rodríguez volvió a aparecer, esta vez con un zapatazo dentro del área que antes de clavarse en el arco pegó en el travesaño y sirvió para ponerle moño a un triunfo made in Rodríguez. Hoy Atlético le debe todo a él, y de paso claro está, lo disfruta.

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