07 Diciembre 2015
MARINE LE PEN. REUTERS
PARÍS, Francia.- El Frente Nacional (FN) de extrema derecha se impuso ayer como claro triunfador en la primera vuelta de las elecciones regionales francesas, celebradas tres semanas después de los atentados terroristas en París, según cifras dadas a conocer hoy lunes por el Ministerio del Interior.
Tras el recuento de casi la totalidad de los votos, el Ministerio indicó que el FN obtuvo aproximadamente un 28% en esta última contienda electoral, clave a nivel nacional antes de las presidenciales de 2017.
Si bien la agrupación se ubica como primera fuerza en seis regiones, puede que no logre imponerse en una segunda vuelta, ya que los socialistas retirarán parte de sus listas para facilitar una victoria de los candidatos conservadores liderados por el ex presidente Nicolas Sarkozy y evitar un triunfo del Frente Nacional.
Es que los Republicanos de Sarkozy se situaron en segundo lugar, con un 27%. Al conocerse la derrota, Sarkozy descartó formar alianza con la extrema derecha. Tampoco sellará una alianza con la izquierda y su partido no retirará listas, anunció Sarkozy en París tras conocerse los primeros resultados. El ex presidente apunta a movilizar votantes para la segunda vuelta.
Los socialistas de François Hollande, actualmente en el Gobierno, sumaron junto con un partido de izquierda en torno al 23,5 por ciento.
Al conocerse las cifras a boca de urna la líder del FN, Marine Le Pen, dijo que ve a su partido como "el primero de Francia". El FN logró "un resultado extraordinario", aseguró ante la ovación de sus seguidores. "Nos están llamando a lograr la unidad nacional que necesita el país", dijo.
Esta política de 47 años intenta desde hace años imprimirle una imagen más moderada a su agrupación y evita las formulaciones radicales que hicieron conocido a su padre, Jean-Marie Le Pen. Sin embargo, no cede terreno en sus posturas radicales en contra de Europa, del euro, de las fronteras abiertas y de los extranjeros.
En las elecciones al Parlamento Europeo de 2014 el FN también pisó fuerte: se alzó con casi un 25% de los votos y emergió de las urnas como la primera fuerza de Francia. No obstante, el sistema electoral mayoritario restringe el avance del grupo, que de ese modo sólo tiene dos escaños en la Asamblea Nacional y otros dos en el Senado.
Los comicios del domingo se celebraron en medio de un fuerte dispositivo de seguridad de la policía y los militares. Sobre todo en los alrededores de París se veían muchos recintos públicos vigilados por uniformados.
Tras los atentados terroristas de París y Saint-Denis hace tres semanas, el presidente Hollande vivió un claro repunte en las encuestas. Previamente el apoyo había descendido a causa del desempleo récord y las malas cifras económicas.
De los alrededor de 44,6 millones de habilitados para votar, emitió su sufragio el 43,01% del padrón. Eso es casi cuatro puntos más que en 2010 (39,29%), consignó la agencia DPA.