27 Diciembre 2015
Rogelio Frigerio, sobre la Afsca: “se convirtió en un centro de militantes”
El ministro del Interior defendió la intervención del organismo y reiteró que Sabatella no cumplía con sus deberes. “Deben haber sobrados motivos para intervenir. El Gobierno tiene esa facultad”, opinó Garavano, titular de Justicia.
TENSA JORNADA. Durante todo el miércoles, Sabatella se atrincheró en la sede del Afsca; se retiró a las 22.45. dyn
El Gobierno volvió a defender ayer la intervención de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (Afsca), al advertir que su objetivo principal durante el kirchnerismo fue financiar la militancia política. “Se convirtió en un centro de militantes en el que se multiplicaba todo el tiempo la cantidad de empleados sin una función fija. Eso no es lo que la gente espera de nosotros”, justificó el ministro del Interior, Rogelio Frigerio.
El funcionario remarcó que tanto la intervención de ese organismo como la de la Autoridad Federal de Tecnología de la Información y las Comunicaciones (Aftic) tienen como fin que el Estado funcione y que las instituciones hagan lo que tengan que hacer. “La Afsca no estaba cumpliendo con la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual ni su titular -Martín Sabatella- con los deberes de funcionario público”, alertó, y destacó que la intención es que esa norma funcione. “Con algunas correcciones que habría que hacer”, deslizó.
Motivos de sobra
El juez Julián Ercolini dispuso el desalojo y allanamiento de la sede de la Afsca, en el marco de una denuncia penal que había realizado el gobierno de Mauricio Macri contra Sabatella por supuesto incumplimiento de los deberes de funcionario público y abuso de poder. En un primer momento, el ahora ex funcionario se resistió a acatar la orden judicial, pero cerca de la medianoche de la tensa jornada del miércoles se retiró del edificio. Antes había advertido que seguía en discusión el habeas corpus y la medida cautelar que presentó en rechazo a lo dispuesto por el Ejecutivo.
El ministro de Justicia, Germán Garavano, sumó su voz a esta controversia, aunque admitió que el tema de la intervención pertenece a la órbita de la cartera de Comunicaciones, a cargo de Oscar Aguad. “Deben haber sobrados motivos para tomar esa decisión. El ministro tiene la facultad de intervenir. De hecho, el Poder Ejecutivo anterior la ejerció en el Inadi y en otros organismos de forma muy habitual. La intervención es una herramienta que usaron todos los gobiernos. Si no, estamos en esto de que el gobierno no puede usar herramientas institucionales, legales o constitucionales para llevar adelante políticas que, finalmente, la población votó”, expresó.
Única esperanza
El conflicto en el Afsca se precipitó el último miércoles, cuando Aguad anunció que un decreto del Presidente ordenaba intervenir ese organismo -reemplazando a Sabatella por Agustín Garzón- y a la Aftic, que controla a las telefónicas, donde fue nombrado Mario Frigerio.
En sus fundamentos, el decreto señala que Sabatella incurrió en numerosos incumplimientos y violaciones de la Ley de Medios. Este reaccionó presentando un habeas corpus y un amparo para seguir al frente del organismo ya que, según él, al ser autárquico no podía ser intervenido por decreto. El fiscal Carlos Stornelli le imputó entonces tres delitos: usurpación de autoridad (porque pretendía seguir ejerciendo una función que no le corresponde); desobediencia y violación de los deberes de funcionario público.
Durante todo el miércoles, Sabatella continuó atrincherado en el edificio de la Afsca. A las 22.45, la Policía concretó el desalojo que había ordenado el juez Ercolini. Su única esperanza de volver al cargo reside en esa medida cautelar que solicitó ante la Justicia federal en lo contencioso administrativo.
El funcionario remarcó que tanto la intervención de ese organismo como la de la Autoridad Federal de Tecnología de la Información y las Comunicaciones (Aftic) tienen como fin que el Estado funcione y que las instituciones hagan lo que tengan que hacer. “La Afsca no estaba cumpliendo con la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual ni su titular -Martín Sabatella- con los deberes de funcionario público”, alertó, y destacó que la intención es que esa norma funcione. “Con algunas correcciones que habría que hacer”, deslizó.
Motivos de sobra
El juez Julián Ercolini dispuso el desalojo y allanamiento de la sede de la Afsca, en el marco de una denuncia penal que había realizado el gobierno de Mauricio Macri contra Sabatella por supuesto incumplimiento de los deberes de funcionario público y abuso de poder. En un primer momento, el ahora ex funcionario se resistió a acatar la orden judicial, pero cerca de la medianoche de la tensa jornada del miércoles se retiró del edificio. Antes había advertido que seguía en discusión el habeas corpus y la medida cautelar que presentó en rechazo a lo dispuesto por el Ejecutivo.
El ministro de Justicia, Germán Garavano, sumó su voz a esta controversia, aunque admitió que el tema de la intervención pertenece a la órbita de la cartera de Comunicaciones, a cargo de Oscar Aguad. “Deben haber sobrados motivos para tomar esa decisión. El ministro tiene la facultad de intervenir. De hecho, el Poder Ejecutivo anterior la ejerció en el Inadi y en otros organismos de forma muy habitual. La intervención es una herramienta que usaron todos los gobiernos. Si no, estamos en esto de que el gobierno no puede usar herramientas institucionales, legales o constitucionales para llevar adelante políticas que, finalmente, la población votó”, expresó.
Única esperanza
El conflicto en el Afsca se precipitó el último miércoles, cuando Aguad anunció que un decreto del Presidente ordenaba intervenir ese organismo -reemplazando a Sabatella por Agustín Garzón- y a la Aftic, que controla a las telefónicas, donde fue nombrado Mario Frigerio.
En sus fundamentos, el decreto señala que Sabatella incurrió en numerosos incumplimientos y violaciones de la Ley de Medios. Este reaccionó presentando un habeas corpus y un amparo para seguir al frente del organismo ya que, según él, al ser autárquico no podía ser intervenido por decreto. El fiscal Carlos Stornelli le imputó entonces tres delitos: usurpación de autoridad (porque pretendía seguir ejerciendo una función que no le corresponde); desobediencia y violación de los deberes de funcionario público.
Durante todo el miércoles, Sabatella continuó atrincherado en el edificio de la Afsca. A las 22.45, la Policía concretó el desalojo que había ordenado el juez Ercolini. Su única esperanza de volver al cargo reside en esa medida cautelar que solicitó ante la Justicia federal en lo contencioso administrativo.
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