San Martín: con la pólvora mojada

El Santo hizo méritos para una mejor cosecha, pero falló en los momentos precisos.

DESPAREJO. Así fue el rendimiento de Agustín Briones a través de los minutos que jugó. Luego fue reemplazado por Rizo. la gaceta / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO DESPAREJO. Así fue el rendimiento de Agustín Briones a través de los minutos que jugó. Luego fue reemplazado por Rizo. la gaceta / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
09 Octubre 2016
1- Más de un hincha de San Martín se habrá retirado de La Ciudadela buscando un justificativo del porque San Martín sumó ayer su tercera derrota consecutiva en el certamen. Sobre todo luego de un buen primer tiempo que realizó el equipo de Diego Cagna. Quedó la impresión de que si el partido se ganara por merecimientos, el “Santo” habría goleado por la superioridad que evidenció durante esos 45’ iniciales.

2- Si se puntualiza la razón por la cual Villa Dálmine se fue victorioso del estadio de Bolívar y Pellegrini, es indudable que hay que consignar que ganó en las dos áreas. En la suya, ya que contó con una soberbia tarea del golero Kletnicki y una zaga expeditiva, y en la contraria, ya que aprovechó los momentos propicios que se les presentaron. Un triunfo de campanillas.

3- Es indudable que con el juego que San Martín mostró en el primer tiempo debería ganar más partidos. Pero ya es preocupante la escasa cosecha que el equipo tuvo hasta ahora, sobre todo teniendo en cuenta la tabla de los promedios. Es el momento de estar más tranquilos que nunca y buscar revertir rápidamente la situación en el certamen.

4- El fútbol tiene estas cosas. Hasta hace tres meses, Ramón Lentini, con sus goles, posibilitó que San Martín pudiera emerger de una categoría que lo tenía atormentado y hoy, al misionero lo persigue una sequía goleadora que su equipo siente sobremanera. En los primeros 45’ de ayer, contó con tres claras situaciones para marcar: dos atajó el golero y la otra, la desperdició increíblemente.

5- Como fue una constante en los 450 minutos que San Martín jugó hasta ahora, cuando se equivoca, los rivales no lo perdonan. Cuando nadie lo esperaba, en el arranque del complemento, Moreira le regaló una pelota a Cérica que no perdonó para poner el 1-0. Y en la segunda conquista Pablo Ruiz, sobre el final, aprovechó el rechazo con los puños de Taborda para colgarla en el ángulo.

6- Con el diario del lunes, se puede decir que al técnico de Villa Dálmine le rindieron más las variantes que realizó en el complemento. Es que Lucas Favali le dio mejor traslado a la visita, mientras que “Leo” Cisnero colaboró a la hora de recuperar la pelota. En tanto, los ingresos de César Abregú, Quiroga y Rizo no tuvieron mayor incidencia en el trámite del encuentro.

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