08 Diciembre 2016
EN ACCIÓN. Un grupo de obreros sujeta las estructuras de hierro sobre las vigas de hormigón premoldeado, antes de volcar una capa más de hormigón. LA GACETA / FOTOS DE FRANCO VERA.-
Estructuras de hierro sostienen toneladas de hormigón sobre el que caminan los obreros, mientras de fondo se escucha el ruido del motor de una máquina vial que va y viene trasladando los materiales. Se acerca el mediodía y un albañil prepara “un apretado” de jamón y queso para cada uno de los 20 obreros. Después, con una mano comen el sándwich y con la otra siguen atando alambres a las estructuras de hierro. No hay pausa; deben comer sin dejar de trabajar. El grupo camina por encima de una pieza de hormigón sobre el río San Javier. Están próximos a terminar de construir el nuevo puente que une Raco y La Sala sobre el río San Javier, en la ruta 340.
Según los cálculos del ingeniero Ricardo Abad, administrador de la Dirección Provincial de Vialidad, el puente será inaugurado a fines de enero de 2017. Dos kilómetros más adelante por la misma ruta 340, están a punto de concluir el segundo puente del mismo trayecto. También se prevé habilitarlo para fines de enero de 2017. Aquella vez, esos dos puentes quedaron inutilizados por las tormentas implacables que padecieron los pobladores de la zona.
El pronóstico del tiempo es preocupante, según advirtió el especialista Juan Minetti. En diálogo con LA GACETA anticipó que a mediados de enero y de febrero habrá tormentas fuertes que provocarán daños. Hablar de lluvias para el verano en Tucumán prácticamente, en los últimos años, es sinónimo de inundaciones, en especial en el sur. Y de puentes rotos.
Mucho se habló de los 11 puentes caídos por las lluvias en la última etapa de la gestión del entonces gobernador, José Alperovich. En aquel tiempo, Raúl Basilio era el administrador de la Dirección Provincial de Vialidad. El ex funcionario resaltó ayer que esa cifra de 11 puentes caídos fue un elemento usado políticamente por la oposición.
“Nunca hubo 11 puentes caídos; sí se colapsaron cuatro puentes -precisó Basilio-. Esos puentes eran dos en la ruta provincial 340; otro en el acceso al parque Los Alisos, y el cuarto puente sobre el río Sala en la ruta 305 que va camino a Burruyacu -precisó. De esos cuatro puentes -insistió Basilio-, tres ya están a punto de ser inaugurados: los dos puentes sobre la ruta 340 que une San Javier con Raco y el tercero sobre el río Sala por la ruta 305 hacia Burruyacu -dijo-. El cuarto puente que colapsó, en el acceso a Los Alisos, no estaba definido qué se iba a ser. Es decir que dejé mi cargo con tres puentes en ejecución de obras”, remarcó.
En ejecución
Ayer, el ingeniero Abad, actual administrador de Vialidad, coincidió con Basilio sobre el avance de obras. “Estarán terminados en enero; ya está montada las estructura y las fundaciones están hechas y está en ejecución el puente que va a Río Nío, que estaría siendo concluido en febrero”, remarcó.
El funcionario aclaró que quizá pueda haber algún cambio de fecha por la temporada de lluvias que, a veces, frena el trabajo. “Pero el clima nos podría interrumpir solo por unas horas, por una lluvia, pero la estructura ya está hecha”, indicó.
El funcionario también resaltó que nunca llegaron a caerse 11 ni 13 puentes. “La mayoría tuvieron algunos problemas estructurales que ahora fueron reparados. Creo que estamos mucho mejor que el año pasado. En 2015 -dijo Abad- estábamos bastante desprotegidos, porque estos trabajos de reencauce se hicieron este año. No se hicieron -explicó-, porque no había equipos para hacerlo, nosotros recuperamos topadoras y se hicieron muchos encauces; aunque eso no quita que pueda haber algunos eventos naturales, pero las probabilidades son menores”, afirmó.
Presupuestos de obra
Los tres puentes que están en ejecución y a punto de concluir, según el anuncio oficial, tuvieron un presupuesto abultado. “El puente sobre el río Sala, en la ruta 305 a Burruyacu, implicó un presupuesto de $ 40 millones. En tanto que los otros dos en la zona que une Raco y San Javier, el monto presupuesto fue de $ 12 millones para el primero y $ 12,5 millones para el segundo; por supuesto que esos montos están sujetos a la actualización inflacionaria anual”, precisó.
Mientras los obreros desarrollan su trabajo, la niebla cubre el verde de las montañas. El paisaje cambia en apenas unos segundos. Caen algunas gotas de lluvia, pero no es suficiente para frenar el trabajo. Los pobladores de la zona, en tanto, utilizan un sendero habilitado por debajo del nuevo puente para cruzar el camino sobre piedras hasta tanto se habilite la obra.
Según los cálculos del ingeniero Ricardo Abad, administrador de la Dirección Provincial de Vialidad, el puente será inaugurado a fines de enero de 2017. Dos kilómetros más adelante por la misma ruta 340, están a punto de concluir el segundo puente del mismo trayecto. También se prevé habilitarlo para fines de enero de 2017. Aquella vez, esos dos puentes quedaron inutilizados por las tormentas implacables que padecieron los pobladores de la zona.
El pronóstico del tiempo es preocupante, según advirtió el especialista Juan Minetti. En diálogo con LA GACETA anticipó que a mediados de enero y de febrero habrá tormentas fuertes que provocarán daños. Hablar de lluvias para el verano en Tucumán prácticamente, en los últimos años, es sinónimo de inundaciones, en especial en el sur. Y de puentes rotos.
Mucho se habló de los 11 puentes caídos por las lluvias en la última etapa de la gestión del entonces gobernador, José Alperovich. En aquel tiempo, Raúl Basilio era el administrador de la Dirección Provincial de Vialidad. El ex funcionario resaltó ayer que esa cifra de 11 puentes caídos fue un elemento usado políticamente por la oposición.
“Nunca hubo 11 puentes caídos; sí se colapsaron cuatro puentes -precisó Basilio-. Esos puentes eran dos en la ruta provincial 340; otro en el acceso al parque Los Alisos, y el cuarto puente sobre el río Sala en la ruta 305 que va camino a Burruyacu -precisó. De esos cuatro puentes -insistió Basilio-, tres ya están a punto de ser inaugurados: los dos puentes sobre la ruta 340 que une San Javier con Raco y el tercero sobre el río Sala por la ruta 305 hacia Burruyacu -dijo-. El cuarto puente que colapsó, en el acceso a Los Alisos, no estaba definido qué se iba a ser. Es decir que dejé mi cargo con tres puentes en ejecución de obras”, remarcó.
En ejecución
Ayer, el ingeniero Abad, actual administrador de Vialidad, coincidió con Basilio sobre el avance de obras. “Estarán terminados en enero; ya está montada las estructura y las fundaciones están hechas y está en ejecución el puente que va a Río Nío, que estaría siendo concluido en febrero”, remarcó.
El funcionario aclaró que quizá pueda haber algún cambio de fecha por la temporada de lluvias que, a veces, frena el trabajo. “Pero el clima nos podría interrumpir solo por unas horas, por una lluvia, pero la estructura ya está hecha”, indicó.
El funcionario también resaltó que nunca llegaron a caerse 11 ni 13 puentes. “La mayoría tuvieron algunos problemas estructurales que ahora fueron reparados. Creo que estamos mucho mejor que el año pasado. En 2015 -dijo Abad- estábamos bastante desprotegidos, porque estos trabajos de reencauce se hicieron este año. No se hicieron -explicó-, porque no había equipos para hacerlo, nosotros recuperamos topadoras y se hicieron muchos encauces; aunque eso no quita que pueda haber algunos eventos naturales, pero las probabilidades son menores”, afirmó.
Presupuestos de obra
Los tres puentes que están en ejecución y a punto de concluir, según el anuncio oficial, tuvieron un presupuesto abultado. “El puente sobre el río Sala, en la ruta 305 a Burruyacu, implicó un presupuesto de $ 40 millones. En tanto que los otros dos en la zona que une Raco y San Javier, el monto presupuesto fue de $ 12 millones para el primero y $ 12,5 millones para el segundo; por supuesto que esos montos están sujetos a la actualización inflacionaria anual”, precisó.
Mientras los obreros desarrollan su trabajo, la niebla cubre el verde de las montañas. El paisaje cambia en apenas unos segundos. Caen algunas gotas de lluvia, pero no es suficiente para frenar el trabajo. Los pobladores de la zona, en tanto, utilizan un sendero habilitado por debajo del nuevo puente para cruzar el camino sobre piedras hasta tanto se habilite la obra.