24 Diciembre 2016
BUENOS AIRES.- El ministro del Interior, Rogelio Frigerio, sostuvo ayer que el Gobierno “pecó de ansioso” en el tratamiento de la reforma del impuesto a las Ganancias y aventuró que “si se pudiera volver el reloj para atrás” buscaría generar “más apoyos en los consensos” desde el inicio del debate sobre el tributo. En tanto, el massismo salió a capitalizar los resultados de la reforma de Ganancias, al asegurar que logró “evitar que el oficialismo pateara el debate para adelante”. “Le vamos a dar a los trabajadores un Año Nuevo sin tener que pagar un impuesto que grava brutalmente sus salarios”, afirmó el Frente Renovador en un comunicado, luego de que Diputados dejara aprobada una reforma acordada entre ese nucleamiento, la CGT y el Gobierno.
Desde el Gobierno, hubo una suerte de autocrítica, aunque Frigerio destacó la conducta de la dirigencia. Al final del proceso, “lo que primó fue la responsabilidad, la seriedad, el compromiso con la palabra y se pudo llegar a un acuerdo con todos los sectores de la política trabajando en este tema”. “Es una buena forma de terminar el año mostrando que la mayoría de la clase dirigente aporta a la gobernabilidad y aporta la importancia de ser serios”, explicó Frigerio y, aunque reiteró la sorpresa inicial acompañamiento del massismo al proyecto del Frente para la Victoria, ponderó que el “Frente Renovador haya colaborado en última instancia a poder llegar a un acuerdo”. “Hace más de una década que no tenemos un presupuesto serio basado en variables reales que se discuta y se trabaje en el Congreso. La media sanción del proyecto de la oposición lo destrozaba”, añadió.
Sobre la posibilidad de una reforma tributaria, destacó que el Gobierno heredó “la mayor presión tributaria de la historia argentina con un déficit fiscal enorme”, planteando en esa paradoja la imposibilidad de avanzar más rápidamente en la reducción de impuestos. Por último, el titular de la cartera política fue consultado por la renuncia de la ex presidenta de Aerolíneas Argentinas, Isela Costantini, y dijo creer en las “cuestiones personales” alegadas por la funcionaria, ya que “el nivel de presiones que uno soporta y no estar cerca de la familia, es muy duro”. “Por eso no entiendo cómo podés estar 12 años en un gobierno, porque lo que perdés es mucho”, concluyó Frigerio en referencia al kirchnerismo. (Télam-DyN)
Desde el Gobierno, hubo una suerte de autocrítica, aunque Frigerio destacó la conducta de la dirigencia. Al final del proceso, “lo que primó fue la responsabilidad, la seriedad, el compromiso con la palabra y se pudo llegar a un acuerdo con todos los sectores de la política trabajando en este tema”. “Es una buena forma de terminar el año mostrando que la mayoría de la clase dirigente aporta a la gobernabilidad y aporta la importancia de ser serios”, explicó Frigerio y, aunque reiteró la sorpresa inicial acompañamiento del massismo al proyecto del Frente para la Victoria, ponderó que el “Frente Renovador haya colaborado en última instancia a poder llegar a un acuerdo”. “Hace más de una década que no tenemos un presupuesto serio basado en variables reales que se discuta y se trabaje en el Congreso. La media sanción del proyecto de la oposición lo destrozaba”, añadió.
Sobre la posibilidad de una reforma tributaria, destacó que el Gobierno heredó “la mayor presión tributaria de la historia argentina con un déficit fiscal enorme”, planteando en esa paradoja la imposibilidad de avanzar más rápidamente en la reducción de impuestos. Por último, el titular de la cartera política fue consultado por la renuncia de la ex presidenta de Aerolíneas Argentinas, Isela Costantini, y dijo creer en las “cuestiones personales” alegadas por la funcionaria, ya que “el nivel de presiones que uno soporta y no estar cerca de la familia, es muy duro”. “Por eso no entiendo cómo podés estar 12 años en un gobierno, porque lo que perdés es mucho”, concluyó Frigerio en referencia al kirchnerismo. (Télam-DyN)
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