28 Diciembre 2016
EN PUGNA. La empresa Viluco S.A. solicita el cumplimiento de la demolición de la casa Sucar; legisladores radicales buscan que sea expropiada. la gaceta / foto de Analía Jaramillo
La sombra de la demolición volvió a cubrir los muros de la casa Sucar. El lunes las autoridades municipales fueron notificados por la Justicia para que den cumplimiento al pedido de demolición solicitado por la empresa Viluco SA. La intimación fue a raíz de un recurso de amparo por mora en la administración y se le aplicó al intendente, Germán Alfaro, una multa de $1.000 diarios (desde el 7 de julio) hasta que cumpla con lo exigido por la Sala 3 de la Cámara en lo Contencioso Administrativo (integrada por Ebe López Piossek, Sergio Gandur y José Ernesto Soraire).
Desde mediados de año descansa en la Legislatura un proyecto de expropiación que había sido presentado por los legisladores radicales José María Canelada, Adela Estofán de Terraf y Eudoro Aráoz. El texto aún no fue tratado en comisión.
“Lo que pasó con ese proyecto es lo que pasa con el 90% de los proyectos nuestros, quienes tienen competencia para poner en debate de comisión son los presidentes de las comisiones, muchos de ellos del oficialismo”, reconoció Canelada, quien aseguró que el tema del Patrimonio no “le reditúa electoralmente al oficialismo”.
Por su parte, la legisladora Estofán adelantó que están “analizando con organizaciones e instituciones de la sociedad civil avanzar en acciones administrativas y judiciales para frenar la demolición”.
Además, lamentó que la mayoría oficialista no haya tratado el proyecto “para convertirla en un lugar para artistas emergentes”. “No vamos a parar en la defensa de la casa Sucar, no queremos que la piqueta destruya nuestra identidad”, agregó la legisladora.
Frente a este panorama, la única salida que parece posible es la expropiación del inmueble. El secretario de Gobierno del municipio capitalino, Walter Fabián Berarducci, insistió en que sería bueno que la Provincia actúe. “La Provincia tiene los fondos y los recursos económicos para hacerse cargo de un inmueble de esas características”, dijo.
Ayer por la tarde, la comisión de Patrimonio de la provincia sesionó en la sede del Ente de Cultura. Uno de los temas era este, pero decidieron no expresar una postura pública y pasar a un cuarto intermedio hasta el martes próximo.
En paralelo se reactivaron las campañas por las redes sociales. En esta ocasión, a través de Change.org. para pedirle al gobernador, Juan Manzur, que expropie el inmueble y así no se “pierda el último conjunto de gran valor arquitectónico de principios del siglo XX y se pueda poner en funcionamiento un Centro Cultural para Artistas Emergentes”.
En junio de este año, la Sala 3 de la Cámara en lo Contencioso Administrativo solicitó al municipio que se expida sobre el pedido de demolición de la casa, que ya pesaba desde 2012. En octubre se reactivó el pedido de demolición. Esto encendió el reclamo de parte de la sociedad: vecinos de la zona, estudiantes de Arquitectura, referentes de la cultura y algunos funcionarios sumaron sus voces en contra. Incluso se organizó un abrazo simbólico y se montó una guardia ciudadana.
La casona fue construida en 1923 por la familia Barbieri, y se la conoce por el nombre de la última familia que la habitó, los Sucar. Intervinieron en el diseño el arquitecto Luis Lucena y los artesanos italianos Perinotti y Colotti.
Desde mediados de año descansa en la Legislatura un proyecto de expropiación que había sido presentado por los legisladores radicales José María Canelada, Adela Estofán de Terraf y Eudoro Aráoz. El texto aún no fue tratado en comisión.
“Lo que pasó con ese proyecto es lo que pasa con el 90% de los proyectos nuestros, quienes tienen competencia para poner en debate de comisión son los presidentes de las comisiones, muchos de ellos del oficialismo”, reconoció Canelada, quien aseguró que el tema del Patrimonio no “le reditúa electoralmente al oficialismo”.
Por su parte, la legisladora Estofán adelantó que están “analizando con organizaciones e instituciones de la sociedad civil avanzar en acciones administrativas y judiciales para frenar la demolición”.
Además, lamentó que la mayoría oficialista no haya tratado el proyecto “para convertirla en un lugar para artistas emergentes”. “No vamos a parar en la defensa de la casa Sucar, no queremos que la piqueta destruya nuestra identidad”, agregó la legisladora.
Frente a este panorama, la única salida que parece posible es la expropiación del inmueble. El secretario de Gobierno del municipio capitalino, Walter Fabián Berarducci, insistió en que sería bueno que la Provincia actúe. “La Provincia tiene los fondos y los recursos económicos para hacerse cargo de un inmueble de esas características”, dijo.
Ayer por la tarde, la comisión de Patrimonio de la provincia sesionó en la sede del Ente de Cultura. Uno de los temas era este, pero decidieron no expresar una postura pública y pasar a un cuarto intermedio hasta el martes próximo.
En paralelo se reactivaron las campañas por las redes sociales. En esta ocasión, a través de Change.org. para pedirle al gobernador, Juan Manzur, que expropie el inmueble y así no se “pierda el último conjunto de gran valor arquitectónico de principios del siglo XX y se pueda poner en funcionamiento un Centro Cultural para Artistas Emergentes”.
En junio de este año, la Sala 3 de la Cámara en lo Contencioso Administrativo solicitó al municipio que se expida sobre el pedido de demolición de la casa, que ya pesaba desde 2012. En octubre se reactivó el pedido de demolición. Esto encendió el reclamo de parte de la sociedad: vecinos de la zona, estudiantes de Arquitectura, referentes de la cultura y algunos funcionarios sumaron sus voces en contra. Incluso se organizó un abrazo simbólico y se montó una guardia ciudadana.
La casona fue construida en 1923 por la familia Barbieri, y se la conoce por el nombre de la última familia que la habitó, los Sucar. Intervinieron en el diseño el arquitecto Luis Lucena y los artesanos italianos Perinotti y Colotti.
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