Cambiemos se declaró dispuesto a abrir en la Cámara de Diputados una discusión sobre la despenalización del aborto pero rechazará una propuesta para debatir la iniciativa sobre tablas en una sesión especial del 8 de marzo, ya que sostiene que el controvertido proyecto requiere de un amplio y serio tratamiento en las comisiones parlamentarias.
El oficialismo está listo para habilitar un amplio análisis con especialistas, en conjunto con medidas para la prevención del aborto, pese a que tanto en el PRO como en el radicalismo la posición mayoritaria rechaza este proyecto impulsado la organización la "Campaña Nacional por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito".
El debate por la legalización del aborto desembarcó con fuerza hoy en el Parlamento, después de muchos años de resistencia, luego de que ayer el jefe de Gabinete, Marcos Peña, les indicara a los jefes parlamentarios de Cambiemos que el Gobierno "no va a obstaculizar" la discusión del tema.
La cuestión fue abordada en un encuentro que el jefe de los ministros mantuvo en la Casa Rosada con el presidente de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó, y con las autoridades de las bancadas de PRO, la UCR y la Coalición Cívica. "Es un tema del Parlamento", definió Peña, en lo que fue interpretado como una "libertad de acción" por parte de algunos de los legisladores presentes.
Macri dio vía libre para que se debata la despenalización del aborto en el Congreso
El proyecto para despenalizar el aborto, que ahora propone legalizarlo hasta la semana 14 de embarazo, se ha presentado cada dos años en los últimos tiempos, elaborado por la Campaña por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito, y será propuesto nuevamente el 6 de marzo.
Fuentes parlamentarias del PRO señalaron: "vamos a dar el debate que está instalado en la agenda de la sociedad, pero en conjunto con la subrogación de vientres, la campaña de prevención y agilización de las adopciones, pero no vamos a dar quórum de ninguna manera a la discusión sobre tablas en la sesión especial del 8 de marzo".
De todos modos, las legisladoras que promueven esta iniciativa avanzarán con su cronograma de presentar el proyecto de ley el 6 de marzo, y pedir la sesión especial dos días después, en el Día Internacional de la Mujer.
La estrategia de un grupo de diputadas opositoras, encabezadas por la legisladora de Libres del Sur Victoria Donda, la kirchnerista Mayra Mendoza, Carla Carrizo (Evolución Radical), Brenda Austin (UCR) y la izquierdista Romina Pla entre otras, también tiene el riesgo que si juntan quórum el proyecto se rechace, ya que aún no están los números para votar esta iniciativa.
De acuerdo con los números que maneja el oficialismo, de los 108 legisladores que conforman Cambiemos, sólo respaldan la despenalización del aborto entre 10 y 15 de los 55 del PRO, mientras en el radicalismo hasta ahora apoyan esa propuesta unos 15 de 42 miembros, y de los 10 de la Coalición Cívica aún no se pudo establecer la postura predominante.
Pero no sólo las divisiones están en el oficialismo; en el interbloque Argentina Federal -que responde a los gobernadores justicialistas-, que tiene 31 miembros, la mayoría está en contra de la despenalización del aborto, según admitieron voceros de ese espacio político.
Sólo están a favor de sancionar el proyecto la izquierda y el Movimiento Evita, que comprometió la participación de sus cinco miembros en la conferencia de presentación de la iniciativa del 6 de marzo, y la sesión especial solicitada para el 8 de marzo.
En este contexto de divisiones por convicciones religiosas o morales, la Cámara de Diputados vuelve a instalarse el proyecto de interrupción voluntaria del embarazo, que ya fracasó en siete oportunidades en otos tantos años parlamentarios.