Boca, por el tío Marcelo TN.COM.AR

Me parece que Boca puede ganarle a River, pero no por los puntos fuertes o débiles. Lo mío es más personal. Me parece que podemos ganar la séptima Libertadores por mi tío Marcelo. El hermano menor de mi “viejo” era un demente, un energúmeno de Boca. Era como yo. Bah, yo soy como él. Compartimos pocos encuentros juntos, por la distancia: él en el partido de San Martín, yo acá en Villa Luján. Hasta que tocó la suerte: un compañero de trabajo tenía entradas para ver un superclásico. Para él también es igual de sagrado y eso sí que no se vende, se regala a otro hincha. “Tío,¿qué decís si te digo que vamos a ver el clásico en la cancha de Boca? Voy el domingo a la mañana”. Llovía a cántaros, comimos en la casa de mi abuelo. Nos cruzamos con un camión de mudanza. “Eso siempre da suerte”, me dijiste riéndote. Tomamos tres colectivos. Te presté una camiseta, nos ubicamos: faltaba una hora para la gloria. La vez anterior que fuiste a la cancha, trabajador incansable, rachas de desempleos a cuestas, había sido en 1981: el debut de Maradona. Un 4 a 1 lleno de gloria ante Talleres un 22 de febrero. Después nunca más. Después pasaron los años. Después te prometí una cerveza en mi última visita. Después te moriste de una leucemia fulminante que no dio aviso: una semana antes te sentiste mal. Siete días internado y adiós. Por vos quiero que ganemos esta copa, para que nos riamos juntos, lloremos de alegría. Y porque ese clásico que vimos juntos fue injusto: perdimos 2 a 1 y caminamos empapados 40 cuadras hasta que pescamos un colectivo. Por vos, necesito esta copa.

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