Un vecino respaldó la versión de Cristian Lucchetti

"Él jamás la agredió", aseguró un ex policía de 51 años.

Lucchetti aseguró que no tuvo nada que ver en el incidente. Lucchetti aseguró que no tuvo nada que ver en el incidente.
05 Diciembre 2018

Luego de que Cristian Lucchetti negara haber agredido verbal o físicamente a una vecina suya (Analía del Valle Zermoglio) y sus hijos, un vecino que dice haber visto toda la situación, respaldó la versión del arquero de Atlético.

“Salí a pasear con mi pareja y en la zona de la cancha de Alpa Sumaj vi cómo una camioneta blanca y un auto color bordó pararon. Un hombre se bajó a hablarle a la conductora de la camioneta y cuando supe que era Lucchetti, me arrimé a ver”, le aseguró a LG Deportiva Alejandro Fernández, un vecino de la zona domiciliado en la calle Buenos Aires al 2.000.

“Lucchetti le pidió de buena manera a la señora que trate de educar mejor a sus hijos porque lo habían insultado. Él jamás la agredió. Aún así, ella empezó a gritar y traté de tranquilizarla”, dijo Fernández, un policía retirado de 51 años. 

“Si la Justicia me necesita como testigo, allí estaré”, finalizó.

Zermoglio, vecina del country Golf de Yerba Buena, se presentó el sábado por la noche en la comisaría para denunciar al arquero. Según relató, salía en su camioneta junto a sus hijos por Solano Vera cuando se cruzaron con Luchetti. Dijo que los chicos, de 11 y 13 años, iban revoleando por la ventana una camiseta de San Martín en señal de festejo cuando -según la denuncia- fueron interceptados por un auto rojo del que bajó el deportista y les ordenó a gritos que se callaran.

"Jamás intenté pegarle a nadie. He leído la denuncia y la mujer señala que yo dije 'te voy a hacer cagar', y esa es una terminología muy tucumana, una frase que yo jamás diría", se defendió Lucchetti.

"Bajate, te voy a hacer cagar pendejo de mierda. Te voy a matar, bajate pendejo de mierda", gritaba el arquero, de acuerdo con el relato de la mujer. Fue entonces cuando las personas que se encontraban en el lugar intervinieron y le pidieron que se tranquilizara, para luego retirarse en el mismo vehículo.

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