“El dolor porque no estará más para ayudar a los vecinos es muy fuerte”, indicó María Laura Herrera. Ella es vecina de Mercedes Tránsito Campos, la mujer que fue ultimada en su domicilio de Banda del Río Salí. Por el caso quedó detenida su nuera y todos los indicios indicarían que se habría tratado de un homicidio en situación de robo.
“Doña Mecha”, como era conocida en el barrio, tenía fama provincial. En su humilde vivienda atendía a decenas de padres que concurrían a su casa para que los curara de la “paletilla”. Sin embargo, a los 70 años fue encontrada sin vida. Había recibido tres puñaladas y un fuerte golpe en su cabeza.
Los policías llegaron hasta ese lugar porque el cuerpo había sido encontrado por su hijo Marcelo Gustavo Aragón y su nuera Cecilia Valeria Encina. Ambos dijeron que habían llegado a la casa y que habían encontrado a la víctima tirada en el suelo y que no sabían qué había sucedido.
El personal de la División Homicidios, al mando de los comisarios Jorge Dib y Diego Bernachi, realizó las primeras averiguaciones y comenzaron a encontrar algunas contradicciones en los dichos de los familiares. Los vecinos confirmaron que antes de que ocurriera el crimen, la nuera de Aragón había estado en el lugar; que se marchó y que luego volvió acompañada por su esposo.
Ellos habían asegurado que los supuestos ladrones habían ingresado a la fuerza a la casa para robarle a Campos. Sin embargo, no había ninguna cerradura forzada ni ventana rota como un signo que confirmara esa versión. La única señal que encontraron en el domicilio fue que estaba forzado un armario donde la mujer podría haber guardado un dinero.
Encina pidió permiso para regresar a su casa. Cuando volvió a la escena de crimen fue aprehendida, al igual que su esposo. No sólo porque no creyeron su versión, sino porque un desconocido le había acercado a la Policía la mochila de su pequeña hija. En su interior encontraron un cuchillo con supuestas manchas de sangre (podría ser el arma homicida) y algunas herramientas (serían las que utilizó para abrir las puertas del armario).
La mujer negó la acusación en su contra cuando declaró ante la fiscala Adriana Giannoni, pero igualmente quedó detenida por el hecho acusada de homicidio agravado. Su pareja, en cambio, recuperó la libertad al no haber indicios en su contra.
“Hemos presentado información que probaría que ella tenía serios problemas económicos y que necesitaba dinero para saldar sus deudas. El móvil sería el robo”, explicó Geraldine Salazar, representante legal de la familia de la víctima.