En el final, Defensa le dio vuelta el partido a un San Martín que se hunde en los promedios

Un golpe difícil de digerir.

NO LE ALCANZÓ. Tino Costa, que en la foto se lleva el balón ante Martínez, adelantó a San Martín gracias a un penal. Pero Defensa y Justicia lo dio vuelta y dejó un panorama complicado para el “Santo”. la gaceta / foto de hector peralta NO LE ALCANZÓ. Tino Costa, que en la foto se lleva el balón ante Martínez, adelantó a San Martín gracias a un penal. Pero Defensa y Justicia lo dio vuelta y dejó un panorama complicado para el “Santo”. la gaceta / foto de hector peralta

Pelear el descenso no es nada sencillo. Cada golpe, por mínimo que sea, hace temblar la estantería. Por eso, ese mazazo que Defensa y Justicia le asestó a San Martín no será sencillo de digerir.

Mucho más porque el reloj corría y el “Halcón” no encontraba la fórmula para llegar al arco rival. Pero la mala suerte volvió a cruzarse en el camino de un San Martín que parece embrujado.

Un gol en contra de Oliver Benítez niveló la lucha cuando el reloj indicaba que faltaban sólo 10 minutos para el final. Luego, con el tiempo cumplido, la visita encontraría una contra magnífica para que Nicolás Fernández pudiera sellar una victoria importantísima para los Florencio Varela, y una derrota que puede costarle demasiado caro a las ambiciones de San Martín en esta Superliga.

Si bien esta caída fue contra uno de los mejores equipos del país, no deja de ser dolorosa para el “Santo” porque estaba arriba en el marcador gracias al penal convertido por Tino Costa. La derrota lo hunde un poco más en la zona del descenso y achica considerablemente el margen de error para las ocho finales que le quedan en este torneo.

A diferencia de lo que pasó en otras ocasiones, San Martín logró ponerse en ventaja. Pero eso pareció no ser suficiente. El equipo dirigido por Gastón Coyette jugó sólo un tiempo.

Durante la primera mitad supo cómo cerrarle los espacios a rival que juega bien en serio, que tiene un toque en velocidad asombroso y que no se desespera nunca. Pero durante ese lapso, el local se agrupó bien y evitó que los “chiquitos poderosos” que tiene el “Halcón” en los metros finales pudieran desequilibrar.

Pero en el segundo tiempo hizo casi todo mal. Intentó repetir la receta de la primera mitad, pero retrocedió mucho en el campo y para colmo no estuvo tan firme en la contención. Y ante un equipo que utiliza todo el ancho del campo para atacar y que mueve sus fichas casi incansablemente, hacer eso es casi un suicidio.

Para colmo, el gol en contra casi que dejó sin ánimo al “Santo” para los últimos minutos. Y la derrota dejó una herida difícil de cerrar en un momento en el que no hay demasiado tiempo como para dar vuelta la historia.

Desde que ganó el clásico, no sólo no volvió a sumar de a tres, sino que sólo pudo conseguir un punto sobre nueve posibles y perdió dos juegos de manera consecutiva en La Ciudadela, lo que debería ser su fortaleza.

¿Y ahora? La pregunta se la hacen cada vez más en Bolívar y Pellegrini. El “Santo” no logra ganar y se hunde lentamente. Será fundamental que el grupo mantenga la calma y logre cambiar el chip el próximo domingo en Mendoza, porque un golpe así no se digiere fácilmente.

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