Se complica la situación de Pasarín porque habría sobornado para cambiar el resultado del dosaje

Una tía de la joven se presentó en una dependencia policial para quejarse porque no se había cumplido con el “arreglo”.

La pesquisa del accidente que tiene como protagonista a Sabrina Pasarín tuvo un inesperado giro. La Justicia investiga un supuesto soborno que habría pagado la joven para que los peritos de la Policía modificaran los resultados de las pruebas de alcoholemia que le realizaron después del percance que protagonizó en San Martín y José Colombres, donde murió Rodrigo Carrizo, de 31 años. Con este hecho, se complicaría su situación procesal, según confirmaron fuentes judiciales.

El siniestro se produjo pasadas las seis de la mañana. Vecinos dijeron que la joven circulaba con otros cinco acompañantes y que, después del choque, aparecieron en otro vehículo otras personas que habrían retirado envases de bebidas blancas y latas de cerveza que habrían estado consumiendo antes de que se registrara la tragedia.

Demora y reclamo fiscal

Pasarín, que conducía la camioneta, fue demorada y sometida a los estudios que están establecidos por protocolo. Como se demoraban en presentarle los resultados, la fiscala Adriana Giannoni pidió que se hicieran análisis más completos a la joven y que se los remitieran de manera urgente.

Tal como se había sospechado, Pasarín tenía alcohol en sangre, por lo que ordenó su aprehensión. El viernes 21 fue trasladada a Tribunales para que se la imputara por homicidio culposo agravado. Ella, por recomendación de su abogado, prefirió no contestar las preguntas que pretendían hacerle. Se confirmó su detención y fue alojada en la seccional 1ª hasta tanto se resuelva si situación procesal.

En las últimas horas se descubrió que Sabrina habría abonado $150.000 a un perito para que adulterara el informe de la cantidad de alcohol en sangre que tenía. Según confirmaron fuentes judiciales y policiales, una tía de la joven se presentó en la sede de la repartición policial y, a los gritos, habría pedido hablar con la máxima autoridad. Cuando la recibió, la mujer habría comenzado a insultar y protestar porque su sobrina habría pagado esa suma de dinero para que le modificaran los resultados de los estudios que le habían practicado.

La responsable del área la expulsó de la repartición y, después de consultar a sus superiores, se comunicó con Giannoni para ponerla al tanto de la situación. La fiscala, al igual que los responsables de la fuerza, le pidió que documentara todo lo sucedido. Ayer por la mañana se presentaron en Tribunales varios miembros de la fuerza para brindar testimonio sobre lo que había ocurrido. Con estos elementos, hizo copia de las declaraciones y las remitió a la fiscalía especializada de Delitos Complejos que dirige Pedro Gallo para que investigue si se cometió un delito.

Una mala noticia

A punto de cumplir dos semanas en un calabozo de la seccional 1ª, los deseos de Sabrina de salir de ese calabozo se alejan considerablemente.

La fiscala Giannoni confirmó que se opuso a que se le dicte el arresto domiciliario como lo solicitó para que cuidara a su hija de cuatro años. El hecho que se haya denunciado el supuesto caso de soborno, también complicaría su situación procesal.

Fuentes judiciales confirmaron que la fiscala solicitaría la prisión preventiva a Pasarín, aunque era consciente que se la podrían rechazar porque no habría motivos suficientes para otorgársela. Sin embargo, la acusación de que habría pagado un soborno y que podría haber amenazado a las familias de la víctimas son fuertes indicios de que podría entorpecer la investigación.

Sabrina, según el personal que la custodia, sigue estando tranquila, aunque ya muestra signos de nerviosismo por la situación que está viviendo. “Ya no duerme tanto como antes. Es lo que normalmente hacen los presos cuando creen que están por recuperar la libertad. Sigue recibiendo muchas visitas de gente que trata de calmarla”, comentó una fuente policial.

Este nuevo dato genera más sospechas sobre la familia Pasarín. La joven, cuando tenía 14 años, se cayó de una moto de alta cilindrada y le provocó la muerte a Lucía Nieto, una adolescente que se preparaba para celebrar sus 15 años y que viajaba como su acompañante. La familia de la víctima, días después del fallecimiento, denunció que se habían producido irregularidades en la causa y que Mario Pasarín, padre de la conductora y actualmente detenido por tráfico de droga, habría movido todos sus contactos para que todo quedara en la nada.

Además, el 7 de mayo de 2007, Silvia Carina Populín, la madre de Sabrina, protagonizó un accidente en la diagonal a Tafí Viejo, en donde resultó herido Carlos Eduardo Acosta. Los primeros estudios determinaron que la mujer habría tenido alcohol en sangre. La causa prescribió porque hubo insólitas trabas durante la etapa de investigación, que fue desarrollada por el ex fiscal Carlos Albaca, que renunció a su cargo para evitar un juicio político por el trabajo que desarrolló en la causa de la desaparición y el crimen de Paulina Lebbos.

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