La increíble historia de Marcovich, el casanova de la Ciudadela que volvió a caer

Uno de los prófugos más buscados de la provincia fue recapturado hoy.

EN TRIBUNALES. El juicio en contra de Carlos Marcovich se realizó en 2003. EN TRIBUNALES. El juicio en contra de Carlos Marcovich se realizó en 2003. ARCHIVO

La segunda fuga en menos de 15 años llegó a su fin para Carlos Marcovich, el casanova de La Ciudadela. Fue detenido por una denuncia anónima. Pasaron los años, pero el condenado a prisión perpetua por el crimen del linyera Juan Carlos Carrizo no perdió las mañas. Otra vez se refugió en los brazos de una mujer para evadir a los policías que lo buscaban.

El juicio en su contra comenzó en 2003, tres años después del horrendo crimen. En las audiencias quedó probado que el acusado había decidido fingir su muerte para cobrar un seguro y así saldar todas las deudas que tenía. Se demostró que además de su esposa tuvo relaciones sentimentales con otras tres mujeres al mismo tiempo. También se confirmó que utilizó el auto de una de ellas para matar a Carrizo y que la mujer con la que estaba legalmente casado había intentado protegerlo. Lo que no se pudo probar es quién lo ayudó a concretar el macabro plan, pero siempre se sospechó de otra de sus amantes.

Marcovich fue condenado a prisión perpetua por el homicidio. Los jueces le permitieron que siguiera en libertad hasta que la sentencia quedara firme, pero cuando ello ocurrió, el penado había desaparecido. Fue capturado cuatro años después en Neuquén, donde había conseguido un trabajo gracias a la mujer que enamoró en el sur del país. Volvió al penal y después de un tiempo la Justicia le otorgó el beneficio de arresto domiciliario por padecer una enfermedad terminal. 

El ex empleado público volvió a ser noticia en 2017, su pareja de esos días lo denunció por haber abusado de su nieta. Cuando los policías lo fueron a buscar a la casa de Banda del Río Salí, no lo encontró. Otra vez se había burlado de la Justicia y de sus perseguidores. 

Hasta ahora poco se sabe qué fue de su vida durante estos casi tres años que duró la última fuga. Sí se confirmó que se hacia llamar Carlos Marcó (algunos dicen Marcau, para darle un tono francés) y que allegados a su última pareja, al descubrir en las publicaciones de LA GACETA quién era ese misterioso hombre, decidieron denunciarlo.

Mañana llegará a la provincia y supuestamente volverá al penal de Villa Urquiza a cumplir la dura pena que se le impuso.

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