Las heladas de julio superaron el promedio de los últimos 50 años

El INTA aconseja estar atentos al frío que podría llegar a fin del invierno.

01 Agosto 2020

El mes que terminó ayer se presentó muy frío, con una intensidad mayor a lo habitual.

Se denominan heladas meteorológicas aquellas que se miden en casilla meteorológica. Esta condición resulta similar al ambiente que percibe la caña de azúcar en el interior del cultivo, como así también las plantas cítricas de mayor edad, en el interior de su copa.

Durante 7 días de julio se registraron temperaturas que llegaron al punto de congelamiento dentro de la casilla meteorológica. En la serie registrada en la Estación Experimental Agropecuaria (EEA) INTA Famaillá entre 1967 y 2019, el valor promedio esperado era de cuatro heladas meteorológicas.

De estas siete heladas que se registraron, la más intensa ocurrió el miércoles 8 de julio. Se alcanzó un valor de -2° C, durante cuatro horas. No obstante, la que más tiempo duró fue la que ocurrió el sábado 25 de julio: durante cinco horas se registró -1,7° C.

Durante ese mes también se registraron heladas agronómicas. A diferencia de las primeras, estas se miden a la intemperie y a cinco centímetros del suelo. De esa manera, se simulan las condiciones en las que permanecen los cultivos de bajo porte; en especial, pasturas, cereales de invierno, hortalizas, frutas finas y plantaciones cítricas jóvenes.

El mes que acaba de finalizar se registraron 19 eventos, durante los cuales la temperatura alcanzó valores por debajo de los 0° C a nivel del suelo. El valor medio esperado en la serie 1967-2019 era de 11 heladas agronómicas. La máxima intensidad que se registró fue de -5,9° C.

Si bien el número de eventos de heladas registrados parece mayor al valor medio esperado, y aunque el período con heladas agronómicas comenzó algo adelantado, se observa que todavía no hay indicios suficientes que indiquen que el corriente año sobresale en comportamiento, en comparación con los últimos 10 años.

Normalidad

El inicio y el desarrollo de este período con heladas se mantiene, todavía, dentro de los parámetros normales esperados. Sin embargo, resulta fundamental que se continúe registrando el comportamiento de las temperaturas mínimas; en especial hacia el final del invierno. Hacia esta época del año, normalmente, en nuestra provincia se manifiesta una especie de “pequeña primavera”, que suele activar el crecimiento de los cultivos.

Una helada que presente durante un períodos de tiempo posterior a esta circunstancia suele resultar más perjudicial para los cultivos que un frío intenso que se presente durante pleno invierno.

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