Raúl Saavedra aún sigue proyectándose

A los 42 años continúa en actividad pero sabe cuál fue su mejor época: la del “Decano”.

EN FAMILIA. Saavedra junto a su esposa Patricia y sus hijos Benjamín y Thiago. Los cuatro pasaron juntos la cuarentena.  EN FAMILIA. Saavedra junto a su esposa Patricia y sus hijos Benjamín y Thiago. Los cuatro pasaron juntos la cuarentena.

“La vida me dio la posibilidad de jugar en muchos clubes, pero lo que significó Atlético en mi carrera fue lo máximo”. Esta reflexión pertenece a Raúl Fernando Saavedra a la hora de resumir las vivencias que le dejaron sus más de 20 años de trayectoria futbolística. Una historia que todavía no se acaba, pues a los 42 años jugó la última temporada en Deportivo Llorens y mantiene ese fuego sagrado para seguir entrenándose como el primer día. Oriundo del barrio 21 de Septiembre, en Villa Carmela, Saavedra aceptó la propuesta de LG Deportiva para repasar su carrera y sobre todo, su paso por la entidad de 25 de Mayo y Chile.


- ¿Cómo fue tu infancia?

- Cómo la del cualquier pibe que le desvive por jugar al fútbol. Me acuerdo de que jugaba en todos los torneos de infantiles que se organizaban. Hubo campeonatos que fui a jugar en San Pablo y en Lules. Mi felicidad era estar detrás de una pelota.


- ¿A los cuántos años te ficha Atlético?

- A los 12. Pero lo que es la vida, por estar cerca de mi casa, mi primer objetivo era irme a probar en San Martín, por la cercanía. Pero, un día, después de jugar un partido en Tafí Viejo, un señor que tenía su hijo jugando en las inferiores de Atlético me ofreció llevarme a probar y como soy “decano”, al igual que toda mi familia, no lo dudé un instante y empecé a jugar en las inferiores. Fue una hermosa experiencia porque viajamos por todo el país, incluso fuimos a Mar del Plata. Así fui escalando divisiones.


- A los 19 años, dejaste de jugar una temporada ¿qué pasó?

- Tenía un dolor intenso en la rodilla izquierda y por más estudios que me hacía no podía saber qué era. Por eso, decidí no jugar hasta tanto me curara. En ese tiempo, trabajé ayudándolo a mi padre, que es constructor. Por suerte, se me fue el dolor.


- ¿Y cómo fue tu vuelta a las prácticas?

- A principio de 1998, el “Kila” (Francisco) Castro, que en ese entonces era el técnico del equipo de la Liga, me fue a buscar y volví a entrenarme en el complejo de Ojo de Agua.


- ¿Cuándo tuviste el primer contacto con el plantel profesional del club?

- Cuando tenía 21 años, fue Humberto Zuccarelli el que me promueve al plantel profesional. Me acuerdo de que en ese momento el club tenía problemas económicos, lo que obligó al técnico a echar mano a los juveniles que veníamos de las inferiores.


- ¿Cuándo se produjo tu debut a ese nivel?

- En un partido de la B Nacional, en 1999 que jugamos de visitantes, contra San Martín de San Juan y terminamos ganando 2-1. Ese equipo estaba formado por mayoría de pibes que debutábamos en Primera, entre ellos “Pilin” Aráoz y el “Gallego” San Román.

CON LA DE ATLÉTICO. Saavedra jugó en varios clubes pero su equipo favorito siempre fue el “Decano”, donde tuvo dos ciclos.  CON LA DE ATLÉTICO. Saavedra jugó en varios clubes pero su equipo favorito siempre fue el “Decano”, donde tuvo dos ciclos.


- ¿Cuándo jugaste tu primer clásico?

- Fue en la tercera fecha de esa temporada y lo jugamos en La Ciudadela. Fue aquel famoso partido del recordado gol de Mauro Amato, que lo terminamos ganando 3-2. Arrancamos perdiendo. Yo estaba en el banco y en el segundo tiempo entré como volante por la izquierda por el mendocino Daniel Peinado y pude hacer el gol del empate en el arco que da a la calle Rondeau. Fue un remate desde fuera del área, que se le terminó escapando de las manos a Luis Quiñones.


- Por tus características futbolísticas te terminaste destacando por tus proyecciones más que por la marca.

- Lo que pasa que en mis comienzos era puntero izquierdo y cuando llegué al plantel profesional me empezaron a ubicar de lateral por izquierda. Se nota que lo hice con buenos rendimientos porque a partir de esos momentos y a lo largo del resto de mi carrera los entrenadores que tuve me priorizaron en ese puesto, pero siempre dándome la libertad para que pudieran llegar a la ofensiva por sorpresa.


- ¿Qué cosas marcaron tu carrera?

- Dentro de los más de 20 años de jugador profesional tuve muchas sensaciones hermosas que siempre voy a recordar. Pero si tengo que elegir, me quedo con la emoción de mi debut en San Juan y mi vuelta al club.


- Y un sueño cumplido?

- En 2009, cuando regresé al club, pude darme el gusto de poder jugar junto a mi hermano José vistiendo la camiseta de Atlético. Fue en el partido que jugamos contra Independiente. Fue un hecho que mi familia lo vivió con una enorme alegría y que lo recordaremos por siempre.


- ¿Hasta cuándo con los “cortos”?

- Mientras mantenga las ganas de levantarme temprano y armar el bolso para ir a jugar, seguiré. Los directivos (de Deportivo Llorens) me hablaron para que siga y creo que voy a aceptar porque todavía sigo teniendo ganas de seguir jugando.


Hoy, hisopados

Los jugadores de Atlético se someterán hoy a un hisopado en un laboratorio privado para descartar casos de covid-19 en el plantel. El lunes, previo al entrenamiento, volverán a ser testeados pero de forma rápida.

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