Por Gustavo Rodríguez
11 Septiembre 2020
EL LUGAR DEL HECHO. Javier Gómez cayó de su motocicleta tras ser golpeado con un palo cuando regresaba a su casa después de trabajar.
“La gran pregunta que todos nos hacemos es cuántos compañeros más tendremos que enterrar para que atiendan nuestra súplica por mayor seguridad”, reflexionó Hugo Santucho, el secretario general del gremio que nuclea a los cadetes y mensajeros de la provincia. “Hemos hecho de todo, nos hemos reunido con todo el mundo, pero nos siguen matando”, agregó al confirmar que hoy el sector hará una nueva marcha.
La reacción del referente se produjo horas después del crimen de Javier Gómez, ocurrido el miércoles a la madrugada en la avenida de Circunvalación. Transitaba en su moto y, al llegar a la altura del barrio Señaleros, dos jóvenes le pegaron un garrotazo en la cabeza que lo hizo caer varios metros más adelante. Los delincuentes, al ver que estaba malherido, se llevaron la moto y huyeron rápidamente. El joven de 25 años, padre de dos hijos fue trasladado al hospital Padilla, donde falleció horas después.
Gómez se transformó en el segundo cadete asesinado en lo que va del año. En todos los casos, los victimarios lo atacaron para quedarse con su motocicleta. “Vemos que estamos abandonados y por ese motivo a los cadetes nos están cazando. Todos los días nos ponen las pistolas en la cabeza para llevarnos nuestra herramienta de trabajo o para llevarse la recaudación”, comentó Santucho en una entrevista con LA GACETA.
El referente de los trabajadores del sector se siente impotente. “Es curioso lo que está pasando. Hemos sido declarados trabajadores esenciales para que las personas se queden en sus casas, pero el Estado nos terminó abandonando”, indicó el dirigente, que anunció que hoy harán una nueva movilización. “Nos juntaremos a partir de las 15.30 en el Monumento del Bicentenario y de ahí marcharemos hacia la plaza”, agregó.
“No buscamos esta situación. Pero otra no nos queda. Hay compañeros que dejaron de trabajar por miedo. La calle está muy difícil. Por la pandemia, no es sencillo encontrar trabajo, y el de cadete es un rebusque, incluso para los que quieren engrosar su salario. Pero con este panorama, nadie quiere jugar se a perder lo poco que tiene, en este caso una motocicleta”, comentó.
A la hora de haber sido entrevistado, Santucho volvió a comunicarse con LA GACETA. “Le cuento que le acaban de robar la moto a un compañero. La tenía estacionada en la puerta de su trabajo, en el sur de la ciudad”, informó.
Minutos después se viralizaron esos videos que pocos se atreven a ver. En las imágenes, se puede observar a un grupo de cadetes aplicándole una feroz golpiza a los supuestos autores del hecho. “¡¿Dónde está la moto!?”, le gritaba uno de los motoqueros. “¡Decime, infeliz! ¡Con eso salgo a ganar lo que como!”, le gritaba mientras lo castigaba físicamente.
A cierre de esta edición, el rodado no apareció.
“No podemos creer que no se le ponga un punto final a todo esto. Sacaron una Ley Antimotochorros para luchar contra estos delincuentes y no la aplican. Vemos con muchísima preocupación que no hay una política de seguridad y eso termina afectando a todos los tucumanos y no sólo a nuestro sector”, añadió Santucho.
Más números
José es un empleado se seguridad que trabaja en el turno noche de una empresa. El lunes, cuando transitaba por San Cayetano y se dirigía a su puesto de trabajo, dos jóvenes lo interceptaron y después de amenazarlo, le robaron la motocicleta en la que se trasladaba. Un día después se enteró de que el rodado había sido abandonado en un hotel alojamiento.
Los motochorros, según relató la víctima, fueron a ese lugar con dos prostitutas que se marcharon primero (habrían protagonizado una pelea). Los sospechosos se retiraron horas después, pero antes de hacerlo, asaltaron al encargado del motel. “Recuperé la moto, pero viví una pesadilla. No podemos continuar así”, agregó.
En lo que va del año, en nuestra provincia se registraron 101 homicidios, según los casos publicados por LA GACETA. Al menos 11 de ellos fueron tucumanos asesinados tras ser asalltados. Siete siete de ellos (más del 50%) fueron para sustraerles las motos. “Los números no mienten, pero pareciera que el Gobierno no sabe leerlos”, concluyó Santucho.
Para analizar
1- Javier Gómez fue el segundo cadete que murió en lo que va del año en la provincia. A ambos los mataron para robarles las motos.
2- Los cadetes señalan que, por la pandemia, son víctimas fáciles de los delincuentes, ya que son los que circulan hasta tarde.
3- Según los trabajadores, los asaltante los buscan para quedarse con sus motos o la recaudación que tienen por los pedidos que hacen.
4- El referente del gremio dijo que mantuvieron reuniones con las autoridades de seguridad, pero la situación no cambió.
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