¿De qué transparencia hablan en el sorteo de la Primera Nacional?

La trama se fue armando en secreto durante varios meses, pero un día todo quedó al descubierto. Las sospechas surgieron cuando amparados por la pandemia decidieron cancelar la temporada oficial. Hoy ya no quedan dudas de los alcances de las maniobras realizadas. Un puñado reducido de equipos, cuyos dirigentes están cerca de la cúpula dirigencial, son los beneficiados con la toma de decisiones sobre el sistema que se utilizará para definir los ascensos a la Liga Profesional. Es tan burdo lo planificado que ya nadie se sorprende. El abuso de poder parece no tener límite. ¿Hasta dónde llegarán? Hasta donde la mayoría, instituciones que sufren en carne propia las maniobras indiscriminadas, lo permitan. La AFA es de todos, no de unos pocos.

Cuando San Martín intentó defender sus derechos lo dejaron solo. Lo acusaron de buscar el beneficio personal. ¿Acaso otros clubes no buscan lo mismo? La diferencia es que al estar cerca de la conducción, los acuerdos se tejen internamente. Basta con analizar las medidas tomadas en los últimos años en el fútbol de ascenso para entender que esto no es nuevo. Y cuando alguien se animó a expresar su rechazo a ese accionar -un ejemplo fue San Jorge- se encargaron de silenciarlo.

El último acto que muestra el accionar dirigencial en la AFA fue el sorteo del torneo. Si generó rechazo su insólito formato, que borra por completo el mérito deportivo de los que estaban cerca del ascenso, la conformación del fixture fue la gota que rebasó el vaso. El acto pareció una puesta en escena para revalidar un plan perfectamente orquestado. Muchos se sienten perjudicados. Algunos levantaron la voz para quejarse, pero nadie le pone freno a tanto atropello. Transparencia fue la palabra utilizada durante la ceremonia para definir el accionar dirigencial. Transparencia es lo que necesita el fútbol argentino.

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