23 Noviembre 2020
OBJETIVO. Somma aseguró que no dejarán nada librado al azar para que los jugadores no sientan el cambio de horario. LA GACETA / FOTO DE DIEGO ARÁOZ (ARCHIVO)
La noticia del cambio de horario del partido que marcará el debut de San Martín en el torneo que definirá los ascensos a la Liga Profesional sorprendió a todos. El partido, que en primer momento estaba programado para el domingo a partir de las 21.30, fue adelantado poco más de 12 horas: comenzará a las 9.
Fue una sorpresa para el mundo del fútbol. En Argentina, a diferencia de otros lugares del planeta en los que utilizan esos horarios debido a factores climáticos, no se disputan partidos por la mañana. La franja horaria más temprana que se emplea en nuestra tierra es la del mediodía, durante algunas épocas del año. “Acá sólo juegan los infantiles o los juveniles que tienen otro tipo de preparación”, explicó Ricardo Somma, encargado de la preparación física del “Santo”.
Según el “profe”, el inicio de un partido, en las primeras horas de la mañana, trae aparejadas una serie de complicaciones que serán materia a tratar por Favio Orsi, Sergio Gómez y su cuerpo técnico durante esta semana. “No queremos que el horario sea un inconveniente para nuestros jugadores. Por ese motivo, vamos a tomar los recaudos del caso. Deseamos estar a la altura y que todo salga bien”, aseguró Somma.
Si bien el común consumidor de fútbol puede considerar solamente el detalle del horario del inicio del partido, hay una serie de situaciones/preparaciones que los futbolistas deben cumplir para poder estar de condiciones de disputar uno.
Cuando los juegos son por la tarde, más allá de los cuidados que pueden llegar a tener un deportista de elite, las costumbres con respecto al resto de los ciudadanos no varían demasiado. En el caso de que un duelo se dispute por la noche, los jugadores despiertan, desayunan, almuerzan, toman una siesta reparadora, meriendan y salen rumbo al estadio. Después será el tiempo de la preparación y de la entrada en calor. Sin embargo, el próximo domingo esa rutina se verá totalmente alterada; tanto para el “Santo” como para Tigre.
“La pauta para jugar por la mañana está marcada en lo que hay que modificar en la previa. Para comenzar desde las 9, tenés que hacer una entrada en calor de 30 minutos, por lo que tenés que empezar a las 8.20. Para eso, hay que llegar al estadio entre las 7.45 y las 8. Y a su vez, para llegar en ese horario tenés que desayunar entre las 6.45 y las 7; por lo que el jugador se tiene que levantar 6.30 como mucho”, enumeró Somma.
Eso sin tener en cuenta que entre la última comida y el juego, normalmente hay tres horas para que los futbolistas puedan realizar una buena digestión. “En este caso, el desayuno no debe ser fuerte, sino moderado. Después se lo sostiene con las colaciones que les dan nuestras nutricionistas”, dijo.
Incluso, los cambios empiezan el día previo. “Como mínimo hay que pedirle a los chicos que tengan ocho horas de descanso, por lo que la cena se debe servir a las 21 y debemos inducir el sueño, mandándolos a sus habituaciones temprano”, sentenció.
El horario es una piedra en el zapato, pero no es lo peor. “Era eso o quizás tener que buscar otro estadio”, explicaron desde Bolívar y Pellegrini. “Entre los todos los males por la covid-19, que ha hecho un desastre en todo el mundo, este es uno menor. Pasan estas cosas porque intentamos solucionar otras en poco tiempo”, remató Somma, parafraseando a un compañero. “Dejo una frase de un integrante del cuerpo técnico. somos el único equipo del mundo al que le descontaron 44 puntos”, concluyó.
Empiezan con todo
A las 8, en el complejo “Natalio Mirkin”, el plantel comenzará a trabajar de cara al juego contra Tigre. Será una semana especial en la que, después de mucho tiempo, el cuerpo técnico comenzará a preparar nuevamente un partido. Si bien los entrenadores ya tienen en sus cabezas un posible equipo, deberán ajustar algunos detalles y probarán algunas posibles variantes.
Lo más popular
