Explotó el verano en el país y también en Tucumán. Y no es una exageración. La cantidad de gente circulando tanto en las playas como la montaña (sin distanciamiento social y sin barbijo) preocupa a las autoridades sanitarias de la Argentina que ven la temporada como una bomba de tiempo en materia de salud.
El riesgo, no solo pasa por los contagios, que van a ser muchos tarde o temprano, sino por un retroceso en las actividades comerciales y productivas, que pueden destruir expectativas de repunte económico en algunos sectores.
Las declaraciones de ayer del presidente, Alberto Fernández, encendieron las alarmas e impulsaron la negativa de algunos intendentes de municipios costeros, como Mar del Plata y Pinamar, que consideran que establecer “toques de queda” o medidas extremas podrían ser muy perjudiciales y tornar más grave la situación ante la posible desobediencia de los veraneantes.
“El riesgo de que todo vuelva a paralizarse existe”, manifestó el Presidente y pidió responsabilidad social a los argentinos.
En Tucumán las cosas no son muy diferentes. Este fin de semana en Tafí del Valle no faltaron las fiestas clandestinas y los amontonamientos de personas, aunque la presencia de las fuerzas de seguridad y los operativos de control lograron ordenar el inicio de la temporada. Lo mismo pasó en San Miguel de Tucumán, donde unas 450 personas fueron desalojadas de una multitudinaria fiesta.
Desde el sector empresario ven con preocupación un posible rebrote de contagios en la provincia. Elena Colombres Garmendia, vicepresidente del Ente Tucumán Turismo, se mostró preocupada por el tema aunque dijo que hasta el momento no se analizan nuevas medidas restrictivas desde la provincia. “Apelamos y necesitamos hacer hincapié en la responsabilidad personal, tanto del turista como del prestador de servicios. Detrás del turismo hay gente que trabaja, que vive de la actividad y el 2020 ha sido un año muy duro”, señaló en Buen Día Verano.
En esa misma línea ha hecho su apuesta Matías Lammens, ministro de Turismo y Deporte de la Nación, que apela a sostener la temporada de verano con la ayuda de los gobernadores y pidiendo juicio a todos aquellos que salgan de vacaciones para mantener y respetar las recomendaciones médicas en cuanto a normas de bioseguridad.
La saturación del sistema sanitario obsesiona a las autoridades, que monitorean de norte a sur el país para tener una radiografía de los casos que se presentan en las provincias.
Mientras tanto, desde el Siprosa en Tucumán, se analizan alternativas y se estudia la curva de casos positivos, que aumentó en los últimos días de manera notoria. Incluso, no descartan que disponer el PCR negativo sea una condición para los visitantes que lleguen a Tucumán.
Con un ojo en Europa, donde la segunda ola de la Covid ha obligado a los dirigentes a blindar las ciudades más importantes ante el terror del colapso, la sombra de la pandemia aparece en el país para amenazar los planes de descanso de muchos tucumanos y argentinos.
Si no medimos las consecuencias se pondrá en riesgo a poblaciones vulnerables y a una economía que no termina de ponerse en marcha. La pregunta sin respuesta hasta el momento sigue siendo: ¿vuelve al país la cuarentena estricta?