Para llegar a la final Boca tiene que superar a Santos

“La Gloria Eterna”. Con ese título presentó la Conmebol una producción sobre la Copa Libertadores. Los hinchas, cuando podían ir a los estadios, tenían un hit que definía la importancia de la competencia continental. “La Copa Libertadores es mi obsesión”, dice la canción que refleja el sentimiento que despierta el torneo de clubes más importante de Sudamérica. Pero para ganarla hay que cumplir primero con un trámite obligatorio: llegar a la final que se jugará a partido único. Conseguir el pasaje que los lleve a Río de Janeiro, donde el sábado 30 de este mes se disputará el cotejo decisivo es lo que buscarán hoy Santos y Boca, luego del empate sin goles de la ida. ¿Favoreció a alguno el resultado? La respuesta se conocerá después del duelo que comenzará a las 19.15 y televisará ESPN.

En Boca sostienen que no haber recibido goles de su rival jugando en su estadio es importante por el valor que tienen las conquistas de visitantes. Un triunfo o un empate con el marcador abierto es lo que necesita para dejar atrás un nuevo escollo y acercarse a la séptima Libertadores. Santos, en cambio, revaloriza no haber perdido en La Bombonera para intentar hacerse fuerte en su estadio. En ese escenario buscará la victoria que necesita -único resultado que le sirve-. Sin embargo, debido a la pandemia la condición de local no es un factor desequilibrante por la falta de hinchas en las tribunas.

El 0 a 0 llevará a la definición por penales, pero el “Xeneize” no ensayó ejecuciones en la práctica.

No sólo la gloria deportiva está en juego. El dinero que reparte la Conmebol en conceptos de premios no es poco y en medio de una crisis generada por la situación sanitaria mundial puede servir para sanear las cuentas y darle un sonrisa al tesorero del club. Los finalistas se asegurarán 6 millones de dólares, premio que corresponde al subcampeón del certamen. Pero el que logre quedarse con el trofeo recibirá 15 millones de dólares y la posibilidad de disputar el Mundial de Clubes en febrero. Más gloria deportiva y más dinero.

La recuperación de Jorman Campuzano deja abierta una duda. Miguel Russo decidirá si le devuelve la titularidad y saca a Diego González o Nicolás Capaldo. O pone a los tres y deja en el banco a Eduardo Salvio.