Covid en Tucumán: “La gente está muy relajada y por eso los contagios no descienden”

El director de Epidemiología de la provincia afirmó que en Tucumán no se respeta el distanciamiento social ni el uso del barbijo.

PRECAUCIÓN. El distanciamiento social y el uso del barbijo son fundamentales para evitar contagios, reiteran los expertos. LA GACETA/ANTONIO FERRONI PRECAUCIÓN. El distanciamiento social y el uso del barbijo son fundamentales para evitar contagios, reiteran los expertos. LA GACETA/ANTONIO FERRONI

Relajados. Esa palabra eligió el director de Epidemiología de la provincia, Rogelio Calli, al analizar la situación sanitaria de Tucumán y la forma en la que en este momento nos estamos comportando frente a la pandemia. El funcionario advirtió que estamos lejos aún de volver a una normalidad como la de 2019 y pidió que se respeten a rajatabla las medidas de cuidado para evitar ya no tan solo que la curva de contagios crezca, sino nuevas restricciones que atentan sobre todo contra el sistema económico de la provincia y sus protagonistas.

“La situación real que estamos teniendo es la de una curva amesetada con números de contagios muy altos, con 900 o 1.000 casos por día, lo que pone en riesgo a los sistemas de salud y sin contar que estamos a la espera de que llegue la variante Delta, lo que se transformará en una seria amenaza para todo el país”, explicó el especialista en diálogo con LA GACETA. Según su punto de vista, “lo que vemos puntualmente es que no hay prácticamente cumplimiento del distanciamiento social, con muchas reuniones, aglomeraciones de personas. Además se usa cada vez menos el barbijo o se lo usa mal y estamos todo el tiempo despidiendo virus. Y en tercer lugar, en muchos lugares como comercios ya casi nadie usa el sanitizante. Todas estas cuestiones suman y potencian la gravedad del problema”. “Estamos muy relajados, uno entiende el cansancio de la gente, pero la situación está lejos de haber sido superada. Por eso desde el Ministerio siempre hacemos el llamamiento para cumplir como el primer día con las medidas de seguridad. Ya se lo dijo en marzo del año pasado: el lavado de manos, el distanciamiento social, el uso del barbijo son fundamentales en una pandemia y aún hoy hay mucha gente que no lo hace”, advirtió.

EXPERTO. Rogelio Calli, titular de la Dirección de Epidemiología. la gaceta / archivo EXPERTO. Rogelio Calli, titular de la Dirección de Epidemiología. la gaceta / archivo

Calli apuntó que la vacunación es fundamental, pero dejó en claro que no es lo que va a evitar la circulación. “Es una falsa percepción decir que la vacunación va a evitar nuevos contagios, eso no es así. Cuando los casos aumentan en todos los países recurren a más restricciones y no es la restricción lo que queremos, pero sí un distanciamiento obligado, si voluntariamente las personas cumplieran el distanciamiento no estaríamos como ahora. La vacuna previene casos graves y mortales. Pero el vacunado todavía se puede contagiar y puede contagiar a otros. Por eso, repito, es fundamental el distanciamiento. Uno ve colas de gente para entrar a un comercio o a un banco y están a 50 centímetros uno de otro, y no a dos metros”, indicó. Y agregó: “la gente tiene que saber que esto no terminó, que continuamente vemos lo que pasa en otros países, vemos con preocupación como otros países están ingresando en tercera o cuarta ola y es por la velocidad de contagio que tiene este virus”.

Las variantes

El especialista explicó que en Tucumán hay circulación de la cepa original y de otras variantes, de la cual la más peligrosa es la de Manaos. “Cuando este virus muta hace malas copias. Cuando se reproducen los nuevos virus no tienen los mismos códigos genéticos de los padres, es como un teléfono descompuesto, y se vuelve más contagioso de lo que se ve hasta ahora”. E insistió en que es fundamental vacunarse. “Todas las vacunas son buenas”, dijo. Y añadió que teniendo en cuenta la situación estacional no se debe dejar de atender otras enfermedades y se deben seguir los esquemas de vacunación completos. Al analizar el ascenso de casos de ciudades como Tafí del Valle, Calli advirtió que siempre donde haya aglomeraciones el virus será más fuerte. “Estamos en época turística y eso influye. Pero además las reuniones, las protestas. Hasta lo que pasó el sábado a la noche después del partido con tanta gente saliendo a la calle a festejar nos preocupa. Son focos de contagio”, dijo. “Nosotros queremos que los números bajen por el bien de todos. Este es un virus impredecible. Debemos reforzar el distanciamiento. Nadie quiere ir de nuevo a las restricciones y tener que cerrar actividades. Pero vemos que en todos los países donde los casos crecieron se fue a restricciones duras y eso puede pasar nuevamente en Argentina y obviamente en Tucumán también”, aseguró. Y finalizó: “estamos en busca de la inmunidad de rebaño, pero falta bastante. Muchos países con altos índices de vacunación todavía no lo consiguieron”.

La variante Delta
Refuerzan controles en los accesos

El Ministerio de Salud de la Nación anunció ayer otros nueve casos positivos de variante Delta en viajeros provenientes de Estados Unidos, México y Paraguay, dos de los cuales tuvieron resultados de test de antígenos positivos al ingresar al país, en tanto los restantes dieron positivo en la PCR de control realizada al séptimo día de aislamiento o ante la ocurrencia de síntomas. Incluso se denunció que muchos de los argentinos que llegan desde el exterior no cumplen con el aislamiento. “Queremos evitar que llegue la variante Delta a la provincia. Extremamos los controles tanto en los puestos fronterizos como en el Aeropuerto, más allá de que las personas que llegan por vía aérea ya deberían haber sido sometidos a un test en Ezeiza”, explicó Rogelio Calli, titular de Epidemiología de la provincia. “Sabemos que esta variante va a ser dominante en el mundo y tiene altos índices de contagio y de letalidad, por eso es fundamental evitar el ingreso al país”, dijo.  Desde ayer, a las personas que ingresen a la provincia sólo se les exige la aplicación Cuidar, excepto a los que llegan desde el exterior, a quienes se les pide la PCR negativa correspondiente.

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